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Daniel Montero Galán y ‘A la vista’: «Esta aventura de corte ecologista, anima a los “espectadores” a tener una conciencia crítica sobre el progreso y el capitalismo, cuestionando el colonialismo, la propiedad territorial, la identidad y el progreso devastador en el que estamos inmersos»

Daniel Montero Galán está detrás de ‘A la vista‘, un proyecto de la mano de la Editorial Libre Albedrío, que nos presenta con estas palabras este álbum ilustrado. «Si tienes ojos, este libro esta hecho para ti. Si tus ojos están situados en una cabeza observadora, podrás apreciar esta aventura. Si además, en tu cabeza tienes boca, disfrutarás narrando todo lo que acontece en esta isla. Una isla, la naturaleza y el ser humano ¿qué puede salir mal? Una divertida historia que habla de la necesidad de cuidar el planeta y de construir de forma sostenible. Encontrarás un montón de tramas diferentes que habrá que ir descubriendo como si fuéramos detectives, ¿quién ha provocado qué?, ¿dónde está nuestro protagonista?, ¿cómo se salva?, ¿qué papel juegan las gaviotas en esta historia? Un montón de preguntas que encontrarán su respuesta si eres hábil y te fijas bien. Cada personaje juega un papel crucial y todos los elementos que aparecen tienen su función narrativa. Un álbum ilustrado sin palabras inteligente y extraordinario». Nosotros hemos charlado con Daniel para que nos cuente un poco más de lo que hay en sus páginas.
En las dedicatorias del libro te refieres a él como ‘cuaderno de bitácora’. ¿Qué nos vamos a encontrar en sus páginas? Daniel Montero Galán: «Quien aborde este diario de abordo encontrará una historia sin texto, pero con mucho contexto, sobre un barquero que se queda sin barca en una isla habitada por una bandada de gaviotas, un oso, una cabra y una cigüeña. A la vista también está un náufrago con un mensaje embotellado, una huerta, un leviatán, unos peces y el auge y caída de una civilización».
¿Qué te interesaba transmitir en sus páginas? «Este libro, a medio camino entre el álbum y el libro-juego didáctico, incita a aprender y comprender mediante la “lectura” de imágenes, ejercicio infravalorado de forma incoherente en una sociedad cada vez más saturada de imágenes. Como en el resto de proyectos que he ideado para todos los públicos, mi intención es educar por medio de la ilustración de manera divertida, rompiendo esas barreras en las que nos intentan encarrilar desde pequeños, separando el juego del aprendizaje, lo divertido de lo didáctico -afirma Daniel Montero Galán-. Esta aventura de corte ecologista, anima a los “espectadores” a tener una conciencia crítica sobre el progreso y el capitalismo, cuestionando el colonialismo, la propiedad territorial, la identidad y el progreso devastador en el que estamos inmersos, haciendo un reclamo a la calma que permita una “lectura” sosegada y que conviva en armonía con el ritmo que marca la naturaleza».
Háblanos del proceso de elaboración de este proyecto. «A la vista está que, tras lo visible de un proyecto, quedan muchos posos que a primera vista no son apreciables. De los proyectos que he realizado, «A la vista» ha sido al que más vueltas y giros le he dado, hasta llegar a marearme en diversas ocasiones -nos confiesa Daniel Montero Galán-. En un principio el libro iba a desarrollarse en tierra firme, narrando la historia de un árbol, un extranjero y un grupo de colonizadores. La narración iba a tener texto, escrito por el Niño Cactus, pero acudí con esta idea a un curso de Riki Blanco titulado «Ilustración y discurso» y el proyecto fue tomando y perdiendo forma, amasándose con la ayuda de los/as asistentes al taller, que pusimos patas arriba la estructura de la historia. Durante este vendaval creativo navegué en un mar de dudas y la historia se trasladó a una ínsula. Con tanto oleaje las palabras de Alberto naufragaron y se perdieron por el camino. Pero la esencia de su relato logró llegar hasta la ínsula y aposentarse en sus sedimentos, nutriendo las raíces de los árboles que en ella habitan y dando consistencia al suelo donde fui colocando cada vez más elementos y personajes (entre ellos un cactus en homenaje a Alberto). Tantas idas y venidas a la hora de crearlo se reflejan en la historia, pues induce a “leerlo” de manera zigzagueante, retomando las páginas anteriores sin poder avanzar en un orden lineal».
