Cómic
Ana Belén Rivero, dibujos como la vida misma. La dibujante granadina participa en el Festival de Cómic de Mujeres de Granada
La ciudad de Granada acoge la segunda edición del Festival de Cómic de Mujeres entre el 28 y el 29 de noviembre. La iniciativa, que organiza la Asociación Cultural Entretanto Creando, tiene como objetivo dar promoción y visibilidad a trabajos de calidad realizados por mujeres desde la perspectiva de género y la transversalidad.
Una de las invitadas es granadina, aunque vive en Barcelona. Se trata de Ana Belén Rivero, con la que hemos podido charlar un rato. Por ejemplo, de este encuentro, al que considera importante por el hecho de visibilizar el trabajo de las autoras, algo que siempre es bueno. Además, nos recuerda que hay muchas mujeres, más que nunca, que están dando mucho que hablar en este mundillo. Además de tener en cuenta que siempre es positivo el intercambio entre profesionales, y el hecho de que los asistentes al Festival pueden saber un poco más sobre las autoras.
Ana Belén ha dibujado toda la vida. Es licenciada en Bellas Artes. Hace diez años hacía viñetas, pero llegó un parón en su vida creativa en este sentido, y se orientó un poco más al diseño gráfico. Hasta que, de pronto, hace aproximadamente un año, hubo un punto de inflexión. Ella decidió irse de vacaciones, «con mi coño». Así arrancó un cuaderno, con dibujos sencillos, «sin más pretensión que la de una broma entre amigos». Pero los seguidores empezaron a crecer, los medios de comunicación se hicieron eco y el tema se viralizó.
«Las mujeres se ponían en contacto conmigo, y me decían que era muy importante lo que estaba haciendo. No querían que estos dibujos se quedaran en un cajón, pedían el libro», nos cuenta Ana Belén. Así que se puso manos a la obra y arrancó una campaña de crowdfunding para que ese cuaderno se convirtiera en una publicación, en la que «hice un esfuerzo por dibujar un poco mejor».
Pidió 4.000 euros, y en 36 horas consiguió su objetivo. Llegó a alcanzar la cantidad de 12.000 euros, a través de 700 mecenas. Así nació «Somos pobres en euros pero ricos en pelos de coño», una publicación que ha vendido ya 1.000 ejemplares, en gran medida por el boca-oído, pero que también cuenta con sus detractores. Más allá de ese título, hay una situación personal de no tener trabajo, y decidir salir adelante. Es mucho más serio, aunque el humor siga siendo la clave. «El hecho de ser capaz de reírse de uno mismo, de sus problemas, al final la gente si siente liberada». ¿Cómo puede ofender tanto una palabra que forma parte de nuestro vocabulario en el día a día? Se pregunta esta autora. «Si no tenemos uno, hemos salido de uno», afirma.
En el libro podemos encontrar una justificación del mismo, una parte dedicada a la infancia, con todos los términos que se utilizan para evitar esta palabra, la adolescencia, el despertar sexual, las expresiones literales, la menstruación, consejos para ser feliz… Respecto a la técnica que utiliza, encontramos la tinta y el dibujo digital.
Eso si, Ana Belén (que no volverá a dibujar más sobre esta temática) cuenta que «me va a costar que me quiten la etiqueta». Por delante tiene ahora el «CoñoTour» para presentar su libro, que cuenta además con una edición especial. Y seguirá trabajando, porque ya lo ha hecho antes, con la ilustración fuera del papel, en otros soportes, como bolsos y camisetas. Aunque su próxima linea de productos será una colección de braguitas…
Actualidad
Mayte Alvarado nos acerca a la figura de Gabriele Münter
Paisajes nevados y centelleantes. La montaña, imponente. Los Alpes y sus tierras azules inspiraron a la pintora alemana Gabriele Münter algunos de sus mejores cuadros. Fundadora y miembro del grupo artístico El Jinete Azul, desempeñó un papel fundamental en el desarrollo del expresionismo alemán de comienzos del siglo xx. La ilustradora Mayte Alvarado se asoma a las etapas vitales de Gabriele Münter, desde su llegada al pueblo de Murnau, pasando por su estancia en París, y recrea como parte del escenario de la novela gráfica los propios cuadros de la pintora alemana. Un paseo al ritmo de las cuatro estaciones por el arte de Münter, muchas veces injustamente eclipsado por su relación sentimental con Kandinsky. ‘Gabriele Münter. Las tierras azules’ es una coedición entre Astiberri y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con motivo de la exposición ‘Gabriele Münter. La gran pintora expresionista’ que se puede visitar en Madrid hasta el 9 de febrero de 2025. Con Mayte hemos charlado un poquito más sobre su trabajo.
