Mamut y Pingüino son dos amigos inseparables. Viven en el Polo Norte, y eso les gusta, aunque haya que abrigarse mucho. Pero un día, bajo el suelo que pisan, suena un trueno, algo que alterará su vida y les llevará a conocer cosas que ni imaginaban.
Así nos presenta Edelvives “El inesperado viaje de Mamut y Pingüino”, una historia de Antonio Vicente que ilustra Miguel Ordóñez. Con éste último hemos charlado sobre este precioso libro, ideal para ocupar un espacio importante en las mesitas de noche de los más pequeños de la casa.
¿Cómo nació este proyecto? “Procuro tener siempre encima de la mesa, aparte de los encargos alimenticios, proyectos personales. En este caso, uno más con Antonio Vicente, amigo de la infancia y colaborador habitual. No recordamos exactamente pero creo que un día tomando cañas surgió la idea. Le dimos unas cuantas vueltas y al poco tiempo Antonio me pasó el texto”.
“Creo que la historia habla de la capacidad de adaptación, de ecología (sin dramatismos), de amistad y de la “aventura de la normalidad”. Lo que más me gusta de la historia es que lo deslumbrante de la aventura que viven en la ciudad no es mucho más que coger el autobús, hacer la compra, trabajar y hacer un picnic el fin de semana”.
¿Tú eres más Mamut o Pingüino? “Cuando vi la pregunta con Antonio pensamos “un fallo del cuento, no hemos diferenciado suficiente los personajes” jaja. En cualquier caso, siendo honesto, creo que más Mamut, por lo de peludo y patoso…”
¿Qué dirías que tienen de característico las ilustraciones para este libro? ¿Hay algo nuevo o diferente respecto a otros proyectos? “Intento contar lo máximo con los menos elementos posibles, me interesan las imágenes sencillas. Las ilustraciones de este libro son, creo, un desarrollo coherente de mi ilustración infantil, quizá en este proyecto he tenido más tiempo para diseñar los personajes, plantear las escenas y cuidar en general un poco más todo. Los proyectos editoriales trabajan con plazos de locos así que tener tiempo para darle vueltas a un trabajo es un privilegio”.
¿Con qué técnica están hechas? “Las ideas para los dibujos siempre nacen del clásico boceto a lápiz sobre cuaderno. Las ilustraciones finales son el resultado de dibujo, escáner y retoque digital donde añado texturas, color y composición definitiva”.
¿Cómo fue el proceso de elaboración del libro? “Después de esbozar la idea de la historia juntos, Antonio me pasó el texto. Me encantó y me puse con las ilustraciones y el diseño. Lo primero que hago es el diseño de personajes y la composición de color. Después las ilustraciones en orden. Cuando me atasco con una, cosa no infrecuente, me olvido de ella unos días y luego la retomo intentando olvidarme de lo hecho hasta el momento. También hago el diseño del libro a la vez que las ilustraciones. Me parece importante concebir el elemento tipográfico como parte activa de composición en la página”.
¿Qué es lo próximo que veremos de Miguel Ordóñez en las librerías? “Soy un ilustrador bastante versátil así que se puede ver mi trabajo en muy distintos contextos. Acabo de terminar un proyecto para Panera Bread, una cadena de panaderías americana, y la gráfica y las imágenes de un interesante proyecto de alfabetización contable para cooperativas agrícolas latinoamericanas”.
“Respecto a mis proyectos personales tengo entre manos un delirante proyecto de poemas ilustrados, un cuento de un “Rey mongolo” y casi acabado un proyecto literario musical con un amigo músico”.