Noticias
Almadraba nos invita a conseguir «La mejor bellota», escrito por Pep Bruno e ilustrado por Lucie Müllerová
“La mejor bellota” cuelga del roble más viejo y alto de todo el bosque, pero muy pocos animales se atreven a cogerla porque les aguardan grandes peligros. El rey de los ratones promete a sus súbditos que aquel que pueda cogerla recibirá una recompensa. Muchos lo intentan con valentía e ingenio, pero no es suficiente. ¿Quién será el valiente que lo conseguirá? Un día llega al lugar un viejo ratón muy sabio y paciente con la esperada solución, que a más de uno sorprenderá.
La editorial Almadraba, en su colección Pez Volador, nos trae esta historia escrita por Pep Bruno e ilustrada por Lucie Müllerová, con los que hemos hablado del proceso de creación de este proyecto. Ambos nos cuentan cómo nació, así como los detalles de “La mejor bellota”.
Pep: “La mejor bellota es un cuento cuya idea nació en un día de paseo por un monte extremeño. Hay un lugar al que me gusta mucho ir con mi familia, allí los niños construyen cabañas y mi mujer pasea entre encinas mientras yo disfruto leyendo sentado sobre algún cancho. En ese sitio hay una enorme y hermosa encina a la que voy a saludar siempre que puedo. En aquella ocasión bajo la copa de la encina había un pequeño arbolito, una nueva encina que andaba brotando de una bellota. La imagen era tan potente, que rápido saltó una chispa que acabó en este cuento. El proceso de escritura me llevó unos cuantos días y el texto inicial incluía una conversación entre un niño y su abuelo o su padre: el niño le preguntaba al padre/abuelo cómo había llegado a brotar ese nuevo arbolito y el padre/abuelo le contaba la historia de los ratones. Finalmente el texto quedaba demasiado largo (y no era relevante para el cuento, como sí lo era en el caso de ‘La siesta de los Enormes’), por eso lo deseché”.
Lucie: “En realidad este proyecto nació ya hace 2 años, gracias a la colaboración con Pep Bruno, del que supe por primera vez en 2008, cuando OQO Editora me dio la tarea de ilustrar “La noche de los Cambios”. Estoy totalmente encantada con el estilo de escritura de Pep, y más tarde traté de involucrarlo en varios proyectos de libros para niños. Recuerdo que yo estaba buscando una linda historia con animales, cuando Pep Bruno se acercó con ‘La mejor bellota’. Originalmente, las ilustraciones de este proyecto se realizaron todas en collage (yo usé lápices y papeles de colores), pero cuando Hermes Editora decidió publicar la historia, se me ocurrió volver a hacer todas las ilustraciones, porque el tamaño del libro no coincidía con la línea de libros ilustrados del editor. El editor no obstante estaba interesado en el proyecto, así que me ofrecí para crear nuevas ilustraciones, con la única condición de utilizar otra técnica”.
Pep: “En este libro se nos cuenta la historia de un grupo de ratones que quiere conseguir la mejor bellota de la encina, tarea difícil porque al pie de la misma vive una serpiente, en la copa una familia de cuervos malvados y en el corazón, un búho, demasiados peligros acechando. Primero lo intentan los valientes, pero fracasan, luego es el turno de la inteligencia, que tampoco lo consigue, y finalmente es tiempo para la experiencia, y entonces un viejito afirma que conseguirá la bellota si se hace lo que él diga: reúne a todos los ratones al pie del árbol y, cuando están todos listos, se pone a contar cuentos. Y así van pasando los días, al calor de los cuentos contados (que no cesan, pues cuando un narrador acaba otro le sustituye) hasta que un día, por su propio peso, la bellota cae justo a los pies del rey de los ratones, quien, muy interesado por la historia que se está contando, pide al cuentista que siga con el cuento y deja olvidada la bellota que acaba por germinar (ese detalle se puede ver en las guardas del final, ahí está la bellota brotando)”.
