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Cómic

Juanjo Guarnido: «Siempre habrá un próximo Blacksad. Es una serie que funciona. Tener una serie así, que se acople al mercado, es el sueño de todo autor de tebeos»

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“Amarillo” es el título de la nueva historia de Blacksad, en la que está trabajando el dibujante granadino Juanjo Guarnido. Así nos lo cuenta en la entrevista telefónica que hemos mantenido con él, desde su residencia en París.

“Siempre habrá un próximo Blacksad -nos cuenta Juanjo-. Es una serie que funciona. Tener una serie así, que se acople al mercado, es el sueño de todo autor de tebeos. Se trata de una ‘road movie’, una aventura que tiene lugar en la carretera. Sucede en diferentes lugares, y Blacksad se irá desplazando de uno a otro en diferentes medios de transporte”.

“Amarillo” llegará tras las cuatro entregas de Blacksad que se han publicado en España por Norma Editorial, “Un lugar entre las sombras”, “Artic Nation”, “Alma Roja” y “El infierno, el silencio”. Sobre este personaje también se editaron dos volúmenes sobre “La historia de las acuarelas” (una recopilación de las acuarelas de Juanjo Guarnido sobre Blacksad), y un “Cómo se hizo…”.

“Empezó cuando Juan Díaz Canales y yo nos conocimos, en 1990, cuando trabajábamos en dibujos animados, en un estudio que se llamaba ‘Lápiz azul’, en Madrid. Surgió una gran amistad desde el principio, y descubrimos que teníamos en común este amor por los tebeos. Además del trabajo y la pasión por el dibujo, estaba esa pasión por los tebeos, que hizo que congeniáramos. Yo me di cuenta de que tenía un potencial como escritor y guionista muy importante, además del de dibujante. Por entonces ya empezamos a hablar de hacer, alguna vez, algo juntos. La idea no era ambiciosa, más bien hacer una historia corta por divertirnos, sin la idea de publicarlo”.

“Un tiempo más tarde, cuando me vine a Francia para trabajar para Disney, y Juan empezó con su propio estudio de animación en Madrid, volvieron esas ganas, esa intención de hacer algo juntos, y empezó a concretarse. Aquello se amplió y cogió unas dimensiones un poquito desmesuradas, porque ya era un proyecto de hacer un álbum, lo cual era algo arriesgado, un poco utópico, sabiendo que teníamos un trabajo fijo cada uno, que nos ocupaba bastante. Yo trabajaba para Disney, pero, al mismo tiempo, Juan, que es una persona muy persuasiva, me dijo que yo también tenía tiempo libre, que estaba en París, en Francia, en el centro del mercado del tebeo francés, el más importante a nivel de Europa e incluso del mundo. ¿Por qué no? Así, poco a poco, fue convenciéndome de que era un proyecto viable”.

“No sabía muy bien cuál sería el tema. Habíamos tenido ideas para hacer historias cortas, pero no ideas para un álbum. Él me sugirió varias, pero no me gustaron, y, en un momento dado, me atreví a decirle: ‘oye, mira, me gustaría retomar el personaje de Blacksad’, porque él había creado ese personaje y había hecho historias cortas, que no se llegaron a publicar. Él aceptó, y poco a poco fue viendo las posibilidades. Estaba claro que para mí representaba el trabajo ideal, me encantaba la idea de poder retomar ese personaje y dibujarlo a mi manera”.

“Ya por entonces, en esas historias cortas, era una historia policíaca con personajes con cabezas de animales. La idea de base de Juan era mezclar el género negro y la fábula”.

¿Cual fue el toque que le dio Juanjo Guarnido entonces a ese personaje? “Fue mi dibujo en particular. Dos cosas, una mi estilo propio de dibujo, bueno, la palabra estilo puede ser pretenciosa, estilo en cuanto se asocia a la originalidad, a la personalidad propia. Yo no he inventado nada, pero bueno, mi manera de dibujar, que es un cóctel de mis influencias principales, y luego pasado por mi manera de ser. Eso está ahí y está en Blacksad, la atención que yo le pongo a la expresividad de los personajes, de los gestos, no sólo las expresiones faciales, también el lenguaje del cuerpo. Eso forma parte de lo que yo he podido aportar a Blacksad. Y por otro lado mi idea de base, que era tratarlo de manera muy realista, porque las pequeñas historias de Juan tenían un estilo de dibujo distinto, menos realista. Yo me apliqué más, tanto en el realismo en general, como en el reconocimiento de las especies animales que se tratan, el tratamiento del color y de la luz,…”

¿Y qué hay de la relación entre dibujante y guionista? “Cada caso es diferente. Cada ejemplo es distinto, y cada equipo funciona de una manera. Juan y yo es que éramos amigos antes de socios de trabajo. Y siempre nos hemos llevado muy bien, y hay una amistad que está en el fondo de todo. Es frecuente, por suerte, que haya una amistad que refuerza la colaboración entre guionista y dibujante, pero entre nosotros es algo excepcional, una colaboración y una complicidad que va muy lejos”.

