Pablo se despierta en un nido, y se despierta con alas en lugar de brazos. Pablo no habla, dice “pío”. Cuando regresa a casa, el gato se cree que es un delicioso pajarito y trata de cazarlo, pero Pablo, por suerte, vuela. Hasta que el gato lo atrapa. Entonces llega mamá y lo libera y regaña al gato. Pablo está contento, ya no tiene alas. Pero esa cola que le sale por detrás, ¡es de gato!
Así nos presenta Thule Ediciones “Pablo Pájaro”, un cómic de Alé Mercado. Con él hemos hablado y, lo primero que le hemos preguntado es: ¿quién es Pablo Pájaro? “Pablo es un niño de 5 años y Pablo Pájaro es el primero de cinco libros protagonizados por él -nos cuenta-. La idea detrás de esta mini-colección es fomentar la creatividad del niño y el desarrollo del lenguaje a través del cómic. A partir de ahí hay otros objetivos secundarios como son familiarizar al lector con los recursos narrativos del cómic; y otros de carácter más pedagógico planteando cómo interactúa el niño o la niña con su entorno, con su familia, sus relaciones sociales… Tengo que reconocer que estoy muy inspirado por el trabajo de Rudolph Arnheim, Edward de Bono, Rodari, Vigovsky…”
¿Cómo surge este proyecto? “Pablo es mi hijo de 5 años. Kíla es mi hija de 6. Como trabajo desde mi estudio en casa, pasamos bastante tiempo juntos cuando terminan el colegio. Los libros surgen como consecuencia directa del tipo de juegos que hacemos los tres. Todos ellos muy basados en fomentar la creatividad, aunque de manera muy natural y nada formulada”.
Realizar un cómic para niños a partir de 3 años, ¿ha supuesto un reto? ¿Te habías dirigido ya a un público de tan corta edad? “No. Nunca tan pequeños. Al principio me costó mucho pensar en cómo iba a hacerlo. He oído tanto a Sendak como a Ungerer hablar en contra de etiquetar a libros. Para ellos un libro es un libro independientemente de quien lo lea; y estoy de acuerdo. El hecho de que un libro sea “apto” para una audiencia infantil no quiere decir que haya que sacrificar la historia o el lenguaje visual. Y en ese sentido he intentado no tener demasiado en cuanta a quién va dirigido. Es decir, no he tratado de poner cortaduras en la historia o en ningún aspecto visual”.
Durante el proceso de elaboración, ¿pensaste mucho en el público al que iba dirigido? “Sí y no. Una vez que tenía claro lo que quería hacer, he olvidado a propósito a quién iba dirigido. La idea era abrir la audiencia tanto como fuese posible. De hecho, lo que pretendo con estos libros es que el lector (aunque no sepa leer) cree, hasta cierto punto, su propia historia. Para ello lo principal era crear secuencias bien departamentadas en la narrativa que fueran muy sugerentes. De manera que la lectura invite a aventurar que va a pasar antes de pasar la siguiente página o que líneas argumentales alternativas estén tan permitidas como sea posible. Crear todos esos “momentos” es lo que más me he parado a preparar cuando he creado el guión de los libros; independientemente de a quién va dirigido el libro”.
¿Qué dirías que tienen de característico las ilustraciones para este trabajo? “Cuando miro las ilustraciones de Pablo Pájaro, yo creo ver muchas influencias centro-europeas en lo puramente visual. Soy un gran admirador del trabajo de Max Velthuijs y creo que algo de eso se ve claramente en Pablo. Por otro lado, mi narrativa secuencial es muy cinemática. Así que creo que esas son las características más notables”.
“Cuando he ido enseñando a Pablo por ahí, otro comentario recurrente ha sido el relativo a la paleta de colores. Es muy saturada y limitada. La razón para ello era el poder diseñar usando contraste de la manera más directa posible. Además cuando primero pensé en los libros de Pablo, tuve la idea de serigrafiarlos en el estudio al que pertenezco (Blackstack Studio, Kilkenny). La primera versión del libro es en dos colores. Después, cuando empecé a enseñarlo por ahí me dijeron que ningún editor (en Irlanda y el Reino Unido que es el mercado donde me muevo) me iba a publicar algo que no fuese una explosión de color en cada página… Más o menos la regla era: menos edad, más colores hay que ponerle a todo. Aunque no comparto esa opinión, sí que decidí ampliar mínimamente la paleta. Al final estoy muy contento con haber tomado esa decisión. El libro tiene unos colores muy intensos y saturados pero las imágenes son perfectamente legibles. Thule ha hecho un magnífico trabajo en reproducir fielmente lo que yo había diseñado. Es un gustazo encontrarte con gente que le pone tanto cariño a lo que produce”.
¿Con qué técnica están hechas? “Tras darle muchas vueltas al proceso (casi toda mi ilustración es 100% digital) para Pablo Pájaro opté por volver al proceso tradicional de dibujo y entintado con plumilla tradicional. Hacía mucho tiempo que no entintaba fisicamente así que fue un gustazo estar tocando el papel y terminar todos los días con las manos manchadas. El segundo libro, Pablo Gato, aunque lo he dibujado igual, he terminado por redibujarlo todo en el ordenador; especialmente gracias a estar usando una tabla Wacom Cintiq (hasta ahora había usado Wacom Intuos). Aunque aún la sensación no es la misma que dibujar en papel, por fin es suficiente para tener el control en la línea equivalente al que se tiene cuando se entinta de manera tradicional… Y es mucho más rápido”.
“De todas formas, mi ilustración digital está fuertemente basada en los procesos de impresión tradicionales (linóleo, grabado japonés, serigrafía…) con lo que siempre intento que lo que hago tenga aspecto de haber sido trabajado a mano”.
Se trata de una serie de historias sobre Pablo, ¿cuál será la siguiente? “Las cinco historias, aunque son autoconclusivas, forman un arco argumental. La segunda, es Pablo Gato. En ella aprendemos más de Pablo y su entorno inmediato, sus relaciones con la familia y los animales que rondan la casa. Todo ellos aderezado con unas cuantas secuencias de acción, persecuciones, peleas… En fin, todo lo que una buena historia tiene que tener”.
¿En qué estás trabajando ahora mismo? “Los cinco libros de Pablo esán escritos pero ahora estoy empezando a secuenciar el tercero. Este es la parte del proceso queme lleva más tiempo y en la que parece que avanzo menos porque apenas tengo nada que enseñar y todo es dividir el texto en secuencias y probar formas de contarlas hasta que estoy contento con cómo funcionan y cómo la historia completa fluye de secuencia en secuencia. Al mismo tiempo estoy trabajando en otros dos libros ilustrados. Éstos son para jóvenes de 8 a 12 años. Uno es un libro sobre alpinismo y el otro es un western”.
“Aparte de ello estoy trabajando en dos novelas gráficas y alternando algunos trabajos de ilustración. Ahora acabo de terminar un poster para el Birmingham Royal Ballet; estoy haciendo otro para seragrafiar de un ciclo de cine/conferencias de Edgar Wright (Shawn of the Dead, Scott Pilgrim vs. The World) que el director firmará antes de que se pongan a la venta”.