¿Cómo nace este proyecto? Mayte Alvarado: “Este proyecto es un encargo de la Fundación Thyssen-Bornemisza y la editorial Astiberri. Forma parte de una línea de cómic en la que la institución y la editorial llevan trabajando ya unos años, con varios títulos a sus espaldas y que está asociada a determinadas exposiciones desarrolladas por el museo. Este “Gabriele Münter, las tierras azules” se publica coincidiendo con la inauguración de la exposición “Gabriele Münter. La gran pintora expresionista” en el Thyssen, que supone la primera retrospectiva de la artista en nuestro país”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Te diría que no van a encontrar un cómic biográfico al uso. En la contraportada del libro aparece la frase “Un paseo al ritmo de las cuatro estaciones por el arte de Münter” y creo que es una buena definición. El cómic está formado por cinco fragmentos en la vida de Münter imaginados a partir de cinco cuadros de la artista y que tienen como hilo conductor el paso de las estaciones”.
“En muchas pinturas de Münter aparecen reflejados momentos de su propia vida: autorretratos, escenas cotidianas, personas que conoció, lugares que visitó… -nos cuenta Mayte Alvarado-. Lo que crea una relación muy especial entre su vida y su obra, al menos es así como yo lo percibo. Me pareció que era una bonita idea trabajar sobre esa relación, que ese debía ser el punto de partido del cómic”.
“Lo que he hecho, básicamente, es colocarme frente a un cuadro (no de manera literal…) e imaginar una escena a la que podría pertenecer ese instante detenido en la obra. Hacerme preguntas como ¿de qué estaban hablando?, ¿a dónde iba?, ¿de dónde venía? y darles una respuesta. Ha sido un proceso bastante divertido y aunque estoy hablando de imaginar todo el rato, en todas estas escenas hay apuntes biográficos de la vida de la artista debidamente documentados. Creo que si estás trabajando sobre una persona real tienes una cierta responsabilidad con esa vida a la hora de representarla”.
¿Cómo ha sido el trabajo de documentación e investigación para este proyecto? “Para la documentación he contado con la ayuda de la Fundación, especialmente de Marta Ruiz del Árbol, Conservadora de Pintura Moderna en el Museo Thyssen. Tuvimos varias reuniones online en las que Marta nos habló de la vida de Münter y de la exposición que estaban preparando -continúa Mayte Alvarado-. Toda esa información se convirtió en los cimientos sobre los que construir el cómic. En la documentación posterior hay una doble vertiente. Por un lado, la documentación gráfica: cuadros, muchos cuadros de la artista, fotografías de ella, de sus conocidos y de su casa en Murnau, que es donde se desarrolla la mayor parte de la historia y luego, más cuadros. Y por otro, documentarme sobre su vida, sobre el contexto histórico en determinados momentos, sobre ‘El Jinete Azul’ y sobre la vida de otros artistas que aparecen en el cómic. Aunque sepas que muchas de esas cosas luego no van a aparecer en el libro, creo que cuanta más información manejes, mejor. Además, yo al menos nunca sé dónde voy a encontrar lo que me interesa, los pequeños detalles que me van a servir para darle forma a la historia, así que he intentado documentarme todo lo posible y de una manera amplia”.
