Fixionaria 2, Juan Pez: “Hoy en día pienso que mis personajes son gente disfrazada de lo que siente”

Fixionaria 2, Juan Pez: “Hoy en día pienso que mis personajes son gente disfrazada de lo que siente”

Seguimos con nuestras entrevistas a los ilustradores e ilustradoras que han participado en alguna edición de Fixionaria Historias Ilustradas. Estamos en la segunda, dedicada a “El gato con botas”, y el encargado de ilustrar el capítulo 11 fue Juan Pez.

“El capítulo que me tocó ilustrar fue el 11, en él, el Gato con botas les dice a los segadores: “…si ustedes no le dicen al Rey que todos estos granos pertenecen al Marqués de Carabás, los harán picadillo de carne” -nos cuenta Juan. Me centré en los aspectos más importantes del capítulo: el Gato con botas, los segadores y el Rey”.

“En un principio hice a los personajes por separado y después superpuse las imágenes a tras luz para encontrar un equilibrio. Una vez conforme, me dispuse a unirlos dibujándolos de nuevo. El gato es gigante al lado de los segadores porque pensé que debía imponer miedo para que le hicieran caso, su tamaño es metafórico. La corona que señala centra la idea del mensaje que está comunicando”.

“Repetí tres veces uno de los varios segadores que dibujé. Viéndolos en detalle tienen como una esencia fantasmagórica. Manejé todo el proceso como un “collage dibujado” y por eso mismo uno está enterrado en el suelo y el resto entre los granos. Busqué que la escena fuera algo icónico, simple. Sin muchos detalles. Hay un pequeño homenaje en la ilustración, la hevilla del cinto que lleva el gato con botas es el cascabel que lleva siempre Doraemon en el cuello. Para la ilustración solo usé un lápiz 6B y tinta china aguada, el color después fue agregado en Photoshop”.

¿Cuando empezaste a ilustrar? “Empecé de muy chico, dibujaba cuando me quedaba a dormir en la casa de mis abuelos, en invierno. La tele tenía 3 canales de aire así que mi diversión era dibujar mientras tomaba el té”.

¿Como definirías tus ilustraciones? “Mis ilustraciones tienen un ambiente de melancolía y oscuridad. Juego mucho con el absurdo y el sin sentido. Las personas se derriten, cambian o se asustan sin saber de qué. Otros tan solo cierran los ojos para sentir lo que expresan (casi siempre es una cita o el verso de una poesía). Algunos son felices porque si. Viendo mis trabajos descubro que hay una necesidad de que la luz solo se centre en lo que quiero mostrar, el resto es penumbra o mancha. Hoy en día pienso que mis personajes son gente disfrazada de lo que siente”.

¿Con qué técnicas trabajas y con cual de ellas te encuentras mas cómodo? “Uso lápices y microfibras de diferentes valores, tinta china, acuarelas, pintura acrílica y a veces café. También utilizo materiales filosos como cuters o bisturíes para intervenir fotografías o revistas. Esto último es algo que le gustaba hacer a mi abuelo y que hace un tiempo adopté a mi trabajo. Lo veo como un camino alternativo a lo que acostumbro hacer en papel, casi como un recreo que me doy. Me resulta cómodo la tinta. El pincel y el plumín me dan la impronta que otro material no me da. Hay veces que solo uso lápices y después pinto en la PC… Todo depende del trabajo que haga. Por ejemplo para Fixionaria sabia que debía usar lápiz y aguadas”.

¿Donde han acabado tus ilustraciones? “Expuse una ilustración en el CEART (Centro de Arte de Fuenlabrada, Madrid). Se publicarán dos libros en los que he participado, uno es una antología de cómics que tratan sobre el fin del mundo y se editará en Colombia. El otro es en base a un proyecto llamado HoneyComb que se encarga de reunir, todos los años, trabajos de artistas urbanos e ilustradores de Argentina. Actualmente estoy haciendo cómics para Perú, Colombia, España y Argentina”.

¿Cómo se encuentra y cómo es la industria editorial para niños en tu país? “No estoy muy informado sobre el tema de cómo es la industria, pero si puedo decir que consumo mucho material apuntado a niños y adolescentes. Me interesa mucho la calidad gráfica de esas ediciones, la técnica que utilizan los artistas y las historias que cuentan también. Hay mucho ingenio, como un lenguaje compartido sea cual sea la edad de quien lo esté leyendo. Hay libros que realmente son geniales, un deleite visual. Deberían ver mi biblioteca”.

¿Qué opinas de los nuevos formatos como el libro electrónico y las aplicaciones para móviles y tabletas? “Pienso que la tecnología está para aprovecharla, estos nuevos formatos hacen que el trabajo de uno sea más accesible para todos, una de las ventajas, por mencionar alguna, son los enlaces multimedia que derivan al lector, por ejemplo, a la web del autor. Igual no me gustaría que el libro electrónico suplante a los libros. ¿Cómo remplazar la sensación de abrir un libro pop-up?

¿Estas trabajando en algún proyecto nuevo? “Estoy ilustrando un capítulo de “Los Sorias”, una novela de Alberto Laiseca. Después como proyecto propio estoy haciendo un diario en viñetas al que titulo “Diario esporádico de Juan Pez” ya que lo hago cuando tengo tiempo. Voy anotando en un cuaderno cosas que me van pasando, que creo valen la pena contar, y después las dibujo. A veces son cosas que pienso y ahí es cuando aparece Fuji que es un personaje imaginario (la sombra de una montaña) que interactúa conmigo para que la historia se desarrolle y funcione. Empecé con esto después de leer “American Elf” de James Kochalka. Después estoy terminando de escribir mi segundo libro de poesías, es probable que lo publique el año que viene”.

Juan elige…

¿Un ilustrador/a?
Max Cachimba.

¿Un álbum ilustrado?
“El corazón y la botella” de Oliver Jeffers.

¿Una técnica?
Tinta china y pincel fino.

¿Lápiz u ordenador?
Lápiz

Tu proyecto ideal…
Mi proyecto ideal sería una novela gráfica. Ya tengo la historia y los personajes esperando por mi.

Un cuento clásico…
El Mago de Oz.

Un lugar donde disfrutar de un álbum ilustrado…
En la cama los días de lluvia.