Lucie: “Traté de describir el pequeño mundo de los animales como la magia y lo más fiel posible. Yo sé que los niños observan y disfrutan de cada pequeño detalle, por lo que los personajes, su ropa y su entorno, tenían que estar hechos con mucho cuidado y atención. El límite fue el escenario: desde el principio de la historia hasta el final, los personajes no se mueven lejos de la encina, de modo que sólo hay diferentes puntos de vista (por ejemplo, cambiando la distancia) y perspectivas. Se puede encontrar la misma representación de los personajes que en mis otros libros, como el uso del color y de los esquemas de composición, que son reconocibles. Lo que cambia es el estilo y las técnicas, para que cada proyecto sea único, y que el libro en el que trabajo siga siendo una experiencia nueva y única”.
Pep: “Lucie tiene distintas líneas de trabajo, entre ellas hay una más clásica, como es la de este álbum y algún otro que hemos publicado juntos (‘La noche de los cambios’) y, por supuesto, una línea más innovadora, más atrevida, como la de ‘Un loro en mi granja’ (álbum ganador de un premio, no lo olvidemos). A mí me gusta mucho su trabajo, siempre, sea cual sea el estilo por el que opte”.
Lucie: “Las ilustraciones que hice para este proyecto son pinturas gouache. Yo prefiero las pinturas al temple al óleo, especialmente debido a sus bellos pigmentos y a la variedad – puedes utilizar gouache de un montón de maneras diferentes: yo normalmente comienzo con pinturas diluidas, yo uso sólo un poco de agua para mezclar las témperas para las capas finales, con el fin de obtener un efecto final de polvo, por lo que mis pinturas gouache parecen pasteles”.
Pep: “Tanto con Lucie como con otras ilustradoras (especialmente Mariona Cabassa, con quien trabajo muy a gusto) yo suelo dar algunas notas sobre lo que visualizo a la hora de escribir el texto, notas más o menos relevantes (en algunas ocasiones son detalles significativos, imprescindibles para comprender la historia tal cual la he soñado, como sucedía con ‘La familia C’ o ‘Un loro en mi granja’) que pueden orientar a la hora de elaborar las ilustraciones. En ningún caso se trata de notas sobre organización de la ilustración o técnicas o estilos… sino sobre la interrelación/suma entre texto e imagen que deviene en el discurso narrativo que yo he propuesto. En este sentido hay álbumes en los que estas notas son muy relevantes, por poner otro ejemplo, en ‘El libro de contar’, que publiqué con Mariona, era importante que hubieran objetos contables en las láminas y que coincidieran con el número correspondiente de los versos, yo puse algunos ejemplos, pero luego Mariona decidió qué era lo que pondría en cada lámina y, en muchos casos, no fueron sugerencias mías, sino propuestas más acordes con la ilustración que ella había hecho”.
“A veces, en el proceso de creación de un álbum, la ilustradora puede ir mandándome las láminas que va terminando para que yo vaya viendo y comentando. En general cada nueva lámina es una fiesta, uno va viendo crecer el libro y, sobre todo, ve que un texto desnudo toma cuerpo con unas ilustraciones hermosas e inteligentes. En ocasiones puedo hacer algún comentario, algún detalle importante que se ha pasado por alto o algún hallazgo que ha encontrado la ilustradora y merecería la pena desarrollar”.
