Ester Sánchez sobre “Versonajes”: “Cuando llegan estos regalos tan grandes a una editorial tan pequeñita como la nuestra… llenamos los tanques de ánimos para seguir trabajando”

Ester Sánchez sobre “Versonajes”: “Cuando llegan estos regalos tan grandes a una editorial tan pequeñita como la nuestra… llenamos los tanques de ánimos para seguir trabajando”

La palabra y el verso se conjugan en la descripción certera de 23 personajes reales y fantásticos, próximos y cotidianos. Hablamos de “Versonajes”, editado por Pintar-Pintar, con texto de Aurelio González Ovies e ilustraciones de Ester Sánchez. Con ésta última hemos hablado de este proyecto.

“Tenemos la suerte de conocer al poeta Aurelio González Ovies desde que comenzamos nuestras primeras publicaciones -nos cuenta Ester, que además de ilustradora, también es editora en Pintar-Pintar-. “El poema que cayó a la mar” (editado originalmente en asturiano y con posterioridad en castellano) que yo misma ilustré, fue el primero de los álbumes de poesía ilustrada que tuvimos la oportunidad de editar, y tras él llegaron “Caracol”, “Todo ama”, “Chispina”, “Mi madre” y “Loles”.

“En ellos una única poesía es presentada a lo largo de las páginas de un álbum infantil ilustrado en los que la gráfica tiene un gran peso “compitiendo” con la palabra. Ahora nos apetecía editar un álbum diferente, en donde Aurelio fuera protagonista en rotundidad, él y sus poemas. Pedimos al poeta un poemario… y una vez más, muy generosamente nos ofreció nada más y nada menos que 23 poemas. Cuando ocurren estas cosas, cuando llegan estos regalos tan grandes a una editorial tan pequeñita como la nuestra… llenamos los tanques de ánimos para seguir trabajando”.

¿Cómo son las ilustraciones? En este caso sí que hay una simbiosis total con las palabras, ¿no? “Partiendo así de la idea primera de que tanto la lectura como la gráfica de los 23 poemas fueran los principales protagonistas, las ilustraciones tan solo son unas pequeñas “pinceladas puntiagudas” (según el propio Aurelio) que expresan gráficamente alguno de los muchos mensajes que nos lanza el poeta, pasados por mi tamiz, claro: interpretaciones hay tantas como lecturas. En general las ilustraciones han estado más tiempo en mi cabeza que en el pincel. Por ejemplo “Carta de Arturo” es una de mis preferidas, el poema y la imagen…, y realmente apenas tiene nada.. O sí”.

“Por otro lado el proceso de creación en sí de las ilustraciones, fue a la par con la maquetación, de la que soy también responsable, como en el resto de títulos de Pintar-Pintar”.

¿Con qué técnica están hechas? ¿Es la que utilizas habitualmente? “Acuarelas. Últimamente sí me he decantado por el empleo de las acuarelas, bien a modo de mancha o como estas pinceladas rectangulares que son una “evolución” del método empleado en otro álbum ilustrado, “Daniela”, escrito por Ana Tortosa. Pero he realizado ilustraciones vectoriales y otro tipo de técnicas mixtas”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración de este libro? ¿El trabajo con el autor de los versos? “Bueno, al llevar yo misma la dirección de arte de nuestras publicaciones… pues por suerte y/o por desgracia, solo he tenido al equipo de Pintar-Pintar presente en el proceso de elaboración. En general, en nuestras publicaciones, atendemos antes de ponernos a trabajar las ilustraciones, las peticiones, sugerencias, comentarios, etc. de los escritores, pero una vez iniciado el proceso creativo, el trabajo queda, hasta que se finaliza, entre el/la ilustrador/a y yo. Una vez ilustrado todo el texto y montada la maqueta, lo mostramos a los escritores y atendemos de nuevo peticiones, sugerencias, etc. Hasta la fecha no hemos tenido ningún problema con este método de trabajo. Un mismo texto con un mismo ilustrador, podrá crear diferentes libros, según se editen en una editorial u otra: las editoriales también tienen su parte creativa en todo proceso de edición”.