¿Cómo es el proceso que sigue desde la página en blanco, hasta que ésta está terminada? “Es muy complejo. (Risas). Es un proceso largo. Primero hago un pequeño story board, una distribución de viñetas, porque el guión que Juan me da no contempla la distribución de las viñetas ni de las páginas. En realidad es un guión de dibujo animado, que yo adapto a tebeo, porque me gusta hacerlo así, entre otras cosas. Disfruto tanto del trabajo de puesta en escena del tebeo… Esa organización de la narrativa es lo que da el lenguaje narrativo del tebeo, y para mí es tan interesante como el dibujo, si no más».

«Este story board es muy somero, son cabecillas de alfiler, garabatillos minúsculos que sólo entiendo yo, pero que me sirve para hacer después una primera versión de las páginas a lápiz, que hago en formato pequeño, en A-4. Una vez tengo eso, amplío esa versión a lápiz al doble, a tamaño A-3, y lo transfiero sobre papel de acuarela que he preparado a la manera tradicional. Primero lo transfiero con un sistema un poco engorroso y laborioso, con una especie de papel de calco, como el papel carbón de antes, pero que es de color azul, y la materia es una especie de tiza. El dibujo transferido es un poco grosero, hay que refinarlo un poquito a lápiz, ciertas partes, pero bueno, es una base de trabajo buena, y sobre esa versión hago el entintado, y luego el color con acuarela”.

¿Ordenador? “Ordenador, ninguno. En Blacksad, cero. En las páginas no verás nada hecho con ordenador, sólo el texto. Es una tipografía informática, pero que está basada en mi propia escritura. En cambio, en las páginas definitivas no hay nada de ordenador”.

¿Cuáles son las diferencias entre dibujar para cómic y dibujar para animación? “Son dos medios completamente distintos. El dibujo es el dibujo, pero la utilización que se hace de él es muy distinta. Sería imposible resumir aquí cuáles son las diferencias, las cualidades que se requieren de un dibujante para una cosa u otra… Hay un ejemplo muy elocuente. El hecho de que muchas personas me comentan, sobre todo en Blacksad, que encuentran mi dibujo muy dinámico y dicen: ‘claro, eso es porque es usted animador. Las poses de sus viñetas son poses de animación’. Yo les digo, pues no, todo lo contrario. El enfoque del dinamismo en cómic y en animación es el opuesto. Un dibujo de animación no serviría para una viñeta de cómic, y una viñeta de cómic no sería nunca un dibujo de animación”.

“Para animación, vas a necesitar un cierto número de dibujos que te van a desarrollar el movimiento, y ese movimiento está desglosado en sus mínimos detalles, contando con todos los desfases de tiempo de los diferentes elementos que intervienen en el movimiento. Un dibujo de animación representa un instante muy preciso del movimiento, y en general no son dibujos visualmente bonitos, en cambio, en el tebeo, hay que resumir todo eso, 10, 20 o 30 dibujos, en un solo dibujo. Ese dibujo será una síntesis de algunos de esos dibujos. Muy raramente un dibujo de animación serviría para resumir el plano entero. De un personaje de animación, hay siempre una o varias poses principales que se quedan en la retina del espectador, la sensación que tiene el espectador de ese personaje. Ese dibujo que el espectador retiene, normalmente no existe, en realidad es una síntesis de los diferentes dibujos. La imagen atractiva, la que marca, es justamente una ilusión de movimiento”.

¿Con qué personaje te quedarías de los que has diseñado para animación? “De lo que he hecho, lo que más me ha gustado,… hombre, estoy muy contento de todos los personajes en los que trabajé. De Disney, el que más me gustó trabajar, el último, que no es conocido, Lorenzo el gato. Era un cortometraje experimental, que se animó en el estudio de París. Había una especie de gato obeso, que se levantaba en un hechizo, y la cola cobraba vida y se ponía a bailar un tango con el gato”.

