Cómic
Pepe Larraz: «Creo que hay una mirada nueva al cómic en este país, sobre todo entre la gente de mi generación»

A Pepe Larraz lo conocimos en Sevilla. Sentado en una pequeña mesa junto a otros dibujantes a un lado, y con los fans deseosos de una dedicatoria al otro. No paró de dibujar durante todo el tiempo que estuvimos por allí, y nuestra conversación se limitó a una escueta presentación mientras seguía dibujando.
De vez en cuando lo interrumpía otro dibujante, Carlos Pacheco, que ese día no contaba con las herramientas idóneas y se las pedía prestadas a Pepe. Y siguiendo con lo divertido de toda esta historia, nos llamó mucho la atención el lugar en el que Pepe guardaba sus rotuladores: un estuche de princesas Disney.
“Fue circunstancial, pero creo que se volverá habitual -nos dice Pepe Larraz-. Me lo regaló una de las organizadoras del Encuentro de Sevilla, porque yo no tenía dónde transportar los rotuladores. He pensado en inventarme una historia para cada vez que me pregunten el por qué lo sigo llevando, como las cicatrices del Joker de Nolan. Una de las razones para tenerlo podría ser que estamos hablando de ello ahora mismo. Eso ya es algo”.
¿Cómo decides dedicarte a dibujar y cómo fueron los inicios? “Fue desde muy pequeño, al principio, hablamos de cuando tenía cuatro o cinco años; solía modelar plastilina primero y barro más tarde, es algo que hacía desde la guardería. Después pasé al papel, porque me permitía hacer cosas más grandes, que modeladas hubiera tardado mucho. Mi madre dice que nos castigaba a mis hermanos y a mí encerrándonos con un lápiz y un papel, porque era la única manera de que estuviéramos tranquilos sin zurrarnos. Así que supongo que ella es la culpable, en gran medida. Bueno y también que yo era muy trasto y pasaba mucho tiempo castigado. Poco a poco me di cuenta de que me encantaba contar historias dibujadas, que me iba inventando según las dibujaba. Así era a la vez el autor y el espectador”.
¿Cómo fue ese primer contacto para poder trabajar con Marvel y cómo fue ese primer trabajo? “Costó mucho, la verdad. Al principio hasta que decidí que podía intentarlo. Siempre tienes la idea rondando, si te dedicas a esto de los tebeos, pero en mi caso no me veía con el nivel para ponerme delante de Marvel y decir, “dadme trabajo”. Fue gracias al apoyo de la gente que tenía alrededor que me convencí de ello. Después empiezas con pruebas y entrevistas en distintas convenciones. Consigues un par de direcciones, y sigues probando, enviando… La mayor prueba no son las páginas, sino la paciencia, el aguante. Soportar meses de pruebas y “good stuff Pepe, keep in touch”, pero no conseguir entrar. Y de repente, cuando ya crees que no va a salir, ese día te escriben”.
“En lo referente al primer trabajo, hay dos cómics que considero el primer trabajo en Marvel: uno, el primero cronológicamente, sería un ‘Adventures’ del Capitán América y Hulk, que nunca fue publicado. En mi opinión, con muy buen criterio por su parte. Y el segundo, seis meses después, es el que inicia mi relación laboral más continuada, el fill-in con Canete de la miniserie de New Avegers: Luke Cage. (fill-in es cuando un dibujante no consigue terminar a tiempo sus páginas y llaman a un segundo para que complete el trabajo)”.
¿Cómo llegaron los demás? Háblanos de Spidergirl y de Thor. “Después de ‘Cage’ hice algunos números completos (‘Web of Spiderman’), algún fill-in más (‘Klaws of the Panther’) y mucha historia corta (Captain América, Nomad, X-Men, Hulk) hasta que me llega mi primera miniserie, ‘Spidergirl’. Tenía su miga porque habían cancelado la regular y era la última oportunidad de ver a Anya Corazón en acción. Cambié mi técnica al lápiz retocado por ordenador e intenté hacerlo lo mejor que pude. Por desgracia, los tiempos no me permitieron mucha labor de diseño previo y algunas de las criaturas no me convencen demasiado, pero aprendí mucho con la serie. Sobre todo cosas que NO hay que hacer…”
“La historia con Thor ya se ha contado mucho, así que seré breve. Entré por expreso deseo de Pasqual Ferry, al que admiro y tengo la suerte de llamar amigo (amic, porque es catalán). Me considero afortunado, he conseguido trabajar codo a codo con varios de mis dibujantes favoritos. Esto no lo hace mas fácil, al contrario, te hace querer dar más, exigirte más. Y una serie como Thor… En una entrevista en Canal Sur dije que lo que pensaba cuando me ponía a trabajar en Thor era ”intenta hacerlo cada vez mejor y sobre todo, no cagarla”. Es dificil no pensar en quien te ha precedido en la serie, pero nunca dejé que se me subieran los humos. Fue un auténtico ascenso para mi, aunque intenté mantener la cabeza fría, pasármelo bien y disfrutarlo, que es importante. Si tu no disfrutas con tu trabajo, es casi imposible conseguir que alguien lo haga”.