“En el caso de este álbum, Lucie iba enviándome las láminas que iba haciendo y yo las iba recibiendo alborozado. Fue de hecho Lucie quien sugirió en la última lámina que la bellota apareciera germinada (un verdadero hallazgo que yo contemplaba en el historia marco que deseché pero no en el texto final que envié a Lucie contando sólo el cuentito de los ratones). Sin embargo, cuando Almadraba aceptó nuestro proyecto, propuso cambiar las ilustraciones de Lucie a una línea más clásica, y en ese proceso la bellota germinada del final acabó por desaparecer. Cuando yo ví la maqueta final me quedé algo sorprendido, pensé que Lucie retocaría algunas ilustraciones, algunos detalles del proyecto original, pero en realidad ella había rehecho por completo el álbum (esta parte fue un trabajo directo entre ella y la editora, igual que hubo un trabajo directo entre la editora y yo para revisar el texto original) y, en este proceso, había desaparecido la bellota germinada. Hablé de este asunto con la editora y se buscó una solución que me pareció muy interesante: la bellota germinada está al final del libro, en las guardas. Me gustan los libros que cuentan antes de la portadilla (como en ‘Para hacer el retrato de un pájaro’, por ejemplo) o en las guardas (como ‘No permitas que la paloma conduzca el autobús’, por ejemplo)”.
Lucie: “He estado trabajando recientemente en una serie de óleos (ilustraciones para un cuento de hadas). Ahora, voy a por dos historias que tenía en el cajón: en ambos casos, escribí el texto. Uno de los proyectos está inspirado por el arte de los viejos maestros japoneses de grabado en madera coloreada. Para mí, la creación de libros ilustrados es una investigación artística constante.
Pep: “Ahora mismo estoy trabajando en tres álbumes y un librito. De los álbumes uno está completamente terminado y anda en busca de editor, es un cuento ilustrado maravillosamente por Leire Salaberría. Un segundo y tercer proyectos andan sólo con el texto terminado y con las ilustradoras afilando ya los lápices. Y un cuarto, el librito, es una colección de cuentos ilustrados por Rocío Martínez que va a publicar una editorial maravillosa. Estoy feliz por andar con todos estos libros en marcha. Despacito pero sin descanso. Y mientras tanto, pues voy tomando notas y escribiendo ideas para nuevos proyectos”.
Actualidad
Vera Galindo nos presenta a ‘Lila y Lola’
¿Pero cómo iba a estar en la selva? ¡Nooo! Mi Lola no es así, Lolita es una tigresa de ciudad… La magia de las divertidas y sugerentes ilustraciones de Vera Galindo llenan un álbum que nos habla de respetar a los animales y a la naturaleza. ‘Lila y Lola’ es una historia que edita Apila Ediciones y que te tocará el corazón, porque querer a alguien es aceptarlo como es.
¿Cómo nace este proyecto? Vera Galindo: “La idea partió de un boceto que hice un día donde dibujé un tigre en la selva. Después del tigre dibujé una niña y le puse una correa, como si lo estuviera sacando a pasear. Todo esto sucedió en un momento de vacaciones, sin pensar mucho ni buscar ningún resultado. Ni siquiera me pregunté por qué había hecho a un tigre de «mascota», salió así. Ese dibujo lo guardé, como otros tantos, pero se quedó de alguna manera en mi subconsciente. Ese mismo año pinté un mural de un tigre, inspirado en ese mismo y más tarde hice unas pegatinas, de un tigre también. Casi un año después, en una semana más tranquila de trabajo en la que estaba revisando bocetos viejos, volví a reencontrarme con la imagen inicial y ahí fue dónde comenzó todo”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Los lectores encontrarán color, texturas y sobre todo, muchas contradicciones. Es un álbum donde hay que estar muy atento a palabras e imagen, no solo hay que leer únicamente los textos, ya que si no, cambiaremos totalmente el significado”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “En este proyecto quería trabajar con una técnica manual, aunque luego me llevaría todo a digital para mezclar y componer -nos cuenta Vera Galindo-. Quería trabajar con collage digital y darle un aspecto más caótico en ciertas páginas. Quería que la textura fuera muy importante, que las líneas se salieran de la figura, que tuviera un toque manual e imperfecto que le diera mucha naturalidad. Quería hacer lo que me apeteciera y disfrutar experimentando”.