¿Qué ha supuesto para ti el descubrimiento de la obra de Münter? “Gabriele Münter es una artista bastante desconocida en nuestro país y, tengo que reconocer, también lo era para mí hasta que recibí la propuesta para hacer este cómic. Ha sido una experiencia muy bonita poder descubrir su obra y su vida trabajando en este cómic. Lo he disfrutado mucho. Creo que dibujar y escribir sobre “algo” es pensar sobre “algo”, así que he debido pensar mucho en Gabriele Münter durante los meses que he estado trabajando en este libro. Ha quedado vinculada de alguna manera a mí trabajo a través de este libro”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “No sé muy bien qué contestar a esta pregunta… Es un proyecto un poco particular porque yo quería que la obra de Münter estuviese muy presente en todo el cómic y toda la parte gráfica está basada en su obra. Aún así, no he sentido en ningún momento que tuviese que forzar mi estilo, ha sido un proceso muy natural y fluido en el que he estado muy cómoda. No siento haber hecho algo diferente, me reconozco en las todas las viñetas y me gustaría pensar que también se puede reconocer a Gabriele Münter en ellas. Podríamos decir que si el cómic funciona a nivel visual (o no) sería mérito (o no) de Héloïse Guerrier, editora de Astiberri, por pensar en mí para este proyecto”, asegura Mayte Alvarado.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Las páginas están realizadas con acrílico sobre papel. Una vez acabadas, las escaneo y ya integro los bocadillos y los textos con el ordenador. Así que mi forma de trabajar es bastante tradicional”.
Háblanos un poco del proceso de realización de este libro. “Desde el principio tenía claro que quería partir de la obra más que de la vida de Gabriele Münter para hacer el libro, pero no veía claro qué camino tomar. Estuve dándole vueltas a cómo hacerlo y fue a partir del cuadro “El desayuno de los pájaros” que me surgió la idea de tomar las estaciones como hilo conductor y como referencia del paso del tiempo. A partir de ahí, ya todo cuadra”.
“Elegí los cuadros a partir de los que podía crear una narrativa para la historia y a qué episodios en la vida de Münter los podía enlazar. Con eso ya tenía el esqueleto del cómic. Me gustó mucho la idea desde el principio, la veía muy claramente y sabía hacia donde quería trabajar. No suelo escribir un guión muy detallado antes de empezar a trabajar, con tener una idea general me vale. En este caso, la documentación, el guión y las páginas las he ido haciendo al mismo tiempo”, confiesa Mayte Alvarado.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún nuevo proyecto? “Durante los últimos dos años y medio he estado trabajando en dos cómics de encargo, ambos dedicados a figuras de pintores. Uno en el que solo me he encargado de la parte gráfica y que aún no se ha publicado y este “Gabriele Münter, las tierras azules” en el que me encargo tanto del guión como del dibujo. Ahora me estoy tomando un breve descanso y pensando cuál será el siguiente paso. Lo que realmente me apetece es embarcarme en un proyecto de cómic de ficción más personal, si bien también entiendo este cómic sobre Gabriele Münter como un trabajo bastante “mío”, por la libertad que me han dado tanto desde el Thyssen como desde Astiberri. He podido hacer el cómic que quería hacer y agradezco mucho la confianza que han depositado en mí y en la idea que tenía para este proyecto. También estoy dándole vueltas a una vieja idea para un cómic infantil, que es algo que me apetece probar hace bastante tiempo pero para lo que nunca encuentro el momento”.
Actualidad
Keum Suk Gendry-Kim y ‘Mañana será otro día’
Bada y San, una pareja de treintañeros, tienen dificultades para concebir un bebé. Cansados de no lograrlo, y de escuchar comentarios de todo tipo, deciden someterse a un tratamiento de fecundación in vitro. La sociedad surcoreana, que conserva aún fuertes rasgos tradicionales, impondrá sin reservas sus expectativas sobre los jóvenes aspirantes a padres… incluso cuando las cosas no vayan bien. A través de esta historia, Keum Suk Gendry-Kim nos cuenta el drama que viven muchas parejas: los retos físicos y psicológicos a los que se enfrentan, las opiniones sesgadas de familiares y amigos dependiendo de si hablan de la futura madre o del futuro padre, la falta de empatía de la comunidad médica… ‘Mañana será otro día’ es una tragedia íntima, inspirada en la experiencia personal de la autora, pero que conectará a las lectoras y los lectores de uno y otro continente, nos cuenta la editorial Reservoir Books. Con ella tuvimos un pequeño encuentro en Málaga y pudimos charlar sobre este libro.