¿Cuál es el ritmo de trabajo que llevas con Marvel? “Bueno, cualquiera que lo conozca te dirá que el ritmo es acelerado y dentro de lo que cabe (a ver, que no picamos piedra) pero no es un trabajo fácil. Comparado con el trabajo de un dibujante en un mercado como el Francés, que es del que más referencias tengo, hay que hacerlo a mucha más velocidad tratando de no perder calidad. Cuando amigos míos me dicen que han hecho una viñeta en un día, me muero de envidia”.
“Muchas veces el ritmo americano no te permite mimar el dibujo como querrías. Son 20 páginas, a página al día, (a veces más, a veces menos, mi ritmo actual son cuatro páginas acabas por semana, pero intento hacer cinco por si tengo que cambiar cosas, tener tiempo al final). Pasqual me dijo una vez: ”si la cagas en la página cinco, arréglalo en la seis, pero no vuelvas atrás”. A veces se hace duro, porque no siempre tienes un buen día y eres consciente de que estás entregando algo que no está a tu nivel, pero, como se suele decir, “hay que saber convivir con páginas de mierda”.
“Vaya, parece que solo hablo de lo malo. No es así, he de decir que me encanta mi trabajo y poco a poco vas aprendiendo, afinando, para que las cosas salgan como tú quieres. Y se disfruta muchísimo. Pero conviene también retratar que no es todo un camino de rosas”.
¿Cómo dirías que son o cómo dice la gente que son tus dibujos? ¿Qué tienen de característico? “En realidad no lo sé. Yo cuando miro un tebeo mío solo veo los fallos. Hey! ¡No os riais! Es una pregunta para que te la respondan los lectores, no yo. Yo solo intento mejorar lo que veo que no funciona, pulir lo que sí funciona y mantener un equilibrio entre las horas que paso en el tablero y el resto de aspectos de mi vida. Ha sonado muy a pureta ¿verdad? Maldición…”
¿Qué técnica usas a la hora de dibujar? “Desde que entré en Marvel he usado tinta a pincel, a plumilla, a rotulador, tantas variantes que creo que no hay dos tebeos míos con el mismo acabado antes de Spidergirl. Me estaba buscando, artísticamente hablando. En Spidergirl empiezo a acabarlo todo con el lápiz, como hago en Thor, pero ni siquiera en ambas series lo uso de la misma manera. En Spidergirl meto aún masas de negro por ordenador. Cuando llego a Thor, por influencia de Pasqual y por adecuación a su estilo, las sustituyo por grises. El lápiz se hace mas versátil, me da mas calidades, me permito acabar las cosas dejando que se vea que es lápiz, no lo escondo”.
¿Cómo es el proceso que sigues desde la página en blanco hasta el resultado final?
“Lo primero es leer todo el guión, y si se puede, hacer todo el Plot (versiones en miniatura de las páginas para ensayar la composición y narrativa). Digo si se puede, porque hacer plot es quizá la parte mas compleja, y no siempre tiene uno el día para hacerse veinte páginas seguidas de plot. En el plot está ya todo, el ritmo de lectura, la narración secuencial, el encuadre, los puntos de vista… Desgraciadamente muchas veces uno tiene que hacer el plot sobre la marcha, porque los tiempos apremian”.
“Después, dibujo con un portaminas azul la página, lo que se llama el “Rough”, el esbozo, yo le digo el “azul”, aunque la mayoría de las veces lo termino más de lo que me gustaría. Sobre el azul, dibujo la linea definitiva, como si la calcara en una mesa de luz, con la ventaja de que, como el azul no está muy terminado, es como si lo fuera dibujando por primera vez y eso le aporta frescura. Después escaneo, limpio el azul y le doy los grises en PhotoShop”.
¿Cómo ves la industria y el mercado del cómic en España? “Es algo que me preguntan mucho y nunca sé muy bien qué responder… Vivir de la producción española solamente sigue siendo complicado, salvo excepciones. Sin embargo, creo que hay una mirada nueva al cómic en este país, sobre todo entre la gente de mi generación. Parece que la noción de que el tebeo es para frikis por fin está dejando paso a mirar este medio como transmisor de un lenguaje muy propio. Vamos que te pilla tu chica leyendo cómics y no los escondes. Quedas hasta de ‘indie’. Y todo lo que sea promocionar este medio que amamos es bueno. No creo que nunca generemos un mercado como el Francés o el Americano, ojalá que si, pero con que, poco a poco, los tebeos se hagan un hueco en las grandes librerias, como están haciendo, de momento me vale”.
¿En qué estás trabajando ahora? “Ahora mismo estoy dibujando un número de Journey into Mystery, es un “descanso” de un mes mientras seguimos con ‘Thor: Season One’, que verá la luz este otoño. La línea ‘Season One’ son novelas gráficas de 100 páginas contando el origen del personaje en cuestión (en este caso Thor), para atraer a nuevos lectores. Lo bueno es que Marvel me ha permitido hacer dos parones en el tiempo que llevo trabajando en ‘Season One’, uno, para hacer dos números de ‘Ultimate Spiderman’ con Bendis y otro ahora, para trabajar con Kathryn Immonem, ambos, dos guionistas que me encantan”.
Cómic
Lelio Bonaccorso y la vida de Peppino Impastato

