“Ojalá fuera una luciérnaga” y “El barquito de Lolo” protagonizan una exposición en Granada

“Ojalá fuera una luciérnaga” y “El barquito de Lolo” protagonizan una exposición en Granada

Cristina Nogales y Gloria Cuenca son dos jóvenes estudiantes de Bellas Artes que han visto cómo parte de su proyecto de fin de carrera ha dado lugar a una exposición que podemos visitar hasta finales de agosto en la galería “Bon a Tirer” de Granada.

Cristina nos muestra su historia “Ojalá fuera una luciérnaga”, mientras que Gloria nos habla de “El Barquito de Lolo”. Dos propuestas distintas dentro de la ilustración que se dan la mano en esta galería granadina que es, en realidad, un taller de grabado.

“Ojalá fuera una luciérnaga” es una historia de luces y sombras, de monstruos y luciérnagas, pero sobretodo, nos cuenta Cristina, “es una cuento de ganas de brillar”.

“Trata sobre una melancólica niña que teme a la oscuridad, o, como ella la llama, a ‘sus monstruos oscuros’. Este miedo la conduce a adorar a esos pequeños insectos iridiscentes que son las luciérnagas, hasta el extremo de querer llegar a ser una de ellas. Por ello, intenta en vano disfrazarse de luciérnaga, pero con la ayuda de su amiga la musaraña, fiel compañera en sus noches de pesadilla, decide que para llegar a ser una auténtica luciérnaga necesita ir al bosque a observarlas de cerca”.

“Una vez allí, descubre que estos insectos se apagan al intentar capturarlos. Desesperada, vuelve a casa a buscar información sobre este extraño hecho y descubre, en uno de los libros de la biblioteca de su padre, que las luciérnagas se apagan cuando se sienten asustadas. Es entonces cuando lo comprende todo. Ella ya es una auténtica luciérnaga sin necesidad de disfraces. Lo único que tiene que hacer es dejar de tener miedo y así podrá iluminarse”.

Cristina Nogales nos cuenta que por su sutileza y delicadeza, la técnica que ha utilizado es la acuarela, “con trazos de rotrin para conseguir un dibujo nítido y retoque posterior con Photoshop”.

Además del álbum ilustrado y del cómic de “Ojalá fuera una luciérnaga”, Cristina realiza variedad de ilustraciones en las que siempre, dice, está presente un tono decadente, melancólico y frágil, inspirado en el amplio abanico de la poética de lo siniestro, “donde la dulzura y lo lúgubre, van de la mano”.

En cuanto a “El barquito de Lolo”, narra la historia de Lolo, un niño que tuvo un sueño en el que muchos niños distintos jugaban y se divertían ante la oleada de llegadas de barquitos de papel desde el mar. Se levantó entusiasmado y su papá le ayudó a hacer un barquito, que dejaron partir río abajo.

La pregunta es, ¿donde llegará el barquito de Lolo? “El barquito hace un recorrido y pasa de mano en mano, de modo que, de cierta manera, el sueño de Lolo se cumple”, nos cuenta Gloria Cuenca.

“La técnica tiene como base la acuarela -asegura- y entro en detalles jugando con tramas con ayuda de los rotuladores acrílicos. Posteriormente incluyo collage de papiroflexia”.

“Mi intención es que este libro me abra las puertas hacia el mercado editorial, pero creo que aun falta trabajar mucho más sobre él, no obstante, lo presentaré al concurso de ‘La orilla del viento’ a ver si hay suerte”.

Gloria dice que le encanta ilustrar. “Lo que creo es que la ilustración debe aportar al texto ilustrado un plus, no describirlo literalmente; también pienso que no es bueno encajarse en un ‘estilo’, sino más bien adaptarse al objetivo de comunicación que cada trabajo exige. Por ello, mis ilustraciones pueden parecer no tener nada que ver de un proyecto a otro”.

“Por otro lado me atrae especialmente la ilustración infantil, he trabajado durante años como monitora infantil en parques y como canguro y me encanta el mundo que son capaces de imaginar. En parte por ello empecé Bellas Artes y luego me especialicé al mismo tiempo con el Ciclo Superior de Ilustración”.