¿A Usted le gusta el mundo fantástico de Rébecca Dautremer? Ahora ya puede descubrir de nuevo todos los personajes de la famosa ilustradora francesa. “El Pequeño Teatro de Rebecca” se publicó en Francia (Editorial Gautier-Languereau) hace ya un año, y desde el pasado mes de noviembre lo tenemos en España de la mano de la editorial Edelvives.
Es un evento muy peculiar en la carrera de Rébecca, porque no es cualquier libro: es más una obra de arte. “De niña me encantaban los libros recortados, los pop-ups, los carruseles… Pero el Pequeño Teatro fue un poco un desafío, tanto para mi, como para el editor”, asegura Rébecca Dautremer. Así, la ilustradora ha usado el espesor del libro. Un volumen que cuenta con un centenar de páginas, recortadas como encajes por láser.
Esta obra, Rébecca la imaginó, y empezó a dibujarla en Photoshop. Pero nunca la había visto de verdad, en tres dimensiones, antes de que saliera de la editorial. La ilustradora tuvo ganas de reunirse con todos sus personajes, desde el principio. “Es una retrospectiva maja, he podido ver mi propia evolución técnica desde 1996. He mejorado el dibujo, el color. No lo tengo acabado, pero ahora, sé mas lo que quiero”.
Hizo un trabajo de escenificación para adaptar los personajes y los decorados, las escalas y los colores, hasta llegar a una armonización del todo, porque cada personaje aparece en su decorado de origen, con el texto relacionado.
“Hay que aceptar, como lo hacen los niños, el absurdo de los diálogos, porque son extractos de los libros precedentes. No he modificado nada. Entonces, el lector se mueve en algo bastante raro, donde el sentido mismo de las palabras vuelve a cambiar. A veces, parece que hay un intercambio entre los personajes, otras veces, no tiene sentido y es como un diálogo de besugos”.
El ambiente es muy peculiar, debido también a su propia técnica. Rébecca suele trabajar con un primer dibujo, y después con aguada. Antes de poner el lápiz en la hoja, Rébecca piensa mucho en lo que va a dibujar: “Hago pequeñitos croquis del tamaño de un sello, que solo llevan las masas en la escena, y las fuentes de luz”. A veces pasa por Photoshop, para trabajar los colores, pero: “nunca paso a la etapa siguiente sin saber lo que quiero, a donde voy”.
Otra curiosidad del Pequeño Teatro, es que se puede abrir como cualquier otro libro, de izquierda a derecha, pero también, se puede usar al revés, de derecha a izquierda. Por lo tanto, Rébecca no quiere establecer un modo de empleo. “Cada uno hace lo que le da la gana. A mi me gusta leer el verso de las páginas. Cuando se abre el libro de la forma habitual, se ve una vista general del Teatro. Pero igual se puede empezar por el final, y descubrir los personajes uno tras otro”.
En cualquier sentido, a los aficionados al trabajo de Rébecca les encantará reconocer a cada uno de sus personajes, identificar cada obra. Quizás este libro es un poco frágil para las manitas de los niños, pero a ellos también les gustará mucho, porque Rébecca sabe, como nadie, ofrecerles un viaje a lo fantástico.
En cuanto al éxito innegable de sus obras tanto en Francia como en otros países, Rébecca dice que no sabe el porqué. “No lo entiendo. Sólo hago las cosas con sinceridad, lo intento, trabajo mucho, a veces, no me gusta algo, y empiezo de nuevo. Lo que más me gusta son los detallitos, las cosas finas, pero no puedo calificar mi propio estilo”. Lo que si es cierto es que ella se siente mejor fuera de la realidad: “Me encanta lo extraño, no hay que ser demasiado realista”.
Según Rébecca, en Francia el tema de la ilustración funciona bastante bien, sobre todo para niños. “En Francia hay una oferta enorme, una libertad increíble. Para mi es el país donde hay que estar si eres ilustrador. Las condiciones son ‘menos malas’. Puedes lograr el éxito, pero eso puede irse tan rápido como ha llegado”.
Lo que cuenta para ella es el objeto libro, el papel, la tinta, su olor: “El Pequeño Teatro es lo típico de lo que nunca podrá existir en iPad”.
Pero a la ilustradora no le dan miedo las nuevas tecnologías. Por lo tanto, su próxima obra si tendrá una adaptación digital. Se trata de ‘Soie’ (Seda), que se ha publicado ya en Francia, ilustrando la novela del italiano Alessandro Barrico. Por primera vez, pone en imágenes un libro para adultos, una novela melancólica, contemplativa, para la cual se ha tomado bastante libertad, usando collages, lápiz: “quizás no la ilustré tal y como lo imaginaba la gente”. Aquí tendremos que esperar unos meses más para descubrirlo.
Esta entrevista ha sido realizada y redactada por nuestra compañera en Francia Marie Larpent.