Una tortuga ya mayorcita se rompe la cadera y la vida ya no vuelve a ser igual. Supone el fin de la autonomía. Los tropiezos en la vida procuran extraños compañeros, que a veces se van sin previo aviso, aunque siempre alguien vuelve a ocupar su lugar. Así nos presenta Thule ‘Boca Arriba’, un álbum ilustrado que firma Fernando Pérez Hernando, con el que hemos charlado de este proyecto.
¿Qué inspiró esta historia? “Esta historia es un homenaje a mi tía Conso, que a sus noventa y seis años, se rompió la cadera, y quedó totalmente indefensa, inmóvil, a expensas de que alguien la “pusiera” aquí o allá. Después de ir a visitarla a la residencia, durante la cena, cayó un insecto en la mesa que quedó boca arriba. Pasado el primer impulso de darlo un manotazo, me recordó a mi tía y pensé: “ahí estás, indefenso, como no te ayude alguien…”. Le di la vuelta y marchó volando”.
¿Qué nos cuentas con ella? “Boca arriba es una historia que trata sobre la vida, y por tanto, sobre la muerte. Esto último es inevitable, pero la forma en que decidas vivir, pese a las adversidades que con toda seguridad se van a presentar más tarde o más temprano, eso solo depende de ti”.
Háblanos un poco del proceso… “Quería un álbum íntimo, entrañable (puestos a pedir…) de modo que me interesaba que en él apareciesen la textura del papel, el trazo del lápiz y la frescura del boceto, y lo acompañé de cuatro colores que incorporé en digital”.
“Cuando tenía la historia en boceto y solo un par de ilustraciones a color le enseñé a José de Thule el álbum como había hecho otras veces con otros. Normalmente José me decía “muy bonito, pero necesito más chicha para Thule…”, en esta ocasión me dijo: “lo vamos a hacer, acábalo tal como me has mostrado las dos ilustraciones finales”, y así lo hice. Hubo muy pocas correcciones sobre la maqueta presentada”.
¿Qué tienen de diferente las ilustraciones respecto a la Escalera Roja? “Jajaja, todo. Bueno, no todo, la línea, antes de dar color creo que es la misma que en La escalera roja, muy sencilla, suave, sin aristas, la puedes llamar incluso infantil, ya que lejos de considerarlo un mal calificativo, para mí sería todo un halago. Trato de ser fiel al boceto inicial, y dado que el boceto inicial lo hago en dibujitos de unos cinco centímetros, eso se refleja en la sencillez del final, o al menos esa es mi intención”.
En cuanto a la técnica, ¿algo nuevo? “Un poco nuevo para mí sí, ya que es el primero en que se ve el lápiz tal cual, sin retoques, como si fuera un apunte rápido sobre papel crema verjurado”.
Tanto en ‘Conducir es fácil’, ‘La Escalera Roja’ como en ‘Boca Arriba’, tú eres el responsable de la historia y de las ilustraciones. ¿Cuáles crees que son las ventajas de que tú controlas los dos aspectos? “Lo bueno es que la comunicación es muy fluida… No, ahora hablando en serio, no sé cómo será ilustrar el texto de otra persona, no se ha dado el caso aún y sería un reto nuevo para mí”.
“En el primer momento que concibo el álbum, en la fase de apuntar la idea, no tengo nada claro lo que será texto y lo que será imagen, aunque la idea como tal, queda apuntada como texto, claro. Supongo que una ventaja es que le puedo decir al escritor “eso no me gusta, quítalo, que pongo yo tal o cual cosa en la ilustración”, y por supuesto, al revés sucede igual, si encuentro una palabra mejor que una parte de la imagen, la pongo y elimino esa parte de la ilustración. Así hasta que creo que todo encaja”.
¿Cuál es el siguiente paso? Lo próximo que veremos de Fernando… “Hace poco se ha publicado un nuevo álbum por Takatuka: ‘Armando‘. Tengo cerca de otros doce álbumes a la espera de rematar para ofrecérselos a los editores, pero no sé cuál será el primero con el que lo intentaré. Depende del que vea que se va cerrando mejor. Luego hace falta que alguna editorial siga interesándose por lo que hago y suerte”.