La historia de un hombre capaz de desafiar a la mafia, empezando por la que tenía en casa. Una novela gráfica basada en la biografía de un icono de la lucha contra la mafia y de la libertad de expresión, acompañada varios textos críticos que analizan su figura y una entrevista al hermano. Liana Editorial nos presenta así ‘Peppino Impastato. La sátira contra la mafia’, un trabajo de Marco Rizzo y Lelio Bonaccorso. Con éste últimos hemos charlado un poquito más sobre este cómic.

¿Cómo nació este proyecto? “El proyecto nació en 2009 y viene de una persona que siempre ha contado en mi vida, la de Marco Rizzo, el guionista. Este es nuestro primer trabajo juntos, seguido de muchos otros”.
¿Qué encontremos en sus páginas? “La obra narra la vida de Peppino y sus compañeros, los momentos más importantes de su mundo. Con una serie de flashbacks, partimos de su infancia y finalmente llegamos a nuestros días, los del juicio. En definitiva, el hilo conductor siempre es la radio”, nos cuenta Lelio Bonaccorso.

¿Cómo era tu relación con esta historia y cómo ha evolucionado o cambiado al trabajar este libro? “Trabajar en este volumen fue sumamente emocionante, no fácil. La figura de Peppino Impastato es, sin duda, responsabilidad de muchas generaciones de jóvenes sicilianos y él siente el peso de esta responsabilidad en esta narración”.
¿Cómo fue ese trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, experimentación, quizás incluso planificación en un cuaderno… “La fase de investigación del material es muy importante -continúa Lelio Bonaccorso-. Marco y yo conocimos al hermano de Peppino, Giovanni, y visitamos su casa, ahora convertida en museo. Visitamos los lugares donde Radio Aut transmitía y recopiló tanta información en su libro. Textos, imágenes y vídeos…. Esta parte de la investigación es fundamental, especialmente en un trabajo de periodismo gráfico. Finalmente, el último paso es empezar a diseñar la página del libro”.