“Iba a jugar con diferentes papeles también y con todo lo que hiciera falta para que la ilustración fuera lo más expresiva posible. Era un experimento que me apetecía mucho hacer y en un momento en el que tenía bastante tiempo para experimentar. Fue un proyecto personal y me apetecía pasármelo bien, que se publicara o no ya sería cosa del futuro. Creo que por esto puede diferenciarse con proyectos anteriores bastante en estilo. Es más manual, con más texturas, más expresivo y despreocupado con las formas… Me gustó tanto el proceso y el resultado que en otros proyectos estoy jugando con técnicas similares”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Comencé trabajando con acrílicos, pintura plástica, lapiceros y rotuladores. Compré papeles con diferentes texturas y creé las mías propias, como los imperfectos lunares del vestido de Lila o el pelaje de Lola -asegura Vera Galindo-. Trabajaba las ilustraciones por partes para poder darles más tamaño, Lila iba por un lado, Lola por otro, las plantas o elementos del espacio por otro… Después escaneaba todo. Así me permitía jugar con el tamaño y probar diferentes composiciones en digital, con Procreate, que fue donde compuse todo y añadí algún trazo o detalle más”.
Háblanos un poco del uso del color en este libro. “El color para mi es un punto muy importante siempre en mis proyectos. En «Lila y Lola» todo parte del amarillo anaranjado, rojo y morado. Lola es amarilla anaranjada, el pelo de Lila Morado y su vestido, rojo a lunares, que es el mismo rojo con el que «domestica» a Lola al ponerle el pañuelo. Serán los tres colores principales que siempre destacan y van siendo acompañados por diferentes paletas de color, según estemos en la ciudad o en la selva”.
Háblanos un poco del proceso de realización de este libro. “Como te contaba antes, casi un año después de hacer ese dibujo, en una semana más tranquila de trabajo en la que estaba revisando bocetos viejos, volví a reencontrarme con la imagen inicial. Esta vez la vi de una manera completamente diferente, me di cuenta de que esa imagen contaba mucho sin necesidad de ninguna palabra. Era un tigre «domesticado», tenía una correa, pero estaba en la selva. ¿Habían ido a buscarlo? ¿O lo estaban devolviendo? ¿Por qué esa niña estaba ahí?”, afirma Vera Galindo.
“Comencé a darle vueltas a la idea. Estaba claro que no iba a dejar acabar el libro con el tigre «atado». Pero también estaba claro de que ese tigre, bueno, tigresa, tenía que pasar por la ciudad en algún momento, por eso de que llevaba correa. No me pareció muy difícil imaginar cómo podría ser la personalidad de Lila: una niña, un poco caprichosa por cierto, que piensa que le está haciendo un favor a su queridísima tigresa llevándola a la ciudad. ¿Pero cómo no le va a gustar vivir en la ciudad? Lila no es mala persona, pero tampoco se ha parado demasiado a intentar entender a Lola”.
“Me di cuenta de que ese boceto podía acabar en un álbum y personalmente, me apetecía hacer algo diferente. Llevaba una temporada en la que había estado trabajando mucho en exterior, en muralismo y lo que más me apetecía era llevar un poco de técnica manual y textura, porque la temática además, también me lo pedía”.
“También tenía un objetivo respecto a la ilustración y su unión con el texto: tenían que ser en cierta manera «independientes» -continúa Vera Galindo-. El texto va todo el rato contradiciendo a la imagen. De esta manera, si solo lees el texto, el álbum acaba de otra manera. Si solo lees la imagen, lo entiendes más o menos. Pero cuando lees juntos texto e imagen, comprendes la historia totalmente. Me parecía muy interesante el hacer al espectador estar atento a las imágenes en un álbum en el que hablo precisamente de lo contrario, de no prestar atención”.
“También preparé un booktrailer. Me parece a día de hoy, que todo está en redes, muy importante el poder presentar el libro de manera digital. Y qué mejor que con una animación. Los personajes están animados frame a frame en Procreate a 6fps y montado y animado posteriormente en After Effects.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora mismo estoy entre talleres en colegios e institutos, algún proyecto de ilustración, diseño y animación y sacando tiempo, como puedo, para dar forma a un par de proyectos personales que espero puedan transformarse en álbum pronto. ¡Ojalá!”.
