Joan Negrescolor nos habla de “La estrellita Fitún”: “Me gusta la idea de plantearme cada proyecto como una posibilidad para probar, indagar y aprender”

Joan Negrescolor nos habla de “La estrellita Fitún”: “Me gusta la idea de plantearme cada proyecto como una posibilidad para probar, indagar y aprender”

A Vencesgindito el frío no le deja dormir. No encuentra la manera de entrar en calor, por muchas colchas y mantas con las que se cubra. Piensa que las cálidas estrellas tal vez puedan venir en su ayuda, pero no hacía falta recurrir a unas amigas tan lejanas.

Joan Negrescolor ilustra esta historia, la de “La Estrellita Fitún”, escrita por Santiago Alba y editada por Takatuka. En este libro “encontraréis mi primer proyecto de álbum infantil, que he vivido como un experimento y con el que he aprendido mucho”, nos cuenta Joan.

“Después de estudiar Ilustración en la Escola Massana de Barcelona estuve 6 años trabajando en la cooperativa autogestionaria La Ciutat Invisible. Allí tuve relación con otros proyectos similares de Barcelona y en concreto con la Editorial Takatuka. Los primeros libros editados por Takatuka, fueron sobre todo traducciones de ediciones extranjeras y al cabo de un tiempo empezaron la edición de títulos propios. Fue entonces cuando, hace dos años, me propusieron ilustrar este bonito cuento de Santiago Alba Rico. Yo conocía un poco el trabajo de Santiago, especialmente sus libros de ensayo político. Descubrir su faceta literaria infantil fue una grata sorpresa para mi; poder ilustrarlo y que este fuera mi primer álbum infantil, un privilegio”.

“En este libro os vais a encontrar una bonita historia sobre Vencesgindito, un niño que busca la manera de poder dormir en una fría noche de invierno, para lo cual recurre a distintas estrategias, no siempre satisfactorias. La historia termina con una moraleja y una “politeja” poco comunes”.

“La idea es que las ilustraciones transmitan un clima frío y nocturno. No había trabajado mucho en un lenguaje gráfico infantil y creía que debía adaptar un poco mi estilo a esta premisa, aunque la frontera entre lenguaje infantil y lenguaje adulto, para mí, o son difusas o no las hay”.

“Procuro no encerrarme en una única línea de trabajo o estilo, aunque, a menudo, amigos y compañeros de profesión me comentan que todo lo que hago tiene cierto hilo conductor. Me gusta la idea de plantearme cada proyecto como una posibilidad para probar, indagar y aprender. Supongo que no lo consigo siempre ya que es fácil acabar usando recursos que uno ya sabe que le funcionan. Hace tan solo 4 años que me dedico profesionalmente a la ilustración y me siento un aprendiz en todo esto”.

“Este proyecto lo inicié en Barcelona, pero la mayor parte lo realicé durante un largo viaje que hice a California y México durante el 2010-2011. Esto me condicionó a nivel técnico, ya que durante el viaje solo disponía de mi ordenador portátil y una tableta gráfica. Normalmente me gusta mezclar técnicas analógicas con digitales, pero en este caso tuve que buscar un método que fuera compatible con la movilidad y la falta de otros medios. Digamos que el proceso lo realicé en un estudio nómada. Parte del cuento está hecho en Barcelona, parte en San Francisco y finalizado en el hueco que me hizo Carlos Franco en su estudio de Oaxaca”.

“Justo antes de iniciar el proyecto, el verano de 2010, antes del viaje, participé en un taller con Alexis Rom y Pep Montserrat. Allí estuvimos practicando diferentes técnicas de estampación y una de ellas fue el estencil. Lo que hice en este proyecto fue una especie de estencil digital, realizando formas y figuras en vectores y luego usándolos como plantilla, aplicándoles color y textura con las brochas del editor de imágenes. Así fui creando todos los elementos del dibujo. Cuanto más avanzaba las ilustraciones, más recursos vectoriales tenía hechos y mas fácil me resultaba trabajar”.

“Siempre acabo usando las técnicas digitales para terminar las ilustraciones, pero a menudo las ajustadas fechas de entrega de proyectos hacen que el ordenador sea la herramienta más práctica. De todas formas yo me considero un nostálgico de las técnicas analógicas y creo que, a veces, la imprecisión y la espontaneidad de estas dan un carácter especial a las ilustraciones que jamás se logra con lo digital”.

“He partido sobre todo de un esquema o storyboard muy sencillo a partir del cual he desarrollado todo el proyecto. Este me permite, desde un principio, visualizar toda la narración, teniendo en cuenta el ritmo de los planos, la composición y la interpretación de los personajes. Una vez definido este guión, he trabajado en la concreción de los bocetos de cada página del libro. Luego le presenté al editor tres ilustraciones más definitivas como ejemplo del estilo y el acabado que tendría en un futuro el álbum. Con el visto bueno del editor y del autor del cuento, me dispuse a la realización de las ilustraciones finales”.

“Aunque no tengo demasiada experiencia en este ámbito, en términos generales, me parece que no estamos al margen del actual contexto político, económico y social. Lamentablemente, los ámbitos culturales han ido perdiendo prioridad y han sido relegados a un segundo plano. Considero sin embargo que esto puede ser una oportunidad para reflexionar y empoderarnos, dando pie a nuevos tipos de proyectos más colectivos y autónomos que pongan en tela de juicio las relaciones creador-mercado. Echo de menos un debate crítico y un quehacer más colectivo. También creo que, como comunicadores, tenemos cierta responsabilidad en transmitir ideas que nos hagan reflexionar, que nos propongan y que nos hablen de la posibilidad de alternativas”.

“Actualmente estoy completando mi nueva página web y creando una serie de talleres de formación para profesionales alrededor de un proyecto personal que por el momento no quiero desvelar. Al mismo tiempo estoy tabajando en pequeños proyectos y encargos de diferente índole. Durante todo el año, además, he estado colaborando con la revista francesa Culture Services de edición trimestral y a principios de año comienzo en la Escuela Eina un Postgrado de Ilustración Infantil dirigido por Gabriela Rubio”.

“Desde mayo de 2012 también estoy implicado en un embrionario proyecto de imprenta colectiva en “Can Batlló”, un espacio vecinal autogestionado en el barrio de Sants de Barcelona, que pretendemos dotar de medios de reproducción que permitan la autoedición”.

Comments are closed.