Marc Torrent y “Llora que llueve”: “Por mi parte creo que he conjuntado con acierto una estética ‘underground’ infantil con un buen desarrollo narrativo”

Marc Torrent y “Llora que llueve”: “Por mi parte creo que he conjuntado con acierto una estética ‘underground’ infantil con un buen desarrollo narrativo”

Nub es la nube más sonriente y alegre del cielo, tanto, que todos los demás quieren ser sus amigos. El día que ve que el cielo se pone oscuro y las otras nubes se ponen a llover, Nub tratará de imitarlas… Sin suerte. Su madre le explicará entonces que para poder llover tiene que esperar a hacerse mayor. Pronto es el cumpleaños de Nub y sus amigos le regalan una preciosa pelota que contiene todos los colores del arcoiris e incluso alguno más. Pero una cruel ráfaga de viento empuja tan lejos su pelota que se pierde y no hay forma de volver a encontrarla desatando una reacción inesperada.

“Si alguna vez quisiste ser una nube este es el manual que estabas buscando: nunca volverás a ver llover de la misma manera”. Esto es lo que nos dice la editorial “A Buen Paso” sobre “Llora que llueve”, un cuento de Mau Conill que ilustra Marc Torrent. Con éste último hemos hablado sobre su trabajo en este libro.

“Este proyecto lo planeamos juntos. Yo sabía que Mau se inventaba cuentos para sus hijas y un día le pregunté cuál era el favorito de ellas. No dudó ni un segundo y me contó una pequeña historia acerca de una nubecita que quiere ser mayor antes de tiempo. Me dijo que sus hijas le hacían repetir el cuento centenares de veces, hasta la corregían si variaba un poco el hilo argumental. Ellas estaban encantadas con este cuento”, nos dice Marc.

¿Qué te pareció el texto la primera vez que lo leíste? “Lo primero que pensé es que es muy bonito plasmar en palabras escritas aquello que has contado con tu propia voz. Llegar a este punto creativo es algo precioso. Cuando lo leí me pareció un cuento muy sencillo pero cargado de significado”.

“Lo más difícil fue crear un mundo de nubes verosímil, donde la necesaria apariencia de algodón me diese toda la libertad para poder dotar de personalidad a los personajes y poder crear cualquier forma y situación. Tuve que abstraerme bastante para pensar en un mundo parecido al nuestro pero a medida de estas nubes”.

“Aunque no lo parezca está todo dibujado por ordenador. Hay una gran cantidad de trabajo infográfico, usando texturas reales con herramientas digitales. El resultado final es muy cercano a la ilustración tradicional, es cálido y tiene mucha mancha, que es lo que quería para este cuento”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración? “Largo. Es mi primer álbum ilustrado y no quería que hubiese ningún punto flaco. Por eso redibujé todo el planteamiento inicial tres veces. ¡Al principio el libro iba a tener más de cincuenta páginas! Una locura, claro, demasiadas para una historia tan corta. Me dieron buenos consejos y conseguí reducir la estructura. Me esforcé para que cada imagen funcionase por sí sola y en conjunto, que todo tuviera continuidad y que se pudiera leer cierto subtexto en cada doble página. Para ilustrar ciertas situaciones recurrí a mis recuerdos de infancia. A todos nos han pasado cosas parecidas a las que le pasa a Nub, por esto hay imágenes de felicidad y alegría contrapuestas a otras que tienen sabor a desamparo y tristeza”.

¿Hubo algún trabajo conjunto con Mau Conill? “En este caso cada uno ha ido por su cuenta y no nos hemos metido con el trabajo del otro, a excepción de algún que otro comentario para mejorar lo ya hecho. Cuando trabajas con total confianza, conociendo las capacidades del otro, es muy fácil entenderse. Por mi parte he sido muy exigente conmigo mismo y Mau ha ido viendo distintas versiones de Nub y su mundo durante el proceso”.

¿Qué opinas del resultado final? El libro en su conjunto. “Estoy muy satisfecho, por mi parte creo que he conjuntado con acierto una estética ‘underground’ infantil con un buen desarrollo narrativo. Este libro, en su forma final, tiene un recorrido circular: hay un trabajo de diseño de guardas, portadilla y cubierta que nos ayuda a acercarnos al mundo de Nub y alejarnos de él plácidamente”.

“Hay mucho cariño en la producción de este libro, desde el tipo de papel, la encuadernación, el formato, la tipografía… Tanto el diseñador, Miquel Puig, como la editora de ‘A buen paso’, Arianna Squilloni, han trabajado con mucha dedicación para que este libro sea como es”.