Álbum Ilustrado

Hélène Druvert y sus ilustraciones troqueladas en ‘El palacio de cristal’

Published

on

Haize, una niña solitaria a la que le gusta deambular por la ciudad gris, descubre un invernadero abandonado al que vuelve todos los días a cuidar de esta jungla inesperada. Una tarde, un niño llamado Kimu aparece en su oasis improvisado para protegerse de la lluvia. Ambos niños plantarán, regarán, podarán y desherbarán sin descanso junto a otros para crear un refugio ideal. Así nos presenta con estas palabras la editorial Maeva Young ‘El palacio de cristal’, un álbum ilustrado de Hélène Druvert, con la que hemos profundizado un poquito más en este libro y lo que hay detrás.

¿Cómo nació este proyecto? “Hice un diorama recortado en papel para una exposición en París, en la Galería Robillard. Todo estaba allí: el invernadero, la selva y la niña leyendo su libro. Dos niñas que asistían a la inauguración vinieron a verme y me preguntaron dónde podían encontrar a esta niña perdida en el invernadero leyendo un libro de botánica… ¡y un nuevo libro nació rápidamente!”

¿Qué encontramos en este libro? “Encontramos un mundo vegetal frágil y olvidado, un secreto que la ciudad ha guardado. Encontramos amistad y la alegría de trabajar juntos”, asegura Hélène Druvert.

¿Cómo nacieron los dos personajes principales? “Me inspiraron mucho mis dos hijos, Marin e Ida; están muy orgullosos de aparecer en este libro. Y quise darles nombres vascos, ya que vivo en esta región. Estos nombres tienen algo de misterioso y no indican inmediatamente en qué ciudad se desarrolla la historia”.

¿Qué hay de Hélène en Haize? “Probablemente hay mucho de mí en Haize. Siempre me ha encantado la naturaleza. Crecí en un jardín enorme. De niña, me encantaba leer y dibujar, sobre todo al aire libre con mi madre, que también dibujaba”, nos cuenta Hélène Druvert.

Ya nos has adelantado algo pero, ¿por qué dos nombres en euskera? “Quería poner nombres vascos, ya que, como te comentaba, vivo en esta región que tanto amo. Los nombres vascos tienen algo misterioso y no indican inmediatamente en qué ciudad se desarrolla la historia. Para algunos, son elementos de la naturaleza: el viento, la piedra, el bosque, el brote… Me gustó mucho este poema y hablé con mis amigos que hablan euskera para encontrar nombres con estos significados. Ya conocía Haize porque mi hija casi se llama así”.

Cuéntanos algo sobre las ilustraciones. “Espero que los niños queden cautivados por la diversidad y los colores de la vegetación; disfruté mucho trabajando en este libro”, confiesa Hélène Druvert.

Cuéntanos algo sobre la técnica utilizada en este libro. “Utilizo el troquelado para crear sorpresas, jugar con los planos, la perspectiva… ¡Los cortes láser son mi sello personal y se pueden encontrar en muchos de mis libros!”

Nos gustaría mucho saber cómo fue el proceso de creación de este libro. No debe haber sido fácil. “Hay muchas etapas de prototipo para los recortes; lo calculo todo al milímetro para que sea armonioso, para que los diferentes planos sean visibles o, por el contrario, para ocultar elementos y crear sorpresas visuales -continúa Hélène Druvert-. Pruebo todos los cortes previamente para encontrar el equilibrio perfecto entre la delgadez/entramado del papel y la resistencia, para que las páginas sean fáciles de manejar. A veces tengo que encontrar trucos y «puentes» para consolidar ciertos elementos, otras veces para ganar en fineza”.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Mi próximo libro es un libro de no ficción sobre animales, parte de una colección publicada por Maeva Young en castellano y catalán. Me encanta trabajar en esta serie porque siempre estoy aprendiendo muchísimo, ¡y por supuesto, hay recortes! Ahora tengo un proyecto de libro de ficción y, para mi investigación personal, sigo explorando los recortes, pero en forma de cianotipos, una antigua técnica fotográfica que permite crear una imagen utilizando la luz solar”.

Tendencia

Salir de la versión móvil