Después de un intento fallido de entrevista en Madrid, en la Feria del Libro (yo no llegué a tiempo), tuvimos la oportunidad de hablar con ella al final de una larga jornada de IlustraTour, en Valladolid. Hablamos de Ester García.
Aprovechamos los últimos coletazos de un día en el que ya habían concluido las charlas de los participantes y estaban a punto de finalizar las mesas de editores, es decir, las entrevistas de los ilustradores con los editores. Nos salimos a la puerta del LAVA, buscamos una sombra, y nos sentamos a charlar.
Comenzamos hablando de su última publicación. “La última en la que he estado trabajando, es para una editorial de Reino Unido, Ladybird. Tienen una línea de clásicos que querían renovar, y buscaban ilustradores para dar un cambio a ese catálogo. Y ha sido “El viento en los sauces”, una versión adaptada a los más pequeños”.
A Ester le gusta trabajar generalmente con técnicas a mano. “Las acuarelas me gustan mucho, pero sobre todo el lápiz de grafito. También el lápiz de color”.
Le preguntamos a Ester por las ilustraciones de “Por qué los gatos no llevan sombrero”. “Yo creo que, bueno, intenté que tuvieran un punto irónico. Tiré por la vía del realismo, porque creía que era la que más se adaptaba al texto de Victoria. La historia tiene un punto ácido y de humor, a la vez que intenta hacer pensar. De ahí que buscara un poco la ironía”.
“Artísticamente me gusta mucho, dentro de las vanguardias, el surrealismo. Que algo se represente de manera realista, pero que lo que pase en las imágenes no lo sea, que esté contando otra cosa aparte de lo que se ve. Cuesta mucho definir lo que hace uno. Muchas veces es lo que te sale de dentro, lo que te gusta, y todo te va influenciando al final”.
Precisamente “Por qué los gatos no llevan sombrero” es su primer álbum y se ha publicado este año. Este trabajo le ha llevado hasta la exposición internacional de Sarmede que tendrá lugar el próximo octubre. “El editor llevó el libro a Bolonia, y por allí la organizadora de la exposición internacional de Sarmede se fijó en el libro y, a partir de ahí, contactó conmigo para exponer cuatro originales en la muestra. Una sorpresa. Será en la sección de Panorama. Además de esta sección, este año la temática anual trata sobre cuentos rusos tradicionales. Entonces también me invitaron a participar en esta otra muestra, haciendo una imagen del cuento que tú elijes. En este caso elegí “El pájaro de fuego”. Y ahí va”.
Un ilustrador no siempre dibuja por encargo, o para un libro o proyecto en concreto. Es el caso de una de las ilustraciones que más me llamaron la atención de Ester. Se trata de una mujer cuyo cabello azul ondulado simula las olas del mar, y entre su pelo vemos peces e, incluso, un barco.
“Se trata de unas imágenes totalmente libres. Me apetecía más desahogarme, estaba un poco perdida. Por eso ese personaje lleva una brújula, una maraña que simula el mar, como si llevara muchas cosas encima… Es como todo eso que en un momento dado te pesa y no sabes cómo sacarlo”.
“Supongo que para las personas que ilustramos, dibujar es en ocasiones como una vía de escape. Tenía un profesor en la carrera que decía que el lápiz muchas veces es un poco psicólogo, y creo que eso sí que pasa”.
A Ester le gusta mucho dibujar en blanco y negro. “A veces el blanco y negro ya de por sí dice mucho. Me pasa también cuando veo otros ilustradores que trabajan así, o que delimitan mucho la gama cromática, y te cuentan muchas cosas sin necesidad del color”.
“Me parece que esa limitación también hace que te fijes en otros detalles que están pasando en la imagen. Sí que me siento cómoda en el blanco y negro. A veces pienso que sólo utilizaría blanco y negro si no me pidieran trabajos a color”.
Ester es natural de Cáceres, y confiesa que le gusta encontrar imágenes en historias, o historias en imágenes. Actualmente trabaja en un proyecto de álbum, y también en pequeños encargos para revistas y catálogos.