Entrevistas
Frank Sett y la simbiosis de ‘Extrañas parejas’
¿Un pájaro africano guiando a un babuino hacia la miel? ¿Hormigas cuidando pulgones como si fueran sus mascotas? ¿Una tarántula compartiendo lecho con una diminuta rana? ‘Extrañas parejas‘ es un libro fascinante que explora las curiosas relaciones de simbiosis que se establecen entre doce parejas de animales. «Con un enfoque único que mezcla humor y ciencia, realidad y ficción; cada historia revela los secretos de la convivencia entre distintas especies», nos cuenta la editorial Pastel de Luna, que edita este libro de Pablo Albo y Frank Sett. Con éste último hemos charlado un poquito más sobre este proyecto.
Cuéntanos cómo nace este proyecto. Frank Sett: «Nace gracias a una serie de afortunadas coincidencias: hice unas prácticas en la editorial Pastel de Luna y el editor (otro apasionado de los animales igual que yo), al ver mi portfolio, en el que en su mayoría tengo ilustraciones de naturaleza (tanto científicas como fantásticas), me propuso hacer una ilustración de prueba para un proyecto de la editorial: un libro que trataría sobre la simbiosis animal. Esa prueba anticiparía lo que ahora es el libro llamado “Extrañas Parejas”. Mi alegría al anunciarme que se me contrataría para este libro fue indescriptible. Ahora, ya publicado y viendo el buen recibimiento que está teniendo, la alegría es aún mayor».
¿Qué encontrarán los lectores en las páginas de este libro? «Encontrarán 12 situaciones fantásticas y divertidas que representan la convivencia entre dos especies que podemos vincular a las más diversas relaciones humanas. A su vez, y ligadas a cada situación, se muestra la relación real en la naturaleza de estos animales. Extrañas Parejas conjuga una sección divulgativa y científica con una fantástica: ambas tratan el fascinante mundo de la simbiosis animal. Es un libro que se ha construido con mucho mimo por todas las partes: la idea inicial del editor y su seguimiento, los divertidos textos de Pablo Albo y mis ilustraciones».
¿Cómo fue el trabajo de documentación para este libro? «Como ya he mencionado, este libro tiene de base una intención divulgativa, por lo que la investigación que tuvimos que realizar, fue prudente y muy profunda -confiesa Frank Sett-. Elegir con cuidado a las parejas que formarían parte de este “Top 12” no fue tarea fácil, además debían ser todas diferentes».
«Para ello se consultaron incontables artículos de biología, tesis, libros…, se contrastó información dudosa… Por mi parte, como ilustrador, tenía que preocuparme por la ambientación, ya que no sólo ilustraría animales, sino también sus escenarios, las habitaciones y las regiones del mundo que habitan. Tengo en mi biblioteca varios libros de “archivo” que me han ayudado más que cualquier búsqueda rápida en internet. Libros sobre culturas del mundo, zoología, botánica, arte, etc. Incluso la imagen o párrafo más humilde en la página de un libro, puede despertar la idea de toda la composición de una ilustración».
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? «Tal vez lo característico de mis ilustraciones para este libro es que no quería forzar en exceso las limitaciones anatómicas de cada animal. Me refiero, por supuesto, a la ilustración fantástica -afirma Frank Sett-. Claro que apliqué una caricaturización para los personajes, pero a su vez quería que siguieran caminando como animales, comiendo como animales e interactuando como animales; aunque tuvieran actitudes humanas no quería que dejaran de ser animales. Dentro de los estilos que puedo manejar, el realismo es el que más me caracteriza y para lograr esa credibilidad en las escenas, parecía el más adecuado.
Por otro lado, para la sección científica del libro, el estilo cambia: los dibujos son más ágiles y en blanco y negro, sirviendo así como contraste de la parte fantástica. En resumen: los estilos artísticos aplicados en este libro han sido adaptados a la medida del proyecto».