Sobre las ilustraciones, ¿qué dirías que tienen de característico? «La gráfica se distancia del resto de trabajos que he realizado para un público infantil-juvenil, dejando de lado las formas “espiraloides” para centrarme en figuras más geométricas y “rectiformes”. El reglamento que me impuse para este libro-juego me obligó a cambiar de estética, a utilizar un único plano fijo en el que cada vez van apareciendo más personajes y elementos -nos dice Daniel Montero Galán-. Estos debían encajar como fichas de un puzle sobre el tablero que delimita esta insólita ínsula y adaptar su forma con el resto de elementos a modo de Tangram, pues la falta de perspectiva provoca que los personajes no puedan expandirse fuera de los márgenes de la isla».
¿Con qué técnicas trabajaste? «Como es común en mí, la cartulina tiene un papel protagonista en mi trabajo, aunque algunas veces me hace perder los papeles, como sucedió en este caso, pues habría sido mucho más sencillo realizarlo directamente en digital. Pero bueno, cada cual tiene sus manías y una de las mías es intentar hacer todo lo posible a mano. El monitor me cansa mucho, tanto la vista como la cabeza, así que realicé las escenas de la manera más complicada que pude -afirma Daniel Montero Galán-. Esta obsesión por lo analógico me llevó a realizar cada uno de los elementos en láminas aparte. Primero los dibujaba sobre papel milimetrado, para después calcarlos sobre cartulina y colorearlos con rotuladores. Por último digitalizaba y montaba las escenas en Photoshop».
¿Y qué nos cuentas del uso del color? «El colorido, como todos los elementos que aparecen en la historia, tiene una función narrativa. Usé una paleta muy limitada, por un lado para que destaquen y salten a la vista todas las piezas de este rompecabezas y, por otro, para que cada color agrupe a cada serie de elementos, creando conjuntos entre ellos según sus condiciones. Fue una resolución gráfica para poner orden en la teoría del caos que rige esta historia».
También planteas un juego en el libro, pidiéndole al lector que encuentre determinados elementos en el libro… «Entre los libros que marcaron mi infancia se encuentran los de la serie de “¿Dónde está Wally?”, que a día de hoy todavía ocupan un lugar preferente en mi biblioteca personal. Me pasaba horas y días tachando una y otra vez el listado de cosas para encontrar que hay en las guardas finales y buscando e inventando otras situaciones y elementos que no venían indicadas en el inventario -nos cuenta Daniel Montero Galán-. Me preguntaba cómo sería un libro si este tipo de ilustraciones, en lugar de ser como “fotografías fijas”, apareciesen como escenas en movimiento, y la respuesta está en “A la vista”. El listado que aparece al final del libro es un aviso para advertir a los/as “lectores/as” que cada uno de los personajes y elementos que aparecen en escena protagonizan una historia, muchas de las cuales interaccionan en sí. De este modo, si han ido de manera apresurada mirando el libro y no han avanzado poniendo mucho ojo en cada una de las páginas, seguramente se les hayan pasado por alto numerosos de los detalles».
Y me gustaría que me hablaras de esa imagen que se va formando en algunas de las páginas y que me recuerda un poco a la idea del arca de Noé… «Me hace gracia esta comparación pero no me convence. La gran diferencia que encuentro con la fábula bíblica es la “zoozoobra” que guía a Noé y lo cómico que resulta cómo se desencadena todo en “A la vista”. De hecho, encontrar un tono desenfadado para narrar una tragedia, me pareció lo más complejo a la hora de desarrollar el proyecto. Además, en esta historia nada actúa como Dios manda y no hay ninguna fuerza sobrenatural que rija los acontecimientos, aparte de la propia naturaleza, el azar y el ser humano, que es capaz de convertir un pedazo de tierra en un paraíso o en su propio infierno sin ayuda de divinidades. Considero que la grandeza del ser humano es su propia condena, al ser la única especie que, en lugar de adaptarse al hábitat, transforma el medio por completo. Los continentes ya existían antes de que los “descubriésemos”. La naturaleza ya existía antes de que apareciésemos, y estoy seguro de que le quedarán muchos milenios de vida cuando desaparezcamos». PD: Salta a la vista que «A la vista» es un proyecto de corte ecologista y animalista. Ningún ser vivo fue lastimado durante la realización del libro.
Por último, ¿cómo se presenta 2018? «Este 2018 recién estrenado todavía está tan prematuro que no sé lo que me deparará, pero entre mis propósitos de año nuevo está el de trabajar menos cobrando más. Espero que mis editores lean este deseo».
Cómic
COMICMED, el encuentro que conecta el cómic con el Mediterráneo

