A Pepe Larraz lo conocimos en Sevilla. Sentado en una pequeña mesa junto a otros dibujantes a un lado, y con los fans deseosos de una dedicatoria al otro. No paró de dibujar durante todo el tiempo que estuvimos por allí, y nuestra conversación se limitó a una escueta presentación mientras seguía dibujando.
De vez en cuando lo interrumpía otro dibujante, Carlos Pacheco, que ese día no contaba con las herramientas idóneas y se las pedía prestadas a Pepe. Y siguiendo con lo divertido de toda esta historia, nos llamó mucho la atención el lugar en el que Pepe guardaba sus rotuladores: un estuche de princesas Disney.
“Fue circunstancial, pero creo que se volverá habitual -nos dice Pepe Larraz-. Me lo regaló una de las organizadoras del Encuentro de Sevilla, porque yo no tenía dónde transportar los rotuladores. He pensado en inventarme una historia para cada vez que me pregunten el por qué lo sigo llevando, como las cicatrices del Joker de Nolan. Una de las razones para tenerlo podría ser que estamos hablando de ello ahora mismo. Eso ya es algo”.
¿Cómo decides dedicarte a dibujar y cómo fueron los inicios? “Fue desde muy pequeño, al principio, hablamos de cuando tenía cuatro o cinco años; solía modelar plastilina primero y barro más tarde, es algo que hacía desde la guardería. Después pasé al papel, porque me permitía hacer cosas más grandes, que modeladas hubiera tardado mucho. Mi madre dice que nos castigaba a mis hermanos y a mí encerrándonos con un lápiz y un papel, porque era la única manera de que estuviéramos tranquilos sin zurrarnos. Así que supongo que ella es la culpable, en gran medida. Bueno y también que yo era muy trasto y pasaba mucho tiempo castigado. Poco a poco me di cuenta de que me encantaba contar historias dibujadas, que me iba inventando según las dibujaba. Así era a la vez el autor y el espectador”.
¿Cómo fue ese primer contacto para poder trabajar con Marvel y cómo fue ese primer trabajo? “Costó mucho, la verdad. Al principio hasta que decidí que podía intentarlo. Siempre tienes la idea rondando, si te dedicas a esto de los tebeos, pero en mi caso no me veía con el nivel para ponerme delante de Marvel y decir, “dadme trabajo”. Fue gracias al apoyo de la gente que tenía alrededor que me convencí de ello. Después empiezas con pruebas y entrevistas en distintas convenciones. Consigues un par de direcciones, y sigues probando, enviando… La mayor prueba no son las páginas, sino la paciencia, el aguante. Soportar meses de pruebas y “good stuff Pepe, keep in touch”, pero no conseguir entrar. Y de repente, cuando ya crees que no va a salir, ese día te escriben”.
“En lo referente al primer trabajo, hay dos cómics que considero el primer trabajo en Marvel: uno, el primero cronológicamente, sería un ‘Adventures’ del Capitán América y Hulk, que nunca fue publicado. En mi opinión, con muy buen criterio por su parte. Y el segundo, seis meses después, es el que inicia mi relación laboral más continuada, el fill-in con Canete de la miniserie de New Avegers: Luke Cage. (fill-in es cuando un dibujante no consigue terminar a tiempo sus páginas y llaman a un segundo para que complete el trabajo)”.
¿Cómo llegaron los demás? Háblanos de Spidergirl y de Thor. “Después de ‘Cage’ hice algunos números completos (‘Web of Spiderman’), algún fill-in más (‘Klaws of the Panther’) y mucha historia corta (Captain América, Nomad, X-Men, Hulk) hasta que me llega mi primera miniserie, ‘Spidergirl’. Tenía su miga porque habían cancelado la regular y era la última oportunidad de ver a Anya Corazón en acción. Cambié mi técnica al lápiz retocado por ordenador e intenté hacerlo lo mejor que pude. Por desgracia, los tiempos no me permitieron mucha labor de diseño previo y algunas de las criaturas no me convencen demasiado, pero aprendí mucho con la serie. Sobre todo cosas que NO hay que hacer…”
“La historia con Thor ya se ha contado mucho, así que seré breve. Entré por expreso deseo de Pasqual Ferry, al que admiro y tengo la suerte de llamar amigo (amic, porque es catalán). Me considero afortunado, he conseguido trabajar codo a codo con varios de mis dibujantes favoritos. Esto no lo hace mas fácil, al contrario, te hace querer dar más, exigirte más. Y una serie como Thor… En una entrevista en Canal Sur dije que lo que pensaba cuando me ponía a trabajar en Thor era ”intenta hacerlo cada vez mejor y sobre todo, no cagarla”. Es dificil no pensar en quien te ha precedido en la serie, pero nunca dejé que se me subieran los humos. Fue un auténtico ascenso para mi, aunque intenté mantener la cabeza fría, pasármelo bien y disfrutarlo, que es importante. Si tu no disfrutas con tu trabajo, es casi imposible conseguir que alguien lo haga”.