¿Con qué técnicas trabajaste? «Llevo unos años trabajando con pintura digital y es la técnica con la que ilustré este libro. Hasta hace pocos años, pintaba de forma “analógica” (como se dice ahora), ya sabes: lápiz, acrílicos, acuarela, pinceles, etc. Al pasarme al ordenador, me di cuenta de que era más limpio, no tenía que escanear las ilustraciones y para mandar bocetos o modificaciones era mucho más rápido. Me apasiona ilustrar y realmente el proceso, el gesto de usar un pincel (digital o de madera) es exactamente el mismo. Por si alguien se lo pregunta al leer esto, respondo: no, no utilizo inteligencia artificial generativa. Como ya he dicho: me apasiona ilustrar».
¿Con qué extraña pareja te quedas? «Podría responder que me quedo con la portada del libro, ya que aparecen todas las parejas; realmente he disfrutado ilustrándolas a todas -confiesa Frank Sett-. Pero me voy a mojar: elijo la del cocodrilo y el chorlito egipcio. ¿Por qué?, pues porque fue esa pareja la prueba de prácticas que mencioné en tu primera pregunta. Con esa ilustración se me dió la oportunidad de formar parte de este magnífico proyecto y por eso le guardo un especial cariño».
Danos algunas pinceladas sobre el proceso de realización de este libro. «Lo primero fue decidir cómo se estructuraría: sección fantástica y luego sección científica, así para cada pareja. Lo segundo fue decidir aspectos comunes de todas las ilustraciones: los estilos que ya he mencionado antes, los escenarios, etc. Ya desde un inicio, se acordó que las escenas se desarrollarían en un entorno doméstico, reconocible por todo el mundo. Como ilustrador he sido afortunado en cuanto a que se me dio total libertad a la hora de decidir las composiciones, previamente mostradas a modo de boceto y una vez aprobadas, me ponía con el arte final. En definitiva ha sido una dinámica de proceso típica, pero particularmente agradable. En tercer lugar, quizás podría mencionar los “detallitos” finales: las guardas decoradas con los animales que aparecen en el libro, la portadilla que invita a entrar al lector y la contraportada que cierra todo el proyecto».
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? «Creo que es algo que cualquier ilustrador/a respondería con un: tengo muchos proyectos empezados. Y es verdad, me encanta la ilustración editorial y espero poder hacer esto toda mi vida, por lo tanto: sí, tengo varios proyectos planificados, algunos más largos que otros. Aún así tengo uno en especial en el que estoy trabajando, un libro que calculo tendré terminado para la primavera del año que viene».
Entrevistas
Miguel Tanco y ‘La chispa en mí’
Algunas personas son soñadoras, otras más prácticas, y a algunas otras les gusta inventar. En este libro vas a encontrar a quien se hace preguntas: ¿por qué la galaxia es tan oscura si está llena de estrellas?, ¿podría andar por el techo como los insectos?, ¿por qué la nieve es blanca si el agua es transparente? La física puede ser un camino para dar respuesta a todas estas incógnitas que envuelven el mundo que nos rodea. Un bello homenaje a la búsqueda del conocimiento y de aquello que nos apasiona. ‘La chispa en mí’ es un álbum mezcla de ficción e informativo, empieza con una protagonista adorable que se hace las preguntas más increíbles, hasta que da con una profesora que la entiende. Ella despierta esa chispa que más tarde se convierte en pasión por la ciencia, concretamente la física. Un libro de Miguel Tanco y editado por Editorial Libre Albedrío perfecto para acabar con el tabú de que la ciencia es difícil mostrándo un punto de vista divertido, cercano, a través de la curiosidad y la imaginación.