¿Qué dirías que distingue a tus ilustraciones para este cómic? ¿Qué hay de nuevo o diferente en comparación con otras obras? “Algo que caracteriza este trabajo es la parte emocional. Puse toda la pasión y la valentía que Peppino Impastato nos ha transmitido y sigue transmitiendo”.
Cuéntanos algo más sobre el trabajo desarrollado para este libro. “Este libro no es solo una obra, sino una importante iniciativa de difusión cultural, tanto que lleva 15 años en circulación y cuenta con un cómic muy leído en las escuelas. Varias generaciones de estudiantes italianos lo han leído y han aprendido de Peppino y sus compañeros. Marco y yo hemos conocido a decenas de miles de jóvenes y hemos contado esta historia. Estamos muy orgullosos del trabajo realizado. Obviamente, esperamos que ese trabajo dé sus frutos, pero es responsabilidad de los lectores decidir”, asegura Lelio Bonaccorso.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Actualmente, esta obra está muy activa en el mercado francés y en sus diversos proyectos. Recientemente se han publicado varios volúmenes y pronto se publicará en España un cómic sobre la historia del fútbol. Colaboro constantemente con Marvel y Disney, y tengo varios proyectos con Feltrinelli, mi editorial italiana. También colaboro con varios estudios sicilianos, con proyectos de desarrollo social y cultural en mi hermosa ciudad, Messina”.
Cómic
José Luis Munuera y ‘Su olor después de la lluvia’

Tras ver un anuncio en el periódico, Cédric decide adoptar a Ubac, un perro boyero. Desde este momento, se crea un vínculo único entre ambos, que durará trece años y cambiará para siempre la mirada de Cédric sobre el mundo. De repente, solo importa el presente. La vida se convierte en paseos llenos de olores y sabores nuevos, juegos, miradas cómplices o simplemente compañía silenciosa. Una presencia que se hará imprescindible y cuyo recuerdo permanecerá grabado en la memoria como un olor amado, incluso después de la lluvia. José Luis Munuera adapta la obra de Cédric Sapin-Defour, una poderosa historia de amor incondicional, que llegó a ser el libro de no ficción más vendido en Francia en 2023, con más de 400.000 lectores.

Así nos presenta la editorial Astiberri ‘Su olor después de la lluvia’, el último trabajo de José Luis Munuera. Con él quedamos para charlar un poco de este cómic aprovechando una sesión de firmas en Granada, en Subterránea Cómics. En las siguientes líneas podéis leer el resultado de esa entrevista, mientras él dedicaba cómics con un dibujo de Ubac, el perro boyero protagonista de la historia. Y podréis leer no solo la conversación con el dibujante, sino también la intervención de alguna lectora. Al final igual más que una entrevista es una conversación, y no solo entre dos personas.
Había hablado con mi editor en Lombard y él me preguntó si me apetecía hacer algo diferente, algo más relajado, más contemplativo. Entonces me propuso leerme esta novela. Me envió ‘Su olor después de la lluvia’. No se había traducido todavía al castellano, y me encantó. Me encantó la novela porque me parecía que era un relato totalmente emocional, sin filtro intelectual de ningún tipo, sin excusas, era pura emoción. Así que me dije: “vamos a intentar hacerlo”. Entonces, la editorial inició el proceso de búsqueda de derechos y yo por fin me reuní con el autor de forma virtual. Y conectamos muy, muy bien”.

“Yo tenía mucho miedo, porque es una historia muy personal, él la cuenta en primera persona, es su peripecia personal, su aventura, su vida con su perro durante trece años, y cómo el contacto con el perro le cambia, le modifica su visión de las cosas, y cómo le afecta a título personal -continúa José Luis Munuera-. Y tenía mucho miedo porque, claro, me iba a meter yo allí, como un elefante en una cacharrería, a trastocarle a este hombre sus intimidades, inventarme personajes nuevos, situaciones, en definitiva, hacer una ficción a partir de su historia real. Y tenía miedo de que el autor fuera muy protector con sus propias vivencias”.
“Pero nada más lejos de esto. Encontré un tipo absolutamente adorable, abierto, receptivo, que entendió desde el principioesas “traiciones” que podía yo realizar respecto al relato, y que me animó desde el primer momento. Así que ha sido una experiencia fabulosa”, asegura José Luis Munuera.
No es lo habitual, ¿no? Ese contacto con el autor del texto… En realidad no te puedo decir bien, porque es la primera vez que adapto a un autor vivo, y no había tenido la experiencia de tratar con el autor. Pero me imagino que te puedes encontrar todo tipo de personalidades, desde los que son súper protectores con su trabajo, a los que pasan olímpicamente y dicen: “haz lo que te dé la gana”, a los que quieren participar más directamente. Con Cédric, ya te digo, fue cojonudo. Él estuvo allí, en el proceso, me mandó todas las fotos que necesitaba de su casa, de su vida. Fue estupendo”.