¿Cómo nace este proyecto. ¿Dónde está el origen de este libro? Keum Suk Gendry-Kim: “Yo tengo más o menos 50 años, cuando llegamos a esta edad, ya sea un hombre o una mujer, tenemos cambios en el cuerpo, entonces nosotros sabemos que el cuerpo y la mente siempre están unidos, entonces funcionan juntos de alguna manera. Teniendo esta edad, recordaba lo que he experimentado cuando tenía 30 años, en ese momento intenté varias veces tener un niño o un hijo, pero al final fracasé, y también esos recuerdos que he experimentado con mi propio cuerpo, digamos un cuerpo femenino, reflexionando todo lo que me pasó en ese momento, desde ahí empecé a escribir”.
A priori escribir sobre uno mismo puede parecer más fácil, porque es algo que se conoce. Pero también exponerse y hablar sobre uno mismo puede ser más difícil. Para usted es más fácil o dífícil? “Antes de nada me gustaría comentar que todo lo que está escrito en el libro, no puedo decir que es todo real, porque se trata de mi historia, de mi familia, de las personas de mi alrededor, entonces para protegerlos también he cambiado el ambiente de familia, y luego la imagen de la familia, he cambiado algunos elementos, entonces puedo decir que esto es una autobiografía, pero ficcionada, con ficción, y obviamente estoy de acuerdo de que contar mi propia historia no es fácil, es bastante difícil, aunque es un poco diferente de contar una historia real. Por ejemplo, lo que ha pasado con ‘Hierba’ o con ‘La espera’, no hace falta hacer muchas investigaciones, sin embargo es bastante difícil contar la propia historia, la de una misma, porque tienes que volver a ver, tienes que volver a encontrarte a ti misma de ese momento, o de tus dolores de ese momento, etc”.
“Pero lo que quería transmitir en este libro no eran los dolores que había sufrido en ese momento, sino también el proceso de autoconsolidación, la consolidación que he tenido hasta ahora, entonces a través de dibujos que he dibujado, a través de texto que he puesto, ha sido un proceso de autoconsolidación más bien”, afirma Keum Suk Gendry-Kim.
Háblanos un poco de tus ilustraciones para este cómic. ¿Qué dirías que tienen de característico o qué hay de diferente respecto a otros trabajos? “Esta ilustración, estos dibujos, es un poco diferente de otras obras que he tenido, pues no puedo decir que esto es una ilustración de color blanco y negro, especialmente en este libro yo he usado papel tradicional coreano, que se llama hanji, y luego también he usado tinte coreano y luego pincel coreano. Además aquí yo di mucha importancia a ese encuentro de papel coreano con agua, porque cuando usamos tinta tenemos que mezclar con agua, cuando la protagonista está haciendo la fecundación in vitro, entonces percibe muchos cambios del cuerpo y luego muchos diferentes sentimientos, quería expresar esto con muchos tonos grises, porque quería expresarlo de una forma tranquila, no es que cuando te duele gritas para mostrar ese dolor, sino que el agua, el papel absorbe el agua, igual que esto, fluyen esos sentimientos tristes en tu mente, en tu cuerpo. Entonces quería expresar esto con esos tonos grises. Por último, en último capítulo, he acabado el libro con diversos colores, puesto que quería transmitir ese mensaje de esperanza, y porque cada uno, los dos protagonistas, han encontrado su felicidad de otra forma, y por eso he acabado con varios colores”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Yo pienso que la técnica siempre está muy conectada con la mente de la autora -continúa Keum Suk Gendry-Kim-, entonces sobre todo este libro se trata del cuerpo humano, específicamente el cuerpo femenino, entonces nosotros ya sabemos cuando estamos embarazados, dentro de una bolsa está el agua para proteger el feto, y luego por otra parte nuestro cuerpo está compuesto por agua, entonces yo daba mucha importancia al agua en este trabajo. Cuando empezaba a dibujar, a veces primero echaba agua en el papel tradicional coreano, y después echaba gotas de tinta, o a veces al contrario, primero tinta sin agua, y luego echaba agua después, para expresar diferentes situaciones, diferentes sentimientos que le han pasado al protagonista y a la protagonista”.
