“…Paladearlas, palparlas, sentir su forma, su sonido e incluso su aroma. Las palabras nos abrazan y nos comunican. Esta reflexión poética y artística nos acerca a los secretos del lenguaje y a cómo lo perciben los grandes creadores literarios”.
Así nos presenta la editorial Kalandraka “Palabras”, un precioso libro con texto de Jesús Marchamalo e ilustraciones de MO Gutiérrez Serna. Con ésta última hemos contactado para que nos contara un poco más sobre este proyecto y su trabajo en el mismo.
“Fui yo quien propuso a Jesús Marchamalo que hiciéramos un proyecto juntos, y él, una de la personas más generosas que conozco, me entregó el texto de “Palabras” -nos cuenta la ilustradora-.
“Desde que conocí a Jesús no ha dejado de sorprenderme con sus increíbles regalos y este libro es uno de los mejores. El escritor y académico Luis Mateo me dijo poco antes de presentar nuestro libro en La Central de Callao, en Madrid, que “si emprendes un viaje con Marchamalo, vas con la tranquilidad que te da la certeza de saber que acabará en un buen puerto” y, realmente, es así”.
“Para mí este libro nos ofrece una extraordinaria reflexión poética sobre la sinestesia de las palabras. Pienso que Marchamalo propone un viaje hacia nuestra propia capacidad para experimentar el aroma de las palabras, sentir su tacto, ver su sonido, saborearlas y escuchar sus colores en toda su intensidad”.
¿Qué dirías que tienen de característico las ilustraciones? ¿Hay algo nuevo o diferente respecto a otros proyectos? “Siempre es el texto el que me empuja hacia un territorio plástico concreto y, por eso, cada proyecto resulta diferente. En este trabajo, además, contaba con total libertad para elegir la manera de comunicar así que me pareció oportuno utilizar esa libertad para intentar sorprender al lector en cada página, distinguiendo la espontaneidad por encima de la coherencia”.
¿Con qué técnica están hechas? “Utilizo la fotografía, el collage, el dibujo y, sobre todo, la mancha, pero el proceso y el concepto son rotundamente pictóricos. La verdad es que soy más intuitiva que reflexiva y acabo trabajando con el material que tengo más cerca”.
¿Cómo fue el proceso de elaboración del libro? “El texto me parece magnífico y además hubo una sintonía perfecta con el autor, ambas cosas ayudan a que el proceso creativo fuera muy fluido. Sin embargo yo no tengo una manera de trabajar ni fácil ni ordenada. Mi estado de ánimo influye claramente en el resultado. Cambio mucho y rompo mucho y creo que los descartes son, la mayoría de las veces, caprichosos. Jesús demostró ser tremendamente paciente durante todo el tiempo que necesité para acabar nuestro libro, ya que le hice partícipe de cada modificación y, apenas se había “encariñado” con la ilustración que le llegaba a través de correo electrónico, le enviaba otra distinta. De hecho, si volviera a ilustrar cada uno de mis libros de nuevo, obtendría un resultado completamente diferente”.
¿Qué es lo próximo que veremos de Mónica en las librerías? “Últimamente estoy trabajando en varios proyectos a la vez pero no verán la luz hasta finales del 2014. Son libros ilustrados sin clasificación de edad o, como me divierte llamarlos, libros para adultos que me gustaría que leyeran mis hijas. En este sentido se está abriendo un nuevo camino muy interesante en el que yo me siento realmente cómoda. Creo firmemente en una ilustración universal con diversas lecturas de acuerdo, precisamente, a la diversidad de sus lectores”.