¿Cuál es el ritmo de trabajo que llevas con Marvel? “Bueno, cualquiera que lo conozca te dirá que el ritmo es acelerado y dentro de lo que cabe (a ver, que no picamos piedra) pero no es un trabajo fácil. Comparado con el trabajo de un dibujante en un mercado como el Francés, que es del que más referencias tengo, hay que hacerlo a mucha más velocidad tratando de no perder calidad. Cuando amigos míos me dicen que han hecho una viñeta en un día, me muero de envidia”.
“Muchas veces el ritmo americano no te permite mimar el dibujo como querrías. Son 20 páginas, a página al día, (a veces más, a veces menos, mi ritmo actual son cuatro páginas acabas por semana, pero intento hacer cinco por si tengo que cambiar cosas, tener tiempo al final). Pasqual me dijo una vez: ”si la cagas en la página cinco, arréglalo en la seis, pero no vuelvas atrás”. A veces se hace duro, porque no siempre tienes un buen día y eres consciente de que estás entregando algo que no está a tu nivel, pero, como se suele decir, “hay que saber convivir con páginas de mierda”.
“Vaya, parece que solo hablo de lo malo. No es así, he de decir que me encanta mi trabajo y poco a poco vas aprendiendo, afinando, para que las cosas salgan como tú quieres. Y se disfruta muchísimo. Pero conviene también retratar que no es todo un camino de rosas”.
¿Cómo dirías que son o cómo dice la gente que son tus dibujos? ¿Qué tienen de característico? “En realidad no lo sé. Yo cuando miro un tebeo mío solo veo los fallos. Hey! ¡No os riais! Es una pregunta para que te la respondan los lectores, no yo. Yo solo intento mejorar lo que veo que no funciona, pulir lo que sí funciona y mantener un equilibrio entre las horas que paso en el tablero y el resto de aspectos de mi vida. Ha sonado muy a pureta ¿verdad? Maldición…”
¿Qué técnica usas a la hora de dibujar? “Desde que entré en Marvel he usado tinta a pincel, a plumilla, a rotulador, tantas variantes que creo que no hay dos tebeos míos con el mismo acabado antes de Spidergirl. Me estaba buscando, artísticamente hablando. En Spidergirl empiezo a acabarlo todo con el lápiz, como hago en Thor, pero ni siquiera en ambas series lo uso de la misma manera. En Spidergirl meto aún masas de negro por ordenador. Cuando llego a Thor, por influencia de Pasqual y por adecuación a su estilo, las sustituyo por grises. El lápiz se hace mas versátil, me da mas calidades, me permito acabar las cosas dejando que se vea que es lápiz, no lo escondo”.
¿Cómo es el proceso que sigues desde la página en blanco hasta el resultado final?
“Lo primero es leer todo el guión, y si se puede, hacer todo el Plot (versiones en miniatura de las páginas para ensayar la composición y narrativa). Digo si se puede, porque hacer plot es quizá la parte mas compleja, y no siempre tiene uno el día para hacerse veinte páginas seguidas de plot. En el plot está ya todo, el ritmo de lectura, la narración secuencial, el encuadre, los puntos de vista… Desgraciadamente muchas veces uno tiene que hacer el plot sobre la marcha, porque los tiempos apremian”.
“Después, dibujo con un portaminas azul la página, lo que se llama el “Rough”, el esbozo, yo le digo el “azul”, aunque la mayoría de las veces lo termino más de lo que me gustaría. Sobre el azul, dibujo la linea definitiva, como si la calcara en una mesa de luz, con la ventaja de que, como el azul no está muy terminado, es como si lo fuera dibujando por primera vez y eso le aporta frescura. Después escaneo, limpio el azul y le doy los grises en PhotoShop”.
¿Cómo ves la industria y el mercado del cómic en España? “Es algo que me preguntan mucho y nunca sé muy bien qué responder… Vivir de la producción española solamente sigue siendo complicado, salvo excepciones. Sin embargo, creo que hay una mirada nueva al cómic en este país, sobre todo entre la gente de mi generación. Parece que la noción de que el tebeo es para frikis por fin está dejando paso a mirar este medio como transmisor de un lenguaje muy propio. Vamos que te pilla tu chica leyendo cómics y no los escondes. Quedas hasta de ‘indie’. Y todo lo que sea promocionar este medio que amamos es bueno. No creo que nunca generemos un mercado como el Francés o el Americano, ojalá que si, pero con que, poco a poco, los tebeos se hagan un hueco en las grandes librerias, como están haciendo, de momento me vale”.
¿En qué estás trabajando ahora? “Ahora mismo estoy dibujando un número de Journey into Mystery, es un “descanso” de un mes mientras seguimos con ‘Thor: Season One’, que verá la luz este otoño. La línea ‘Season One’ son novelas gráficas de 100 páginas contando el origen del personaje en cuestión (en este caso Thor), para atraer a nuevos lectores. Lo bueno es que Marvel me ha permitido hacer dos parones en el tiempo que llevo trabajando en ‘Season One’, uno, para hacer dos números de ‘Ultimate Spiderman’ con Bendis y otro ahora, para trabajar con Kathryn Immonem, ambos, dos guionistas que me encantan”.