Carlos Nine y “Barbazul”: “Utilicé papel entelado para óleo como soporte. Trabajé con óleos y retoqué con pastel… Me gusta ver huellas porque son la prueba irrefutable de que alguien pasó por ahí”

Carlos Nine y “Barbazul”: “Utilicé papel entelado para óleo como soporte. Trabajé con óleos y retoqué con pastel… Me gusta ver huellas porque son la prueba irrefutable de que alguien pasó por ahí”

Entre los cuentos maravillosos de Perrault, Barbazul se destaca por producir un profundo y genuino horror en el lector. Para crear a sus siniestro protagonista, el autor se basó en los crímenes reales cometidos por Gilles de Rais, un noble francés del siglo XV.

Esta edición de Libros del Zorro Rojo se engalana con las ilustraciones del genial ilustrador argentino Carlos Nine, llenas de colorido y desmesura y, a pesar de ello, apropiadas e inquietantes acompañantes de esta historia, llamada a ser protagonista de las pesadillas de niños y adultos por incontables generaciones.

Con estos dos párrafos nos presenta la editorial esta nueva publicación, de la que hemos querido hablar con el ilustrador Carlos Nine. “Fue una propuesta de “El Zorro Rojo”, Perrault es un autor que siempre me gustó, nunca envejece el tipo”, nos cuenta Carlos.

¿Qué se van a encontrar los lectores en las páginas de este libro?  “Se van a encontrar con un artefacto cultural difícilmente clasificable, como casi todo lo de Perrault, que era un cínico y no tenía empacho en acudir a fábulas perversas bastante explícitas para, a través de ellas, opinar sobre el mundo que le tocó vivir. Traté de acompañar con un tono similar, respecto de la imágenes”.

¿Conocías esta historia antes de este proyecto? “Si, por supuesto la conocía. Lo único que lamento es no haber podido reescribirla en clave policial, porque es ideal para hacerlo. Algún día lo intentaré, puede ser una gran novela negra”.

¿Qué dirías que tienen de característico las ilustraciones para este libro? ¿Hay algo diferente respecto a otros trabajos?
“Si, es bastante diferente a lo anterior, intenté darle un tratamiento pictórico. Me acordé de un tipo al que admiro hasta la devoción que promovía una actitud de constante riesgo para los dibujantes. Hablo de Alberto Breccia, un artista que celebraba el peligro como método para internarse en los diferentes barrios del oficio”.

¿Con qué técnica están hechas? ¿Es con la que trabajas habitualmente? “Utilicé papel entelado para óleo como soporte. Trabajé con óleos y retoqué con pastel. Al principio era bastante complicado hasta que tomé confianza y empecé a controlarlo. Yo creo que es interesante como técnica sobre todo para tipos como yo, muy sensibles a texturas y superficies, y que detesta la perfección anónima de la electrónica. Me gusta ver huellas porque son la prueba irrefutable de que alguien pasó por ahí”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración de este libro? “Hice muchos bocetos, y en algunos casos llegué a hacer hasta cuatro versiones de, por ejemplo, la muerte de Barba Azul. No encontraba el tono justo, y creo que era porque para esa altura de la elaboración de los personajes mis simpatías estaba totalmente volcadas a favor del hombre de la barba colorida. En cambio, en otras tuve más suerte. La ilustración de cubierta la hice en cuatro horas”.

¿En qué estás trabajando ahora? “Acabo de terminar un libro que creo que es el más importante que hice hasta ahora. Se llama “Rapport Visuel de la Ville de Buenos Aires et ses Environs”. Es un colección de relatos fantásticos que escribí sobre mi ciudad, y también funciona como un catálogo de obras. Hay lápices, tintas, carbonilla, óleos, pasteles y acuarelas, y sale a principio del año próximo en Francia. Se presenta en Angouleme, y en la feria del libro de París, en marzo, que este año estará dedicada a la Argentina”.