¿La industria española del cómic va un poco a remolque de otras? ¿Cómo ves este asunto? “No es culpa de la industria, ni de los editores españoles. La industria responde al mercado, y el mercado del tebeo en España es el que es. Es mínimo, está muy poco apoyado por las instituciones, los editores hacen lo que pueden. Pero con un público que no representa ni una décima parte del público y del mercado francés, qué quieres que hagan. No se le puede pedir peras al olmo. Los editores españoles en general lo hacen muy bien, pero es muy difícil que tomen iniciativas propias. Publican en general el material que se publica en Francia, que en parte es español”.

“El caso nuestro, de Juan Díaz y mío, trabajamos directamente para el mercado francés, es lo que nos interesa. Hay ciertos editores que se atreven y tienen la iniciativa de bregar contra el temporal y editar tebeos españoles, lo cual es fantástico. Es difícil que sea rentable. Cuando lo hacen, yo creo que es porque el tebeo está hecho y pensado para el mercado español. Aunque la situación editorial en España no sea comparable a la del mercado francófono, a quien no se le puede reprochar es a los editores. El patio no está para más. Últimamente encuentro que hay una cantidad enorme de material europeo que se publica en España, como cinco veces más que hace unos años, y representa una gran labor por parte de los editores”.

¿Qué cómic no puede faltar en la estantería de un amante de este género? “Es imposible resumir a uno, imposible resumir a varios. Lo que me gusta del tebeo es la variedad, y que me puede emocionar tanto y puedo considerar tan imprescindibles, y no estoy haciendo una lista resumen, “La Gloria de Hera”, de Le Tendre y Rossi, como “Maus” de Spiegelman, un “Spirit” de Will Eisner, un “Asterix” o un “Tintín”, un “Paracuellos” de Carlos Giménez, es tan rica la variedad en la creación de los tebeos, es una riqueza fantástica. Sería muy difícil limitar, he citado varias obras pero, claro, estoy dejando atrás en el tintero “Érase una vez en Francia”, “La hija del profesor” de Guibert y Sfar, “El cuaderno azul” de Juillard, … cada obra explora un registro diferente, de la narrativa, del dibujo, de la idea del tebeo, de los géneros, …”.

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Cómic

Verónica Álvarez nos cuenta su trabajo en ‘Las Hericornias’

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Verónica Álvarez

Cada cien años, el reino de Lemuria envía a su heredera al templo de la diosa Aurora para pedirle protección y formular un deseo. Celeste ni siquiera tenía que haber sido la heredera, pero la débil salud de su hermana impide que ella tome el mando y, ahora, el futuro del reino está sobre sus hombros. ¡Y encima tiene que ir sola hasta el templo! Sabe que el viaje será largo y que estará sembrado de obstáculos, puede que hasta peligros… Aunque, por suerte, podrá contar con las armas de Lemuria y con su unicornia, Sadalbari. Cuando su camino se cruce con el de otras cuatro Hericornias, herederas unicornias de otros reinos, Celeste se dará cuenta de que su glorioso destino no tiene nada de único… Pero, también, de que no tiene que cumplirlo sola.

Con estas palabras la editorial Astronave presentaba la primera entrega de ‘Las Hericornias’, un trabajo de Kid Toussaint y Verónica Álvarez. Con ésta última hemos charlado sobre su trabajo en estos cómics.

Verónica Álvarez

¿Cómo nace este proyecto? ¿Cómo cobraron vida sus personajes? “El proyecto nació en Le Lombard, cuando le ofrecieron a Kid Toussaint hacer una historia sobre unicornios guerreros. Él creó el concepto de las ‘Hericornias‘ basándose en las historias de magical girls y creando y un universo lleno de magia y aventura. Kid y yo nos conocimos unos años antes en Angôuleme y durante ese tiempo había trabajado en la peli de ‘Mi pequeño Pony’, así que cuando surgió esta proyecto teníamos la excusa perfecta para trabajar juntos”, nos cuenta Verónica Álvarez.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una historia llena de aventuras llenas de fantasía y humor, un grupo de chicas muy fuertes pero muy distintas entre sí que tendrán que aprender a trabajar juntas en equipo, y sobretodo, ¡un montón de unicornios con poderes únicos!”

Verónica Álvarez

¿Cómo es el trabajo con Kid Toussaint? “Una vez tiene el guión completo de cada libro nos reunimos para resolver dudas y hablar de cómo nos imaginamos ciertos personajes, escenarios, situaciones, estilo… Le mando mi propuesta de story y una vez que vemos que la lectura y el ritmo funcionan me pongo a trabajar en el acabado final en digital. La verdad es que da gusto trabajar con él, y me ha ayudado mucho a la hora de entender cómo se trabaja en el mundo del cómic”, asegura Verónica Álvarez.