La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con la colaboración del Polo Nacional de Contenidos Digitales del Ayuntamiento de Málaga, han celebrado la primera edición de COMICMED, un encuentro que ha abordado el mundo de la novela gráfica y el cómic producido o vinculado con el Mediterráneo.
La programación, plagada de importantes creadores del género, ha combinado conversaciones con autores, talleres prácticos para público infantil y juvenil, y una innovadora propuesta que fusiona cómic con música electrónica con aires marroquíes al ritmo de la DJ Hajar Lagranja.

El cartel de esta primera edición ha sido realizado por Nadia Hafid (Tarrassa, 1990), ilustradora de ascendencia marroquí cuyas obras han sido varias veces portada en ‘El País’, además de aparecer en artículos en medios internacionales como ‘The New York Times’, ‘The New Yorker’ y ‘The Washington Post’, entre otros. Su nuevo trabajo, ‘Mal olor’, recientemente ganador del premio Finestres, ha visto la luz en castellano este mes y los asistentes a COMICMED han podido tener acceso a el en primicia. Nadia protagonizó una de las mesas de este encuentro, en la que conversó con Javier Alonso, director del programa ‘Territorio 9’ en Radio 3.



Siguiendo con autores de gran nivel, el festival ha traído por primera vez a España a dos creadores que, sin ser de origen mediterráneo, acuden con una obra cuya temática está muy presente en este mar y que, además, entronca a la perfección con los valores que promueve Tres Culturas de solidaridad, diversidad, inclusión y esperanza. Se trata de Victoria Jamieson y Omar Mohamed, que conversaron sobre la historia que les unió: la multipremiada ‘Cuando brillan las estrellas’, inspirada en las vivencias del propio Omar Mohamed en los campamentos de refugiados de Dadaab, en Kenia.

También tuvieron cabida los cómics que dan el salto a la gran pantalla a partir del exitoso caso de ‘Robot Dreams’, el primer cómic de la escritora de libros infantiles Sara Varon que el director Pablo Berger plasmó en una inolvidable cinta que llegó a optar al Oscar como Mejor película de animación el pasado año. Ambos desgranaron los detalles de esta colaboración que ocupa un lugar de privilegio entre las producciones cinematográficas nacidas de un cómic.

Y si la historia de ‘Robot Dreams’ viajó desde Estados Unidos hasta España para llegar al celuloide, el mismo trayecto, pero a la inversa, es el que realizan las obras de Natacha Bustos (nacida en Ibiza en 1981, aunque malagueña de adopción) y Carmen Carnero (Málaga, 1983), dos españolas que triunfan en Marvel y DC. La primera de ellas con cómics como Moon Girl and Devil Dinosaur, fue elegida por Marvel como una de las ocho artistas más prometedoras de la próxima generación en 2020; mientras que la segunda trabaja para esta misma compañía en exclusiva desde 2018, donde fue incluida en 2019 en el programa de artistas de élite de Marvel ‘Stormbreakers’.


Igualmente por su importante proyección, destaca el reconocido dibujante e historietista Diego Galindo (Sevilla, 1978), que conversó con la profesora e ilustradora Cristina Peláez sobre su experiencia adaptando Stranger Things al cómic, explorando los retos y oportunidades de trasladar esta exitosa serie. Comentaron sus inicios, y Diego confesó que «siempre fue primero la imagen, el dibujo. Yo al principio miraba los cómics, más que los leía».

