Natalia Colombo ilustra una preciosa historia, un bonito cuento de esos que los pequeños se quieren llevar a la cama, para dejarlos en su mesita de noche, y que se los lean noche tras noche, antes de ir a dormir. Eso sí, el libro en su regazo, para seguir la historia con las ilustraciones. Hablamos de “Nidos”, un cuento de Pepe Márquez que edita Kalandraka.
Con Natalia hemos hablado sobre su trabajo en esta publicación. “Comenzó con una etapa en la que empecé a dibujar pájaros y luego a investigar sobre los mismos -nos dice Natalia Colombo-. Como construían sus nidos, de qué materiales, en qué lugares y cuales eran sus características. Digamos que fue una búsqueda enciclopédica. Pero no tenía historia para contar, sólo la curiosidad que me despertaba la diversidad de esta especie. A partir de esta búsqueda, Pepe Márquez, el autor del texto, inventó todo un mundo alrededor de estos personajes que estaban sueltos en un papel”.
“Las ilustraciones también tienen un carácter enciclopédico en cuanto a que se “presentan” cual catálogo. Sobre todo en la primera parte del libro. Luego comienzan a interactuar entre ellas y los personajes cobran vida, saliendo de la clasificación y entrando en lo particular de cada una”.
“Están hechas con acrílicos y lo que varió en este libro en cuanto a lo que venía haciendo es que la intención fue dejar a un lado el contorno estricto de la linea que contiene a los personajes y hacer más mancha, tratar de salirse de los limites y generar un trazo aun más gestual. Para eso utilicé pinceles más grandes que los que venía utilizando para poder perder ese control. También como característica es que uso una paleta reducida de colores. Azul, turquesa, rojo, blanco y naranja. Acotarme a esos colores hace que se convierta en un juego en el momento de hacerlo y se generan climas más interesantes cuando cada color toma protagonismo sobre los otros”.
“En mi trabajo diario experimento con diferentes técnicas como lápiz, tinta, marcadores de tempera, diferentes soportes de papel, y cada una tiene su comodidad y su desafío, pero es una búsqueda constante, ya que si no me aburro de hacer siempre lo mismo, aunque el estilo de mis personajes siga siendo el mismo”.
“El libro fue íntegramente hecho en conjunto. Fue un intenso proceso que llevó casi un año para poder estar cien por ciento conforme con los resultados. Muchas ilustraciones se hicieron y quedaron fuera porque el texto no las necesitaba y otras ilustraciones hicieron que el texto se modificara. Hubo mucha libertad en el hacer y sobre todo muchas pruebas. Lo importante era tener el libro que nos habíamos imaginado sin apurarnos y con mucho tiempo para ver cada detalle”.
De todos los animales, ¿cuál de ellos te resultó más difícil de dibujar y cuál más fácil? “Mmm, de los animales en verdad ninguno me resultó difícil porque ¡me encanta dibujarlos! Si me resultó difícil la doble página que es un nido con muchos huevos, la de la familia numerosa. Porque al no tener personajes con ojitos, piquitos y demás, se me complicó bastante y la hice muchas veces. Hasta el último momento dudaba si estaba bien o no. Y la que más fácil me fue y más me divertí haciendo es la de todos los pájaros juntos, inventar más de setenta variedades diferentes, todas distintas y con escasa paleta de colores, fue muy interesante”.
¿Dónde colocarías tu nido? Supongo que en un lugar peligroso no. “Que pregunta tan interesante! La he dejado para el final…. Creo que mi nido lo colocaría en cualquier lado, porque no sería eso lo importante, sino cuanto amor y protección haya dentro de el….”
¿En qué estás trabajando ahora? “Ahora tenemos un nuevo libro terminado con el mismo autor, Pepe Márquez, pero esta vez sobre un conejo bastante especial, y con una técnica diferente a la utilizada en “Nidos” y en la búsqueda de su publicación. Y tengo dos proyectos más que estoy trabajando para poder darles forma, ya que por primera vez iré a la Feria de Bologna y creo que será un gran lugar para poder mostrar mis trabajos y ver las cosas geniales que hacen mis colegas”.