“Aurelio, como en todas las anteriores ocasiones, ha esperado pacientemente a que termináramos el trabajo. En ninguna ocasión ha habido puesta en común previa entre nosotros, más que en la propia palabra escrita. Las confesiones y comentarios más bien suelen venir una vez tenemos el libro en la mano. Recuerdo una de las veces, presentando con Aurelio “El poema que cayó a la mar”, hablando cada uno de sus vivencias, nos dimos cuenta el libro (el poema) había sido para ambos una especie de revulsivo que purgó por entonces nuestras vidas. Pero, si bien las palabras y los colores ya impresos, así lo reflejaban, nosotros no lo habíamos puesto en común todavía”.

¿Qué dicen los lectores que ya han tenido oportunidad de leerlo? “Pues creo, por lo poquito que llevamos de vida de “Versonajes”, que lo mismo que dijimos nosotros cuando leímos por vez primera (y segunda, y tercera y…) los versos de Aurelio: una joya que hay que ir saboreando poquito a poco. El papel de la ilustración es secundario, tanto es así que incluso, es la primera vez que lo hemos reflejado en la portada a la hora de poner nuestros nombres. La lectura y el esqueleto de cada poema, es lo verdaderamente precioso del álbum. Otras veces he tenido mayor oportunidad de “lucimiento” pero aquí he querido dejar todo el espacio, toda la luz, para cada verso. Estoy muy agradecida al poeta por el regalo que nos ha hecho y tan solo espero corresponderle en su justa medida (la medida más grande posible) y que sus palabras lleguen tan adentro como nos han llegado a nosotros”.

¿Es la primera vez que ilustras poesía? ¿Es más fácil o más difícil que ilustrar otro tipo de textos? “Pues parece ser por lo que veo en otros trabajos, que sí, que suele costar un poquito más. En mi caso todo lo contrario, ilustrando poesía es como más cómoda me encuentro, creo porque desde bien pequeña fui enseñada a soltar, a sentir y a leer para adentro”.

¿En qué estás trabajando ahora como ilustradora? ¿Algún proyecto? “Si bien llegué al mundo editorial como ilustradora e ilustré varios títulos en los comienzos de Pintar-Pintar, poquito a poco he ido dejando la primera plana para otros profesionales, pasando a ayudarles, con mi experiencia como ilustradora y editora, a sacar adelante cada título. He tenido que meterme en el lenguaje o lenguajes de cada uno de los ilustradores con los que hemos colaborado, he tenido que empaparme en cada uno de sus estilos… tanto, que a estas alturas, estoy completamente “contaminada”: si tengo que pintar un ojo, recuerdo los ojos de uno, si tengo que poner monstruitos, me vienen a la cabeza los monstruitos de otro, pinceladas, colores, etc. Necesitaría tiempo primero, para limpiar la mesa de todo lo que tengo encima ahora mismo y luego, sacar una hoja en blanco y rebuscar entre mis cosas”.

“Versonajes, por circunstancias especiales, ha sido una oportunidad para mí de volver a sacar los pinceles y comprobar el estado de mis pinturas. Ya están de nuevo guardadas: no me extrañaría nada que la próxima vez que tenga que necesitarlas, no pueda reponer colores en mi droguería de toda la vida”.

“Y es que no tengo tiempo suficiente para todo lo que quiero hacer: desarrollar apps, que es ahora mismo lo que más me apasiona, diseñar programas de actividades para el Museo de Bellas Artes de Asturias y otras instituciones, crear guías de contenidos didácticos y, como no, seguir echándole horas y amor a la edición”.

“En inicio (…) y hasta el 2014, tengo pendiente: finalizar nuestras dos siguientes publicaciones digitales (Apps) de “Versonaxes” (en asturiano) y “Versonajes” (castellano); desarrollar alguna que otra app más: “Poemas de Caramelo” y “Amelia” o “¿Cómo se hacen los libros?”; todo el trabajo de las actividades del verano en el Museo de Bellas Artes de Asturias, y organizando ya los talleres que realizaremos el curso que viene; editar los álbumes infantiles previstos hasta el 2014: 4 nuevos títulos en los que estoy ya trabajando con otros buenos ilustradores”.

“Con las vacaciones de verano por mitad, no sé si tendré tiempo a tanto…… pero feliz, muy feliz de poder dedicarme a lo que siempre quise y lo que creo que mejor sé hacer: producir”.

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