Ya has comentado un poco que al final son sus vivencias personales , las de Cédric, pero ¿qué se van a encontrar los lectores cuando empiecen a pasar las páginas de este cómic? “En Francia ahora mismo lo que está triunfando, lo que lo está petando editorialmente es una serie de novelas que se llama ‘La femme de ménage’, que son como una especie de novelas románticas, thriller, violento, medio erótico a veces. Pues ‘Su olor después de la lluvia’ está en el otro extremo del espectro narrativo”, nos cuenta José Luis Munuera.
“Esto es un ‘feel good’, una historia humana, de la experiencia vital, sin ningún tipo de epopeya dramática, la historia de un hombre y cómo construye, digamos, su familia de elección, cómo encuentra a su pareja, cómo vive con su ‘perrete’. Una cosa realmente muy ‘low-key’ en términos de aventura, pero espero que muy fuerte en términos de emoción”.
Ya hemos comentado que tú no tienes perro, entonces, ¿ha sido quizás más difícil a lo mejor conectar con la historia por eso? “No, porque la historia tiene un componente muy universal, digamos que habla del amor en términos generales. En este caso es con un perro, pero puede ser con tu hijo o puede ser con cualquier otro ser vivo. Y fue lo que me llamó también mucho la atención de la novela, cómo había conseguido, a mí como lector, emocionarme tanto sin que tuviera yo la experiencia directa de convivir con un perro en mi vida adulta, si lo tuve cuando era un crío. Y ese misterio, ese preguntarte por qué me ha afectado a mí, es una de las claves del lanzarme a intentar reconstruir el relato”, confiesa José Luis Munuera.

Y en todo ese proceso, una vez que ya hablas con él, que también estudias un poco la historia, ¿qué ha sido quizás lo más difícil? “Bueno, había varias cosas que eran complicadas. Una de ellas fue la representación del propio perro, Ubac. Yo soy un dibujante con tendencia al ‘cartoon’, más bien de escuela ‘disneyniana’. Y aquí el perro tenía que estar al mismo nivel que el humano en términos de credibilidad”.
En este momento en el que hablamos de Ubac, el perro protagonista de la historia, un un perro boyero, José Luis saluda a una de las lectoras que se ha acercado a la firma, Cris. Ella tenía un perro boyero del que se tuvo que despedir recientemente. “Sabía que estabas haciendo el libro y me lo encontré en Francia, y cuando salió, me dije, esto es para mí”, comenta esta lectora. ¿Y lo pasas muy mal con la lectura? Le pregunta Munuera. “Sí, hasta el punto de que empecé y dije, ahí se va a quedar…”, confiesa Cris. “Bueno, leí la primera parte”. “Pues ahora te toca la parte dura”, le advierte José Luis. “Y que te lo encontraras en Francia es normal, porque es como la canción del verano. Está por todos lados”.

En este momento también está a nuestro lado Joaquín López Cruces. Su nuevo trabajo, su nuevo cómic junto a Enrique Bonet está en el horno y saldrá a finales de agosto, ‘El otro mundo’. Comentamos la necesidad de juntarnos los tres para charlar de este proyecto pensando en ese lanzamiento… antes de volver a la conversación con José Luis Munuera.
Estábamos hablando del personaje del perro, de Ubac… “Sí, te decía que tengo una afiliación clara y que además reconozco sin pudor, disneyniana, y lo último que quería era hacer una versión de los 101 Dálmatas. Quería hacer algo que fuera más creíble. Entonces, el hecho de dibujar al ‘perrete’ en un registro que sea reconocible, pero que al mismo tiempo mantuviese la cualidad expresiva, que a mí me interesa mucho, de mi dibujo, era un pequeño ‘tour de force’ que me ha tenido bien entretenido. Porque la idea era que quien conoce esta raza de perros, lo reconociera”.
“Y así es. Es súper expresivo. Son unos animales increíbles”, participa de nuevo Cris. “Increíbles estos animales -comenta José Luis Munuera-. De verdad, una maravilla. Son un tipo de perro pastor que está seleccionado desde hace cientos de años para transportar carros con leche por los Alpes y demás. Y son muy familiares, muy domésticos. La verdad es que esun perro muy chulo. Un boyero”.