“Además me gustaría mencionar una cosa más, yo cuando trabajo, cuando hago este tipo de obra, si algo pasa, pues si se cae una gotita de tinta y tal, que no es intencionado, aunque no era mi intención, lo dejo así, yo respeto eso también, además sobre todo al usar mucha agua y tinta, pues muchas veces sale diferente, no puedo controlar, sale diferente de lo que yo imaginaba, pero lo respeto siempre, porque pienso que es la misma cosa que los hombres, los seres humanos intentan, se esfuerzan mucho para obtener algo, pero al final no siempre sale tal y como quieren, entonces aceptarlo y luego respetar lo que ha pasado también, creo que es una forma muy importante, por eso yo siempre intento trabajar de esta manera”.
En este cómic hay muchas cosas que podrían ser un reportaje sobre, por ejemplo, la fecundación in vitro. En otros libros, como ‘Hierba’, hay un personaje que realiza entrevistas y la propia historia es un reportaje sobre algo que sucedió. ¿Se siente en algunos casos como si estuviera en la piel de un periodista? “Primero la respuesta es no, porque tampoco he sido formada -asegura Keum Suk Gendry-Kim-. Estoy haciendo varias entrevistas, no solamente en Corea, sino también fuera de Corea, pero cada vez que hago una entrevista, pues pienso que no tengo talento como periodista, sin embargo yo creo que todo esto se ha sentido de esta forma, usted lo ha sentido de esta forma, porque yo tengo esa curiosidad positiva hacia seres humanos, siempre pienso quién es ser humano, qué es el ser humano, y luego pienso mucho el amor sobre el ser humano, pienso que no hay razón de vivir, no hay por qué vivir si no existe, si no tenemos una persona que amamos. Al mismo tiempo los seres humanos son fuertes, y también son débiles. Todo esto son preguntas que me lanzo a mí misma. A mí me gusta, personalmente, encontrarme con cualquier tipo de persona, hablar con ellos y escucharlos, creo que, como tengo esta curiosidad y tengo esta afición, debido a esto, ha sentido que tengo esos rasgos de periodista”.
Cómic
Enrique Quevedo nos lleva de ‘Viaje a la luna’
En 1902 el ilusionista y cineasta francés Georges Méliès estrenó la película Viaje a la Luna, donde se cuentan las peripecias que vive un grupo de astrónomos para llegar al satélite natural de nuestro planeta y lo que después hallaron allí. Ahora, llega su versión en cómic donde la aventura y la diversión están aseguradas. ¡Buen viaje a la Luna! Con estas palabras nos presenta Sallybooks este cómic de Fran Nuño y Enrique Quevedo. Con éste último charlamos un poquito más sobre ‘Viaje a la luna’.
¿Cómo empieza este viaje? Enrique Quevedo: “Pues el viaje empieza poco a poco. La admiración por el genio de Méliès es evidentemente la primera piedra, el amor al cine la segunda y las ganas y el reto que suponía hacer un cómic, la tercera. Las películas que veía de niño en el cine de verano de mi abuelo y en un pequeño proyector que teníamos en casa en el que se podían ver películas en súper 8 sin sonido, eso sí, hicieron mucho. Una de las que veía cientos de veces era algún fragmento de La diligencia y algunas películas de aquellas primeras de Disney. Ver a todos aquellos personajes en movimiento era algo mágico. Como el cómic, o eso dicen, es el cine que hacemos los que no podemos hacer cine, no quedaba más que echar mano del papel y empezar a dibujar viñetas para intentar dar vida, en este caso, a aquellos astrónomos de Méliès’
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán a seis personajes entrañables que hacen un maravilloso viaje de ida a vuelta a la luna. Una divertida aventura que Fran y yo hemos intentado relatar en viñetas siguiendo lo más fielmente posible el viaje que el genio francés contó en la película. Eso sí, como tampoco pretendíamos repetir tal cual lo que en la película ocurre decidimos aportar algunos detalles que no aparecen en la misma”.