¿Cuántos libros de Las Hericornias podemos encontrar en el mercado? “En el mercado franco/belga sale el tercer libro de la serie el 25 de abril, y en España tenemos de momento de la mano de Astronave el 1 y el 2 y próximamente el tercero”.

Verónica Álvarez
Verónica Álvarez

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para estos libros? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Mi estilo es una mezcla de Disney, con algo de manga, con algo de videojuego, con algo de lo que aprendí mientras trabajaba en animación… Un popurrí de todo lo que me gusta y todo lo que visto y leído y jugado durante mi infancia, que creo que pega con la historia y conecta con el público a quien va dirigida -continúa Verónica Álvarez-. En mi caso que he trabajado en más sectores, la diferencia principal con el cómic es el nivel de creatividad que puedes aportar, desde la creación de los personajes, el universo, la narrativa, el color… tienes el control de todo, y eso hace que sea algo muy personal y especial con lo que estoy disfrutando un montón”.

Verónica Álvarez

Verónica Álvarez

¿Con qué técnicas trabajas? “Quitando el story a mano en una libreta, lo demás es digital. Organizo las páginas en clipstudio, pero para el acabado final uso photoshop”.

Danos algunas pinceladas sobre el proceso de elaboración de estos libros. “Una vez me he leído todo el guión, me pongo a trabajar en el story. Ahí básicamente me hago un resumen de una frase de lo que se quiere transmitir en esa página, e intento diseñar toda la página para que la narrativa ayude todo lo posible para transmitir esa idea, dejando más espacio a las viñetas dónde quiero que el lector permanezca más tiempo o en las que quiero destacar más porque sucede algo importante -relata Verónica Álvarez-. Dentro de cada viñeta siempre tengo en cuenta dónde irán colocados los bocadillos y con el espacio que me queda intento elegir el plano que me ayude a situar la acción o a ver más las reacciones de los personajes, o el detalle de aquello que quiera destacar… siempre teniendo en mente el concepto que quiero transmitir en la página”.

Verónica Álvarez

“Después paso a limpio la línea y finalmente con el color, intento trabajar por escenas y que cada escena tenga una paleta de color con la que se pueda identificar rápido lo que está pasando y que además en cada viñeta ayude a poner el foco de atención en las cosas que me interesa resaltar en la página para que la idea llegue clara al lector. Al final es usar cada paso y cada herramienta de las que disponemos como un refuerzo para transmitir ese concepto inicial”.

Verónica Álvarez

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Estoy trabajando en ‘ Las Hericornias’ 4, en ‘A bailar’ 4 (de María Menéndez-Ponte para editorial SM) y próximamente empezaré un proyecto nuevo junto a Giovanni Di Gregorio. Tengo entretenimiento para rato”.

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Cómic

Carla Berrocal y el amor, la tragedia y la esperanza de ‘La tierra yerma’

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Carla Berrocal

Una maldición asola el paisaje, la sequía es persistente. Los Ellos, unas criaturas salvajes y predatorias, se acercan ya demasiado a las zonas habitadas y al ganado. Las charras pronto deberán volver a las armas y prepararse para la guerra. En medio, dos familias enfrentadas por la tierra y su pasado: la casa de Salvatierra y la de Isla Perdida. Y en el centro de ese conflicto, el romance prohibido entre Leonor e Isabel, las herederas de cada casa, que jugará un papel fundamental. ‘La tierra yerma’ es una novela gráfica editada por Reservoir Books con aires de tragedia clásica, de western y con una poderosa historia de amor. Un trabajo de Carla Berrocal, con la que hemos hablado sobre diferentes aspectos de este trabajo.

Carla Berrocal

¿Dónde está el origen de este proyecto? Carla Berrocal: “La verdad es que, bueno, después de hacer ‘Doña Concha’, estaba un poco saturada, digámoslo así, de hacer un cómic con mucha rigidez por por estar inspirada en un personaje real, en términos históricos, y con mucha documentación, y me apetecía hacer algo como más ligero, de aventuras, un poco folletinesco. En definitiva, todos los intereses que tenía en aquel momento, que eran básicamente una historia de amor, entre familias enfrentadas, con un toque rural… Y a partir de ahí fui trabajando la idea de hacer un western pero en España, porque ya sabes que a mí el tema del folklore español me interesa mucho. Ahí está la génesis de la idea. Fui trabajando, documentándome un poco desde una perspectiva un poco más ligera y divertida de lo que había sido todo lo anterior”. 