Por último, cabe mencionar a Wilfrid Lupano, (Nantes, 1971), con quien se analizaron libros como ‘La bibliomula de Córdoba’, del que es guionista, y en el que muestra el poder de la cultura y el conocimiento como barrera ante los totalitarismos. Wilfrid habló sobre el proceso de investigación y documentación para el libro. «Era difícil poner en imágenes un universo que no había sido representado. Era como poner una primera piedra», indicó. Lupano señaló el trabajo enorme de investigación que había realizado también el ilustrador, y apuntó a la idea de sacar a la luz temas como la arquitectura y también toda la producción de la Gran Biblioteca de Córdoba. «En occidente la construcción de Catedrales era un gesto económico y político fuerte. La construcción de Bibliotecas también lo era». Definió a ‘La bibliomula de Córdoba’ como una «mula movie», una road movie a ritmo de mula, en la que se expresa su amor a la cultura y los libros. «El libro es un objeto con una fragilidad increíble… y a pesar de todo, todo el saber ha llegado hasta nosotros porque ha habido personas que han hecho la conservación, las copias… Siempre algunas escapan hasta la civilización siguiente».


Además, fue uno de los protagonistas de los talleres infantiles a partir de su obra El lobo en calzoncillos en el apartado COMICMED KIDS, donde también se ofreció otro taller que aúna creación con nuevas tecnologías para la creación de videojuegos y uno para público adolescente en el que Natacha Bustos mostró cómo dibujar superhéroes.

En resumen, una programación diversa y heterogénea en la que se habló mucho de cómic, pero también de nuevas técnicas de creación, universos digitales y fusión con otras artes.
Cómic
Málaga se convierte en el centro del cómic mediterráneo con la primera edición de COMICMED

La Fundación Tres Culturas y el Polo de Contenidos Digitales de Málaga organizan la primera edición de COMICMED del 6 al 8 de marzo en las instalaciones de Tabacalera con la presencia de creadores como Benjamin Lacombe, Victoria Jamieson, Sara Varon, Pablo Berger, Nadia Hafid, Natacha Bustos, Wilfrid Lupano y Carmen Carnero.
La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con la colaboración del Polo Nacional de Contenidos Digitales, del Ayuntamiento de Málaga, presenta la primera edición de COMICMED, un encuentro sin precedentes que abordará el mundo de la novela gráfica y el cómic producido o vinculado con el Mediterráneo.
La programación, plagada de importantes creadores del género, combina conversaciones con autores, tres talleres prácticos (para distintas franjas de edad: adultos, adolescentes y niños) y una innovadora propuesta que fusiona cómic con música electrónica con aires marroquíes al ritmo de la DJ Hajar Lagranja.

El cartel de esta primera edición ha sido realizado por Nadia Hafid (Tarrassa, 1990), ilustradora de ascendencia marroquí cuyas obras han sido varias veces portada en ‘El País’, además de aparecer en artículos en medios internacionales como ‘The New York Times’, ‘The Economist’, ‘The New Yorker’ y ‘The Washington Post’, entre otros. Su nuevo trabajo, ‘Mal olor’, recientemente ganador del premio Finestres, verá la luz en castellano en este mes de marzo y los asistentes a COMICMED podrán tener acceso a ella en primicia.

Otro de los grandes nombres propios del festival es Benjamin Lacombe (París, 1982), considerado uno de los ilustradores más importantes del mundo, con un estilo muy marcado y personal que le lleva a concebir cada dibujo como una auténtica obra de arte: figuras pálidas, de grandes ojos y una mezcla de fragilidad y potencia visual.

Siguiendo con autores de gran nivel, el festival traerá por primera vez a España a dos creadores que, sin ser de origen mediterráneo, acuden con una obra cuya temática está muy presente en este mar y que, además, entronca a la perfección con los valores que promueve Tres Culturas de solidaridad, diversidad, inclusión y esperanza. Se trata de Victoria Jamieson y Omar Mohamed, que conversarán sobre la historia que les unió: la multipremiada ‘Cuando brillan las estrellas’, inspirada en las vivencias del propio Omar Mohamed en los campamentos de refugiados de Dadaab, en Kenia.

