Un día de sol el narrador de esta leve historia decide dar un paseo y llega hasta el puerto de su ciudad. Allí ve que acaba de llegar una caja sin remitente ni destinatario. Una señora elegante la reclama para sí: la caja contiene un vestido que le ha enviado su hermana. Enseguida el director del museo de cera la contradice, diciendo que en realidad la caja contiene esculturas para su museo. Llegan entonces el doctor, el alcalde, un policía, un científico, el banquero, la bibliotecaria, un excursionista, un niño, una cantante de ópera… Cada uno de ellos tiene sus pretensiones, pero al final…
Así nos presenta la editorial A Buen Paso la historia de “La Caja del Puerto”, escrita por Gemma Martí e ilustrada por Meritxell Duran. Con la autora de las ilustraciones hemos hablado sobre su trabajo en este proyecto, y lo que os ofrecemos en las siguientes líneas son sus respuestas a nuestras preguntas.
“Leí un cuento de Gemma y me encantó, le pedí que si tenía algo para ilustrar y me envió este texto”, nos cuenta Meritxell cuando le preguntamos por el comienzo de este proyecto.
¿Qué te pareció el texto la primera vez que lo leíste? “Divertido, sugerente y que tenía grandes posibilidades de ser ilustrado”.
¿Qué fue lo más difícil de ilustrar? “Cuando empezaba a complicarse el libro con tanta gente, era como buscar las mil diferencias. Había un gran trabajo de atrezzo”.
¿Con qué técnica están hechas las ilustraciones para este libro? “Dibujadas en lápiz, scanner y trabajadas en el photoshop. Al ser un libro con imágenes tan repetidas, lo mejor era trabajarlo digitalmente”.
¿Estas ilustraciones están en la misma línea de otros trabajos? “Si, aunque al ser el público más infantil, son mucho más coloristas e inocentes”.
¿Qué personaje te llamó más la atención? “Los personajes que me gustaron más fueron los trabajadores del puerto, porque en silencio padecen todos los egoísmos y caprichos de los protagonistas”.
¿Cómo fue el proceso de elaboración? “Lento. Aunque el texto parecía fácil en un primer momento, el libro se fue complicando a medida que iban pasando las páginas. Con Gemma, le iba pasando ilustraciones de vez en cuando, para que diera algún consejo, opinión o sugerencia”.
¿Qué opinas del resultado final? El libro en su conjunto. “El libro, esta mal que lo diga yo, es una joya. Es una colaboración sobre todo con Ariana Squilloni, la editora de A Buen Paso, que decidió hacer un álbum y, Miquel Puig, que ha sido el diseñador gráfico”.
“Como gran parte de los libros, o así debería ser, realizar un libro es un trabajo conjunto con diferentes profesionales, que cada uno aporta lo mejor para que la pieza final tenga un resultado espléndido. Como en este caso. Fue un placer trabajar con Gemma y Miquel. Gracias a Arianna otra vez por esta gran oportunidad”.