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Bueno, en ‘La tierra yerma’ encontrarán una historia de amor imposible, de tragedia, de esperanza y de duelo, que está salpicada con toques fantásticos y de realismo mágico”. 

Carla Berrocal

Cuéntanos algo del proceso de documentación e investigación para este cómic. “El proceso de trabajo ha sido un proceso corto en comparación con otras obras, porque ‘Doña Concha’ me llevó tres años y bueno, casi siempre mis obras han tenido como un proceso bastante largo. Y en el caso de ‘La tierra yerma’, el proceso fue corto porque pedí una ayuda, una subvención, y me la concedieron, y tenía que hacerlo muy rápido. De hecho, la obra está dibujada en apenas seis meses. El proceso de documentación es anterior, lo realicé mucho antes, ¿no? Previamente ya había visto películas, leído libros sobre el tema, porque me interesaba, y ya había escrito prácticamente el guión cuando llegó la subvención”, continúaCarla Berrocal.

“Una de los películas que más me ha influenciado para hacer esta historia es ‘Orgullo’ de Manuel Mur Oti, que es un director español de la época del franquismo. Es una historia también de amor imposible, con temas de territorio, enfrentamientos por territorio en España, y para mí fue un shock esa peli, porque fue como entender que se podían tratar los géneros que a mí me habían gustado, entre ellos el western, desde una ambientación española. No me parecía que hacer una historia así tuviera que estar ambientada en Colorado o en Texas, porque tenemos posibilidades, tenemos un territorio que es árido en algunos puntos, tenemos unas historias que pegan en ese sentido en esos territorios, y a partir de ahí pues empecé a trabajar en esa idea”. 

Carla Berrocal

“Todo esto junto con un viaje a la zona de Salamanca, a Salvatierra de Tormes, cuyo nombre es inspiración para la protagonista del cómic. Y a partir de aquí, de una serie de casualidades vitales, entre ellas, pues lo de Salvatierra, lo de ‘Orgullo’, lo de un viaje también que hice a la Extremadura profunda, pues ahí como que todo se gestó. Y me documenté mucho viendo sobre todo mucho cine western, algunos libros. También me interesaba reflexionar sobre cual es el sentido de la épica y desde qué formas podemos, desde el feminismo, cuestionar o renombrar lo que es la epicidad, porque es un concepto tremendamente masculino y patriarcal, y me parecía curioso como resignificar el concepto de épico y darle un punto de vista feminista”, asegura Carla Berrocal.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este cómic? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Yo creo que en este cómic hay un sentido homenaje al manga. Entonces eso es estilísticamente para mí un cambio. Hay un tema del blanco y negro puro que a mí también me gusta mucho, que me parece un poco homenajear al cómic clásico, así que estilísticamente digamos que es una obra distinta, que bebe mucho del manga y de la composición del manga, de pocas viñetas por página, y creo que esa es la principal diferencia de ésta con otras obras. No sé decirte muy bien qué es característico de mi estilo, podría decir que la síntesis y el minimalismo, que es una de las cosas que más me gusta, ¿no? Jugar un poco con la geometría, pero a la vez que sea algo orgánico. Básicamente diría que eso es característico de mis cómics”.

Carla Berrocal

Nos gustaría que nos hablaras del uso del color en este cómic, que es, creemos, muy protagonista. ”Bueno, el color es evidente que tiene una importancia protagónica. Todo surgió porque yo tenía la idea de hacer el cómic un poco diferente -continúa Carla Berrocal. Mi idea era que empezara en amarillo y acabará en blanco por un tema argumental, por el tema de la sequía. Pero bueno, hablando con mi editor, con Jaume Bonfil, estuvimos viendo que técnicamente iba a ser muy complicado hacer el libro de esa manera. Entonces decidimos ponerlo amarillo completamente de inicio a fin y creo que la verdad es que ha sido un acierto, porque luego jugamos con algunos toques de blanco y eso produce cierta sorpresa en el lector, en la lectora, y en ese sentido estoy súper contenta. Además que da la sensación de esa opresión, de esa sequedad de ese territorio. Me parece que es una decisión bastante acertada”.

Y también del lenguaje cinematográfico del libro, del western y tus referencias en ese sentido. “Bueno, creo que hay muchas influencias y no solamente del cine o del western. Para mí también fue fundamental el cómic de ‘La Casta de los metabarones’ de Juan Giménez y Jodorowsky; películas como ‘Doña Bárbara’ con María Félix, así haciendo un papel muy empoderarte de una mujer, así como con ‘Orgullo’ de Mur Oti como ya te había comentado, o la película de Joan Crawford, ‘Johnny Guitar’, que son como Súper Clásicos, ‘Horizontes de grandeza’…  Creo que hay una combinación como súper diversa de tipos y formas de entender el western”.