¿Cómo fue el trabajo con Fran? “Con Fran bien, como siempre -asegura Enrique Quevedo-. Cuando le enseñé las páginas que tenía dibujadas y le propuse que se subiera a la nave para iniciar este fantástico viaje no lo dudó ni un momento. Ya sabía de su amor por el trabajo de Méliès y sus ganas de trabajar en un cómic, así que era evidente que por esa parte no iba a haber problema. Son ya algunas aventuras juntos y nos conocemos bien, así que le dije que lo único que le pedía es que él se encargase de esa parte que no me gusta nada que es la de enviar a diferentes editoriales el proyecto. Él se encargó y Sallybooks nos acogió”.
“Luego, una vez que ya empezamos a trabajarlo juntos sí que hubo mucho intercambio de pareceres, de ideas, de cosas que íbamos cambiando o de detalles que yo añadía al guión o él al dibujo. Cuando hemos trabajado el álbum no ha ocurrido así. He trabajado el texto y salvo alguna pequeña indicación, poca cosa más”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “No hay mucho de nuevo, creo que se trata más bien de una evolución natural -nos cuenta Enrique Quevedo-. Están trabajadas como los últimos álbumes que he hecho y que comenzó más o menos con ‘A veces me aburro’, para Tres Tigres Tristes o el ‘Libro Libresco’ para A buen paso, ambos con texto de mi querido Juan Arjona. Dibujo a mano, color digital”.
¿Con qué técnica trabajaste? “La técnica no es complicada, dibujo manualmente con estilógrafo o rotuladores calibrados los personajes y los fondos por separado y los voy escaneando. Esas imágenes las recorto y limpio digitalmente y sobre un planteamiento o boceto inicial, monto la viñeta en el ordenador como si de un collage se tratase. Luego se construye la página, y así se va completando el tebeo. El color es también digital y para esta fase del trabajo el apoyo de nuestra colorista Luz Marina Salas, ha sido fundamental”.
Háblanos un poco del proceso de realización de este cómic. “Más o menos te he contado cómo se construyó, pero te puedo añadir que el proceso ha sido duro, bastante duro. Y lento -continúa Enrique Quevedo-. En la vida hay imprevistos uno detrás de otro y todo se alargó en el tiempo. De hecho se retrasó la entrega a la editorial prácticamente un año, hasta que sentimos que la cosa ya estaba preparada para la imprenta. ¿Cambiaría muchas cosas? Sí, evidentemente. Me cuesta mucho dar por acabado cualquier trabajo; necesito que sea lo mejor posible y siempre quedan cosas. Imagina en un cómic. Pero como hay que cortar en algún momento, el de este ‘Viaje a la luna’ llegó y así lo acepto. Ahora bien, también te digo que lo cerré cuando mejor conocía a los personajes. Lo podría volver a dibujar sabiendo mucho más que cuando lo empecé’.
Hasta ahora siempre hemos hablado de álbumes ilustrados. ¿Este es tu primer cómic o ya lo habías trabajado anteriormente? “Es mi primer cómic. Como te decía, tenía pendiente el reto de dibujar uno y ya lo tengo. Las viñetas ya las trabajé en ‘A veces me aburro’, aunque evidentemente de una manera muy diferente y sin el nivel de exigencia y de trabajo que traía consigo este proyecto”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Pues ahora mismo estoy descansando un poco de 13 años sentado en la mesa de dibujo. Hay cosas por ahí pendientes, algunos primeros dibujos para otro cómic, pero lo que ahora mismo me interesa muchísimo es la animación 2D. A ver por dónde sale todo esto”.
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