¿Cómo nace este proyecto? Miguel Tanco: “El libro precedente a La chispa en mí, ‘Cuenta conmigo‘ (Libre Albedrío 2019) ha tenido un gran éxito y ha sido bien recibido por lectores de todo el mundo. Con 18 ediciones, sigue siendo recomendado por escuelas y padres en muchos países. Muchos editores me preguntaban si haría una continuación con otros temas parecidos, como podrían ser la física o la química. Como ‘Cuenta conmigo‘ trataba desde mi punto de vista personal de lo que nos impulsa en la vida, de nuestro motor interior, y de una niña que comparte esa pasión, que son las matemáticas, no creí necesario hacer una continuación. Así que les contestaba a los editores que, si se me ocurría una idea interesante, lo haría”.
“Cuenta conmigo es de 2019 y La chispa en mí de 2024, por lo que pasaron casi cinco años entre uno y otro y la idea surgió en algún momento en esos cinco años -nos cuenta Miguel Tanco-. La idea gira en torno a la transformación de esa chispa que llevamos dentro y de los caminos que pueden seguir las preguntas que nos planteamos, especialmente los más pequeños, que, en mi opinión, son quienes tienen las mejores preguntas del mundo”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Hay una historia de ficción y una continuación de no ficción que se entrelazan a través de una niña inquieta y llena de preguntas. En la primera, se exploran las preguntas de la niña, que a veces son abstractas, otras divertidas y, en ocasiones, profundas, y se plantea si tienen respuestas diferentes. En la parte final, de no ficción, las respuestas se responden con la Física, ofreciendo una posible salida a esas preguntas. Naturalmente, es solo una de las posibles respuestas, pero podrían surgir otras respuestas desde diferentes perspectivas. Y esto creo que podría ser un buen ejercicio de clase”.
“La niña transforma, con la ayuda de profesores y su familia, la chispa que siente por la física -continúa Miguel Tanco-. En mi trabajo no me interesa tanto esa transformación práctica. Las personas creativas tienden a jugar con esa chispa para ayudar a otros a ver las cosas de otra manera. Los artistas se quedan ahí, en el abstracto, no son prácticos, aunque su trabajo sea naturalmente muy importante. A los artistas les gusta descubrir nuevos mundos, y es ahí donde un físico puede explicarles cómo esos mundos podrían funcionar. Debo admitir que disfruté mucho aprendiendo sobre el tema y la física.Descubrir cómo los insectos no se caen del techo o por qué la nieve es blanca es fascinante”.
“Trabajé con la astrofísica Silvia Garbari, y ella me ayudó a ver el camino de la física y su importancia en el mundo práctico. Ahora estamos trabajando en un activity book para usarlo en las escuelas junto al libro”.
Las respuestas muchas veces están en los libros… “¡Si! Las respuestas y los diferentes caminos que uno puede tomar”, asegura Miguel Tanco.
¿Qué chispa hubo en tí para llegar a la ilustración? «Tal vez ya lo hemos hablado alguna vez, pero siempre he tenido el susurro de la ilustración y los libros para niños en el oído. Pero la ilustración y las historias están llenas de matices que hay que explorar poco a poco, llevan tiempo. Estas profesiones tan peculiares suelen tener un camino lleno de curvas, y creo que con los años he aprendido que ese camino hay que construirlo con tiempo y con mucho trabajo. Me viene a la mente una historia que me contaron hace tiempo: cuando algunos inmigrantes italianos llegaron a América, les habían dicho que las calles estaban empedradas con oro. Y al llegar, descubrieron tres cosas: que las calles no estaban empedradas de oro, que las calles ni siquiera estaban empedradas, y que los encargados de empedrarlas eran ellos”.
“Sé que esta historia es común para otras muchas profesiones y vivencias, pero lo que quiero decir es que uno tiene que construir su propia formación y su recorrido personal, lo cual requiere esfuerzo y mucho trabajo. Es cierto que encontrar a las personas y maestros adecuados ayuda mucho. Esta es una buena profesión para encontrar gente admirable y a mí me han ayudado tremendamente, pero sigo creyendo firmemente que la chispa es interna y hay que verificar diariamente que siga ahí”.