Carla Berrocal

¿Con qué técnicas trabajas? “Trabajo sobre todo con pincel y tinta china, y luego coloreo con el ordenador. Pero bueno, depende un poco, porque hay trabajos, como los editoriales, que son más rápidos y tengo que dibujar muy rápido y uso la tablet. Pero en general suelo trabajar con papel y pincel y tinta china”, nos cuenta Carla Berrocal.

Danos algunas pinceladas sobre el proceso de elaboración de este libro. “La verdad es que en el proceso de trabajo fue más laboriosa la parte del guión que la parte de técnica de dibujo y entintado, porque eso me llevó seis meses exactos. Hacía como unas 10 páginas a la semana. Trabajé en un formato pequeño. Yo suelo trabajar en un formato A3, pero este libro lo hice en un formato pequeñito y fue un acierto porque porque iba mucho más rápido y la parte de guión fue un poco más laboriosa. Yo creo que me llevó por lo menos un par de años, pero no de forma continuada, sino pues eso, en huecos, en espacios mientras trabajaba. También fui a la zona en la que está ambientada la historia, en Salamanca, cerca de Ciudad Rodrigo, para ambientarme un poco y para conocer un poco el trabajo de las personas que trabajan en el campo”.

Carla Berrocal

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Proyecto así personal personal lo tengo paradillo, porque hasta que no llegue el verano no me puedo poner con él. Ahora mismo estoy haciendo trabajos de encargo, pero bueno, el último proyecto que he hecho es el de Archivos Estatales, que es un cómic sobre el trabajo y los distintos archivos que existen en el Estado español, y básicamente estoy promocionando un poco eso. He acabado un libro ilustrado que se llama ‘El pozo de la soledad’, que es un una reedición de un clásico de la literatura lésbica de principios del 20 y bueno, pues más trabajillos así de ilustraciones sueltas”.

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Cómic

Ana Miralles y Emilio Ruiz y la Ava Gardner menos conocida en ‘Ava’

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Ana Miralles

En 1954, la estrella de cine Ava Gardner está en la cima de su carrera y acaba de estrenar una de sus obras cumbre: ‘La condesa descalza’. ‘Ava’ transcurre durante la promoción de la película en Sudamérica. Al aterrizar en Río de Janeiro, se encuentran con un país apasionado por el cine que está de luto por el reciente suicidio de su presidente, Getúlio Vargas. Un escenario y unas circunstancias extremas que sirven a los autores para descifrar las claves de la personalidad de Ava Gardner, una mujer que se enfrentó a todos en un tiempo en el que gozar de la misma libertad que un hombre suponía una verdadera transgresión. Emilio Ruiz y Ana Miralles, han buceado en memorias, biografías y documentos para tratar de reflejar con precisión a la persona detrás del mito y darle voz propia a una de las mayores estrellas de la época dorada de Hollywood en este cómic editado por Astiberri. Con Ana hemos charlado un poquito más sobre este libro, que ha obtenido el Premio Todostuslibros al mejor cómic nacional 2025.

Ana Miralles

¿Cómo nace todo? ¿Cómo empieza? Ana Miralles: “Teníamos ganas Emilio y yo de trabajar otra vez juntos. Hemos tenido un periodo en el que yo necesitaba también hacer otras cosas y me centré más en el tema de las ilustraciones, de la exposición y tal. Pero como hemos trabajado prácticamente desde el principio de mi carrera, siempre hemos hecho cosas juntos, pues pensamos que el siguiente proyecto también podría, después de ‘Djinn’, que fueron 16 años trabajando con Jean Dufault, pues pensamos que podía ser una oportunidad para hacer una historia ya más rotunda y con más tiempo y más seria. Entonces Emilio se puso a investigar y fue él quien propuso la historia, realmente. Estuvo estudiando y como los dos somos aficionados al cine, pues nos pareció muy adecuado”. 