“Yo creo que puede tener un efecto catártico. De hecho, me he encontrado con muchas lectoras, sobre todo como tú (se dirige a Cris), que habían tenido, no necesariamente un boyero, pero sí un perro y que lo habían perdido recientemente. Es muy difícil cuando estás con alguien, y como si de repente se autorizaran a expresar todo lo que llevan dentro y no habíapodido contar. Porque tenemos como una especie de prejuicio cultural a la hora de hablar de que se te ha muerto un perro… Algunas de estas lectoras me decían que le había hecho mucho bien el libro”.

Volvemos a hablar con Joaquín que tiene entre manos varios proyectos, de los que hablaremos en el futuro seguro. Y reconectamos con la conversación con José Luis Munuera para preguntarle por la técnica utilizada en este cómic. “La técnica es un poco la misma que estoy utilizando en las adaptaciones de clásicos anglosajones, ‘Peter Pan’, ‘Cuento de Navidad’… El dibujo lo hago primero en un iPad. Eso lo imprimo. Sobre esa impresión empiezo a guarrear con acuarela, meter texturas, el modelado, el volumen, luces, sombras, etc. Con el objetivo de que sea lo más guarro posible. Lo hago sobre un papel random, un folio random que me obliga a ser muy rápido y muy eficiente y tomar decisiones así muy rápidas. Y luego eso me lo paso a Photoshop y hago un trabajo de postproducción allí, que es casi retoque fotográfico, en el que voy trabajando en la profundidad de campo y tal. Al final acabo con un fichero en escala de grises en el que están todas las texturas, todo el tratamiento de la luz. Y eso se lo paso a mi colorista que en Photoshop también aplica capas de color”.
Cómic
Beatriz Castro y las aventuras de ‘El equipo Ortiga’

El bosque alrededor de Bellavista está lleno de basura, así que los amigos Noah, Robin, Charlie y Jara, cansados de pasar las tardes rodeados de latas, colillas y plásticos olvidados, deciden crear ‘El equipo Ortiga’. ¿El objetivo? Hacerle entender a la gente del pueblo que hay que cuidar la naturaleza y tomarse la limpieza en serio… ¡o habrá consecuencias! Con estas palabras la editorial Astronave nos presenta este libro de Beatriz Castro, con la que hemos charlado un poquito más sobre este proyecto.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Me encanta escribir historias, la naturaleza y los animales. Decidí crear un grupo de niños muy concienciados con el medio ambiente”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia divertida, llena de pájaros y árboles donde se habla de la amistad y de que trabajar en equipo hace que las cosas salgan mejor”, nos cuenta Beatriz Castro.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Ha sido mi primer cómic, lo planteé como un álbum ilustrado y mi editora dijo que lo convirtiéramos en novela gráfica, que además a los niños les gusta mucho. Tuve que hacer un guión detallado de las escenas y texto. Luego trabajé en los bocetos y una vez aprobados los bocetos trabajo en el color”.
¿Cómo nacieron los personajes protagonistas? “Hace unos años creé una ilustración para Halloween de unos niños con máscaras de animales, y siempre que dibujo me voy imaginando la vida de los personajes… su entorno, y recuperé esa cuadrilla para esta historia”, afirma Beatriz Castro.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Hay muchos más dibujos de lo normal ya que se trata de un cómic, por lo demás creo que todo es igual”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo de manera digital”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Fue un proceso más largo de lo normal, y tuve que adaptarme a un formato nuevo, como hacer un montón de viñetas -continúa Beatriz Castro-. Tuve que ser cuidadosa y no repetir posturas, crear muchas composiciones nuevas para que el libro fluyera de una manera dinámica y vistosa”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “La mayor parte de mi trabajo es para fuera de España, ahora estoy trabajando en varios libros. También sigo escribiendo historias, y estoy a la espera de respuestas por parte de editoriales para su posible publicación. ¡Crucemos los dedos!”
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