Nota: “Sigo empedrando, pero aún no he visto el oro», afirma Miguel Tanco.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? «Es difícil verlo desde dentro porque uno no siempre tiene la capacidad de apreciar esos cambios, pero diría que en este libro he puesto énfasis en los detalles que lo componen: el pasado de los protagonistas, el barrio donde viven, la ciudad, cómo sería la biblioteca, la escuela, etc.. He trabajado para no dejarme llevar tanto por una estética del momento, sino por una lógica que apoye la ambientación de la historia. Hace dos años viajé con mi familia al sur de California y me encantaron las zonas rurales con las casas pequeñas, su vegetación, los colores y la gente mixta. Quiseinspirarme en ello para situar la historia. Es una familia mixta, mitad mexicana en una sociedad muy abierta como la estadounidense”.
¿Con qué técnicas trabajaste? «Es una técnica tradicional con tinta Black Star y acuarelas sobre papel Arches. El papel tiene una ligera textura, lo que ayuda a que la acuarela se expanda mejor. Sigo prefiriendo la fisicidad del papel y la acuarela, sobre todo porque me gusta trabajar en formatos grandes y poder sentir todo el espacio de la página, además dever un color real y los accidentes que ocurren en el proceso manual. Aún disfruto mucho el momento de crear los originales con las acuarelas y no lo cambiaría por lo digital».
Háblanos un poco del proceso de realización de este libro. «Una vez que las ideas han girado lo suficiente en mi cabeza, intento escribirlas en una secuencia lógica. Después, paso a generar visualmente todas las ideas posibles, y al mismo tiempo trabajo en la ambientación, las sensaciones, los colores o los personajes. Abro varios cuadernos, al menos 3; uno para ideas, otro para ambientaciones y otro para personajes. A partir de esos cuadernos, vuelvo a empezar, pero esta vez juntándolo todo. A veces, el texto se combina con imágenes que, en un principio, no tienen mucho en común, pero que juntas crean un tercer elemento. Después de tener un storyboard decente -continúa Miguel Tanco-, lo comparto con personas que no han visto el proyecto todavía, como mi agente editorial, Debbie Bibo (https://www.debbiebiboagency.com/). Ella me ayuda con una mirada fresca a ver cosas que yo no había notado o percepciones que no había considerado. Una vez que el storyboard tiene un buen flujo y hay suficientes elementos, empiezo con las primeras pruebas de color».
Danos algunas pinceladas sobre esa parte divulgativa del final del libro. «Al final del libro hay un cuaderno donde las preguntas abstractas de la niña encuentran una aplicación práctica a través de la física. En la parte didáctica, he contado con la ayuda de la astrofísica Silvia Garbari, con quien trabajé codo a codo. Ella, que también está involucrada en proyectos educativos, me ayudó a conectar todas las ideas relacionadas con la física y a hacerlas comprensibles para los niños».
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? «Estoy trabajando en un libro álbum con el joven escritor Angelo Mozzillo sobre una historia prehistórica muy simpática, y también en un proyecto personal que ya he escrito y estoy ilustrando, pero del cual todavía no puedo hablar. ¡Espero poder hacerlo pronto!»
-
Arte Urbano1 mes ago
Lula Goce y sus murales que dialogan con el entorno
-
Encuentros1 mes ago
El Mazoka, el mercado de dibujo e ilustración de Vitoria-Gasteiz, celebra su IX edición
-
Álbum Ilustrado3 semanas ago
Rosa Álamo nos introduce en la vida de artistas y sus animales
-
Álbum Ilustrado2 semanas ago
Carmen F. Agudo ilustra la vida de Carmen de Burgos
-
Álbum Ilustrado2 semanas ago
Sara Morante ilustra la selecta poesía de Federico
-
Álbum Ilustrado1 semana ago
Alberto Gamón ilustra ‘Las aventuras de Pinocho’
-
Álbum Ilustrado3 semanas ago
Sang-keum Kim nos cuenta ‘El deseo del topo’
-
Actualidad1 mes ago
Elisa Capdevila y la inspiración en la gente de su alrededor