Entiendo que ha sido muy importante ese período de documentación, de investigación que hay, no sé si previo o incluso durante el proceso de elaboración de este proyecto. “Sí, bueno, las cosas no se preven así tan absolutamente rotundas, van surgiendo y es poquito a poco, Emilio y yo somos pareja, vivimos juntos y día a día vas construyendo un poco el edificio. Entonces, con ‘Ava’ pasó eso. Él, aparte del interés del cine, me dijo: “es que pienso que si alguien la tiene que dibujar, tienes que ser tú. Tú podrías abordar este problema del parecido, del aire, de darle vida a este personaje de una forma más o menos exitosa, por lo menos que se pareciera, dentro de lo que es el realismo y el registro que yo trabajo”, nos cuenta Ana Miralles.

“El tema de abordar el trabajo fue también muy paulatino, poquito a poco fuimos trabajando con mucha documentación, Emilio ha leído muchísimas, todas las biografías que le han caído en las manos y ha ido recogiendo lo que ocurre siempre con estos trabajos, un exceso de información que luego tienes que digerir y ponerlo en imágenes”.

Ana Miralles

¿Qué peso ha tenido en todo ese trabajo el cine, las películas? “Pues bueno, todo, porque ya te digo, nos gusta mucho el cine clásico y las referencias son constantes. Con ‘Ava’ teníamos también ese punto de, no sé cómo explicarlo, de decir que había que hacer un poco de justicia, aunque sea una justicia poética, porque todos los documentales que nos vimos, aparte de los libros, siempre daban la misma versión de su historia y de su vida, que es una versión que yo entiendo que ha sido la de sus supervivientes, concretamente todo el entorno de Sinatra y todo eso. Entonces se hablaba siempre más de su vida amorosa, siempre con él como protagonista y a nosotros esa versión concretamente también nos parecía sesgada, porque además se alineaba mucho con lo que sería el tratamiento que le había dado la prensa de la época al personaje. Entonces, claro, el afán de investigar un poco más en su vida nos llevó a eso. También yo intentaba a través de sus películas ver cómo actuaba ella, cómo evolucionó. También percibir un poco más de lo que era su personalidad, porque de ella no han quedado imágenes fuera de lo que es la actuación, me refiero a imágenes en movimiento. Hay muchísimas fotos, pero ella se preservó mucho lo que es su intimidad”. 

Ana Miralles

“Trabajar ese personaje con esas claves, tienes que hacerlo desde el respeto y desde el cariño también -continúa Ana Miralles-. Y bueno, hemos intentado completar un poco el retrato que de ella hay, que no negamos todo lo que se dice de ella porque es cierto, que era alcohólica y que era una mujer que hacía su vida promiscua, pero como lo son muchos hombres, pero a ellos no les ponen objeciones si tienen muchas novias o no. Queríamos evidenciar la diferencia de trato al ser ella una mujer. Y como ella hizo lo que le dio la gana en esta vida, sin importar lo que dijeran de ella realmente, pues pagó por ello. Esa es la realidad. Se lo hicieron pagar y la prensa se le echó encima”.

Ana, si tuvieras que describir en unas pocas frases qué se van a encontrar los lectores cuando empiecen a pasar las páginas de este cómic… “Bueno, hemos trabajado varios niveles. Entonces, según el interés del lector, se pueden encontrar la historia de un fin de semana, de una star de la época en Río de Janeiro, con una serie de problemas que surgieron que no se esperaban y ver cómo ella reaccionaba. Y para los que están más metidos en el tema del cine, pues hay referencias. Sobre todo por las referencias que se nombran por los personajes, los enlaces que hay, los guiños, ese tipo de cosas. Entonces, yo creo que hay diferentes lecturas. También podemos hablar de la clave feminista y reivindicativa, en el sentido de que ella, con su actitud, aunque ella no era abiertamente, no se declaraba feminista, pero de facto sí que lo fue porque no permitió que nadie decidiera sobre su vida. Aunque fue una mujer que en su momento también fue maltratada y tuvo los problemas que sufren muchísimas mujeres. Pero bueno, por lo menos era alguien que tenía muy claro que era dueña de su vida. Desde ese punto de vista, yo creo que puede interesar a muchísimos tipos de lectores”.

Ana Miralles

Ana, si hablamos un poquito de las ilustraciones, de lo que es el dibujo, ¿qué dirías tú que tienen de característico tus dibujos para este trabajo? ¿Qué hay de diferente con respecto a otros anteriores? “Bueno, aquí he tenido que documentarme con muchísima aplicación, vamos a decirlo, ¿no? Porque al ser un personaje histórico no demasiado alejado en el tiempo, tampoco se podría fantasear tanto -asegura Ana Miralles-. Recuperar toda una época, que a mí es algo que me encanta, me encantan los viajes en el tiempo y de alguna forma con todas mis historias los recreo. Siempre me gusta recrear mundos perdidos y para ello hay que documentarse, hay que echar mano de todo lo que se tenga, ya sean fotos o pinturas de la época. Todo el tratamiento que le he dado tanto en el color como en el dibujo y la documentación, pues ha sido hasta donde yo he podido llegar de la forma más exhaustiva posible”.

