Álbum Ilustrado
Nicolás Lassalle y ‘Una niña con un lápiz’
Una niña no tiene casi nada: solo un lápiz. Tiene, entonces, casi todo. Casi todo lo que se pueda imaginar. Con estas palabras presenta la editorial Limonero ‘Una niña con un lápiz’, un trabajo de Federico Levín y Nicolás Lassalle. Con éste último hemos charlado un poquito más sobre este álbum ilustrado.
Lo primero que me gustaría que me contaras es cómo nace este proyecto, cómo surge todo. Nicolás Lassalle: “Bueno, este proyecto surgió en plena pandemia acá en Argentina, que estábamos todos muy guardados en ese momento, y me llegó un mail de la editorial diciendo que tenía un texto que les gustaría que yo ilustrara. Con Limonero había tenido un primer contacto un año antes o un poco más tal vez, donde ellos me habían contactado, que querían conocer un poco más sobre mi trabajo. Tuvimos una reunión y me dijeron que cuando surgiera alguna posibilidad de trabajar juntos me iban a contactar. Y bueno, sucedió con ‘Una niña con un lápiz’. Fue el primer libro que yo publiqué como autor. De hecho, es el primer libro ilustrado que publiqué, y bueno, Limonero apostó también a eso, y por eso también estoy muy agradecido”.
¿Qué te pareció el texto de Federico la primera vez que lo leíste? “Bueno, ya de entrada sentí que tenía una síntesis, que tenía el equilibrio justo para volverse un libro bastante universal, que me parece que puede hablar de muchas cosas con pocas palabras, y eso fue lo que más me atrajo del texto”.
Hay una parte del texto que dice que: “Una niña no tiene casi nada, solo un lápiz. Tiene, entonces, casi todo”. Realmente el lápiz es una herramienta mágica en ese sentido, ¿no? “Sí, exactamente. Creo que es esa herramienta que le permite a la niña a través de su imaginación y de sus deseos y de sus inquietudes y de sus necesidades también, ir dibujando y haciendo real de alguna manera lo que ella va necesitando -nos cuenta Nicolás Lassalle-. En un punto creo que también puede sonar hasta un poco contradictorio esta cuestión de que dibujando aparecen las cosas y se cumplen nuestros deseos, que no es tan así realmente, pero creo que también va de lo que decía antes, es tan universal el libro que puede tener múltiples lecturas, y si profundizamos un poco más creo que es un mensaje que realmente me parece alentador, hermoso y sumamente sensible”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este trabajo y en qué se diferencian de otros trabajos? “El desafío fue un poco esto, el texto tiene una síntesis importante y también eso me dio la posibilidad de crear un universo paralelo desde el mensaje, desde lo visual, contar también un poco yo desde mi lugar como autor e ilustrador. Ahí está un poco la diferencia del libro-álbum con otros trabajos de ilustración, ahí uno también toma postura de alguna manera a través de la imagen”.
“Yo trabajo en ese sentido en el libro con distintos guiños que voy poniendo -continúa Nicolás Lassalle-, y bueno, conceptualmente mi interés desde el principio fue dar esa sensación de que realmente no había nada, que esa niña no tenía nada, y por eso también la síntesis que acompaña el texto en la imagen, y de un universo que esa niña va construyendo a su medida también, y con sus gustos, como pequeños detalles de cosas, hay como una repetición de elementos y cosas que ella va dibujando y con los que por ejemplo va adornando su cama, o los juguetes que van apareciendo”.
“Hay todo un universo, que para el que tiene una mirada un poquito más detallada desde lo visual, lo puede ir descubriendo, y eso es un poco también una forma de contar otra cosa, más allá de lo que va diciendo el texto”.
Y si hablamos de la técnica, ¿con qué técnicas has trabajado en este proyecto? “El libro está hecho integralmente de manera digital, yo tengo como una impronta de buscar un acercamiento al analógico a través de lo digital, aprovechando justamente las posibilidades de esta herramienta de la maleabilidad, y creo que para proyectos como este, te da la libertad de poder jugar, volver, corregir, cambiar, mover libremente”, asegura Nicolás Lassalle.
¿Es la técnica con la que sueles trabajar últimamente, Nicolás? “Sí, yo en general en los proyectos que tienen que ver con lo editorial, yo trabajo también con animación, trabajo mucho en digital, después por ahí quizás trabajo de forma analógica, pero en los proyectos que son para mí más experimentales y en los que busco una cosa más personal, en perspectiva, como otro tipo de trabajo”.
Decías que este era tu primer álbum ilustrado, ¿se te han quedado ganas de hacer más? “Sí, sí, seguro, seguro, y en eso estoy. Bueno, después de ‘Una niña con un lápiz’ he hecho otros libros ilustrados -nos cuenta Nicolás Lassalle-. He hecho un libro que se llama ‘Cositos Marinos’, que editó la editorial Monopatín, que es de Futurock, que es una editorial acá de Argentina, también he publicado con la editorial Orsai, que es una revista que sale semestralmente, que tuvo sus inicios ahí en España también. Es una revista que es súper interesante porque no tiene ningún tipo de publicidad, sino que se sostiene y se financia a través de los socios que compran la revista. Y bueno, también ahora, próximamente, estoy trabajando en un libro que estoy cerrando con editorial, que todavía no quiero decir su nombre, pero bueno, como autor integral, es un libro que escribí yo y voy a ilustrar también”.