‘Pink Mousse’ es la primera novela ilustrada de Ana Müshell. La nueva tripulante de la Pink Mousse se enfrenta a todos sus miedos en un viaje por el Universo durante el resto de su vida. La nave despega del planeta Tierra sin rumbo fijo, y sólo la acompañan los sentimientos que afloran en una atmósfera cargada de divagaciones sobre el amor, la soledad, el paso del tiempo y la muerte. Así nos presenta Ediciones Hidroavión este libro, con cuya autora hemos charlado.
¿Cómo nace este proyecto? Ana Müshell: “Pink Mousse nace de la necesidad que tenía de sacar de este planeta a la chica astronuta, que ha sido durante mucho tiempo mi personaje favorito de dibujar. Es un personaje que empecé a repetir bastante en mis ilustraciones porque ella resume muy bien la tristeza y la melancolía que puede sentir alguien que no está en el planeta adecuado. En realidad es una chica normal y corriente que se refugia en su casco de astronuta y amenaza todo el rato con largarse de aquí. Pues bien, cuando Ediciones Hidroavión contactó conmigo para embarcarme en un proyecto extenso como iba a ser un libro ilustrado, lo tuve claro: iba a darle la oportunidad a la chica astronauta de salir de aquí. Tenía muchas ganas de desarrollar ese personaje, de llevarlo muy lejos y de conocerle más a fondo. Así que diseñé la nave Pink Mousse, me inventé un viaje “para el resto de su vida” por el universo y me fui con ella a explorar otros mundos además del suyo propio interior”.
¿Qué se van a encontrar las personas que abran sus páginas? ¿Qué querías transmitir a los lectores? “Pues desde el principio quise que el libro fuera un viaje por los pensamientos de la protagonista, un viaje de transformación y de enfrentamiento con sus miedos y sus fobias -nos cuenta Ana Müshell-. Todo en un contexto galáctico y de planetas extraños con un toque pasteloso. Así que los que abran sus páginas van a encontrar ilustraciones en blanco, negro y rosa pastel, una chica perdida en el espacio exterior, plantas y flores, y bastante texto comparado con otras publicaciones en las que suelo trabajar”.
He leído que es tu primera novela ilustrada, ¿cómo ha sido el proceso de elaboración del libro? “Desde el principio sabía la historia que quería contar, por lo que intenté llevar acabo un trabajo muy lineal en el tiempo, quiero decir que fui escribiendo y dibujando en orden del primer capítulo al último -asegura Ana Müshell-. En realidad fue un poco caótico, porque se me iban ocurriendo cosas por el camino, apuntaba unas, dibujaba otras y las desechaba… me resultó muy difícil enfrentarme a un proyecto tan extenso (normalmente trabajo el formato fanzine, que los míos no pasan de 24 páginas), hilar las ideas, que tuvieran sentido y sobre todo crear ritmo dentro de la narración. Para el texto sí que pedí consejo, y una amiga mía periodista (hola Irene) revisó la historia, las expresiones y en general la manera en que estaba escrito. Al final pude llevar a la astronauta a donde quería que llegara y que el proceso de transformación de ella misma se produjera en ese entorno galáctico que tanto me gusta dibujar”.
Háblanos un poco de las ilustraciones. ¿Qué dirías que tienen de característico? “En las ilustraciones, gracias a la editorial que me dejó vía libre para lo que quisiera hacer, utilicé los recursos que más estoy usando en esta etapa, línea negra y toques de color rosa -afirma Ana Müshell-. Me divertí muchísimo ilustrando planetas, asteroides, extraterrestres, habitaciones de chica adolescente, los pensamientos de ésta… y lo que iba a encontrar durante el viaje”.
“Hay páginas sólo con ilustraciones y textos a mano, hay ilustraciones muy complejas y otras que son sólo detalles. Y páginas completamente en negro, o páginas en rosa… confeccioné el libro para que fuera muy dinámico visualmente, con ritmos y cambios de fondo y color”.
¿Con qué técnicas trabajaste estas ilustraciones? “Todas son ilustraciones digitales, utilizo photoshop. Me siento muy cómoda trabajando lo digital, porque soy un completo desastre en papel. Así que para Pink Mousse apenas me despegué del ordenador”.
¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “Sobre todo desarrollar un proyecto extenso, tuve que aprender a organizar el tiempo y a mí misma, por primera vez tenía fechas de entrega y fue muy emocionante llevarlo acabo. Y personalmente he aprendido mucho del hecho de meterme en la historia y acompañar al personaje en sus emociones y en cómo resolvería su problema con la ansiedad o la claustrofobia (detalles que compartimos las dos) al encerrarse en una nave espacial. Era una misión casi imposible, yo no podría, pero ella sí y creo que ha sido un ejercicio muy terapéutico permanecer con ella encerrada durante el viaje”, nos cuenta Ana Müshell.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Tengo proyectos entre manos pero estoy buscando posibilidades y editoriales para publicarlos. Y si todo sale bien, es posible que en diciembre salga a la luz un libro cortito pero muy intenso en el que estoy trabajando ahora. Mientras sigo moviendo Pink Mousse (ojalá que siga llegando a mucha gente), y sigo trabajando en diseños para Tantanfan, que hacen productos maravillosos”.