Ana Miralles

“No me he permitido demasiadas licencias, pero vamos, para mí ha sido un verdadero placer. Desde los trajes, los personajes, los peinados, todo eso que te hace creíble una historia porque estás sintiendo un poco el aroma de la época, en todas las cosas que ellos hacen. También está, por ejemplo, el personaje de Río de Janeiro, que es una ciudad que hoy en día ya no es lo que Eva visitó, porque ella lo visitó en el año 54 y todavía tenía vestigios de una cierta arquitectura colonial. Era una ciudad muy blanca, edificios blancos, todos de los años 20, 30. Entonces, eso poco a poco en los años 60 fue desapareciendo, entró otro tipo de arquitectura y la ciudad cambió su fisonomía. Entonces, recrear esa ciudad también ha sido una búsqueda bastante interesante porque nos hemos basado en fotos, en algún documental y también hemos hecho un poco los recorridos que ella hacía”, asegura Ana Miralles.

Ana Miralles

“En la medida de nuestras posibilidades hemos intentado ser bastante exhaustivos, pero sin pasarnos. Tampoco esto es como para hacer un tratado ni de arqueología ni de arquitectura, por supuesto. Es siempre un trabajo libre y un trabajo de sugerencia más que académico. La idea era recrear el ambiente y un poco el aroma de lo que era el Río de la época”. 

Y Ana, ¿con qué técnica sueles trabajar o has trabajado en este proyecto en concreto? “Yo soy, en ese sentido, fiel a lo que aprendí en su momento, y no me he reciclado con las nuevas tecnologías. Yo trabajo con lápiz y con acuarela. Y el soporte es el papel, no hago trabajo digital, porque aprendí a hacerlo de esa manera, lo hago relativamente rápido y me resulta muy satisfactorio estar en contacto con materiales físicos y palpables. Es algo que no lo puedo evitar. Necesito tocar materia y tener un soporte que sea físico, con pigmentos y con papel. A mí en las pantallas debe de ser una cuestión, ya no digo generacional ni mucho menos, pero ya debe ser algo genético. En las pantallas no veo bien los colores, no me sugieren la creatividad, tanto como coger un papel en blanco… En la pantalla parece que el medio no me favorece ese punto. Entonces, ya te digo que todos mis originales son en papel y hechos mayormente con acuarela. Los primeros que hice, en la época de los ochenta, esos también estaban hechos con tinta y con pincel. Era un paso que me alargaba mucho el proceso y con el tiempo lo he ido aligerando. Ya lo hago todo directamente con lápiz”, confiesa Ana Miralles.

Ana Miralles

Te quería preguntar por la repercusión que está teniendo el cómic, sobre todo la buena acogida, porque imagino que estáis contentos con esa recepción, con el reconocimiento que está teniendo el libro. “Eso ya es un capítulo aparte, porque ha sido una satisfacción salvaje. No nos lo esperábamos ni en nuestros mejores sueños. Lo digo en serio. No es ni falsa modestia ni nada, porque cuando haces un trabajo, y además da igual todo lo que hayas hecho antes, es que cada cosa que haces es una botella con un mensaje que lanzas al mar. No sabes si lo van a recoger o se va a perder en las profundidades. El hecho de que tú hagas algo depende de muchísimos factores. Primero, que el editor lo haga bien. En este caso lo ha hecho de maravilla. Ha hecho un libro precioso. Que salga en el momento oportuno. La fecha ha sido buena y que además no tuvieras al lado la aparición de otro autor que haya podido hacer algo dentro del mismo registro y que sea mucho mejor que tú. O que tenga más tirón comercial. Entonces, en ese sentido, hemos tenido suerte. Y después la prensa ha sido muy sensible a la historia y nos ha tratado muy bien. Ha sido bastante unánime al hablar de sus virtudes y nosotros estamos muy agradecidos. Es algo que para nosotros no era habitual, por lo menos en España. Habiendo hecho yo tanto trabajo fuera, estaba un poco desconectada de todo el sistema que hay aquí. Pero me ha sorprendido muchísimo, porque ha sido realmente muy interesante. Interesante ver cómo la prensa se ha volcado. Y luego el público, ya en las dedicatorias, pues lo veo que hay gente que está encantada y que además te lo dicen”.

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