También habrá lugar para los cómics que dan el salto a la gran pantalla a partir del exitoso caso de Robot Dreams, el primer cómic de la escritora de libros infantiles Sara Varon que el director Pablo Berger plasmó en una inolvidable cinta que llegó a optar al Oscar como Mejor película de animación el pasado año. Ambos desgranarán los detalles de esta colaboración que ocupa un lugar de privilegio entre las producciones cinematográficas nacidas de un cómic.
Y si la historia de Robot Dreams viajó desde Estados Unidos hasta España para llegar al celuloide, el mismo trayecto, pero a la inversa, es el que realizan las obras de Natacha Bustos (nacida en Ibiza en 1981, aunque malagueña de adopción) y Carmen Carnero (Málaga, 1983), dos españolas que triunfan en Marvel y DC. La primera de ellas con cómics como Moon Girl and Devil Dinosaur, fue elegida por Marvel como una de las ocho artistas más prometedoras de la próxima generación en 2020; mientras que la segunda trabaja para esta misma compañía en exclusiva desde 2018, donde fue incluida en 2019 en el programa de artistas de élite de Marvel ‘Stormbreakers’.

Por último, cabe destacar a Wilfrid Lupano, (Nantes, 1971), con quien analizaremos libros como ‘La bibliomula de Córdoba’, del que es guionista, y en el que muestra el poder de la cultura y el conocimiento como barrera ante los totalitarismos. Además, será uno de los protagonistas de los talleres infantiles a partir de su obra ‘El lobo en calzoncillos’ en el apartado COMICMED KIDS, donde también se ofrecerá otro taller que aúna creación con nuevas tecnologías para la creación de videojuegos (en el Campus 42) y uno para público adolescente en el que Natacha Bustos mostrará cómo dibujar superhéroes.
En resumen, una programación diversa y heterogénea en la que se hablará mucho de cómic, pero también de nuevas técnicas de creación, universos digitales y fusión con otras artes. Una iniciativa en la que, además, se han implicado otras entidades e instituciones como el Centro Andaluz de las Letras, la Fundación Telefónica, el Instituto Francés y las editoriales Maeva, Edelvives, Norma Editorial, Apa Apa Cómics y Penguin Random House.
El acceso a todas las propuestas de este festival será gratuito previa inscripción en la página web de la Fundación Tres Culturas (www.tresculturas.org). Asimismo, los interesados podrán adquirir ejemplares en el punto de venta que habilitará la tienda Cómic Stores en el mismo festival.
Álbum Ilustrado
El colectivo de ilustradores e ilustradoras de Asturias se une en su Asociación Profesional

La Asociación de Profesionales de la Ilustración de Asturias se presentó en sociedad a finales del mes de enero, y lo hizo con una jornada con charlas profesionales y con la inauguración en el Museo Barjola de Gijón de la exposición ‘Somos APIAST: La ilustración contemporánea en 50 obras’, que permanecerá expuesta hasta el próximo 28 de febrero. Aprovechamos la ocasión para charlar un poquito más con Eva Rami e Isabel Muñoz, de la directiva de APIAST, sobre este proyecto.

¿Cuál es el objetivo de la Asociación? “Entre los objetivos de APIAST podemos destacar un par a modo de ejemplo: el de crear una comunidad de apoyo y asesoramiento, y el de defender los derechos de los ilustradores e ilustradoras, promoviendo su reconocimiento y trabajando colectivamente por un futuro más justo para la profesión”.
¿Con cuántos asociados/as ha nacido? “Comenzamos a madurar la idea de crear la asociación un grupo de unas 11 personas reuniéndonos de forma mensual durante dos años para preparar toda la organización interna necesaria para funcionar e iniciamos nuestra actividad en septiembre con 30 personas socias. A día de hoy rozamos ya las 70”.

Hacednos una pequeña valoración del panorama de la ilustración en vuestra comunidad. “Tenemos una cantera de ilustradores e ilustradoras muy potente en esta tierra. Cuanto más aumenta la red que estamos creando, más cuenta nos damos de que nos encontramos en plena ebullición y que la cosa, lejos de decaer, crece de forma exponencial. Tenemos personas socias que han trabajado para Netflix, Disney, Marvel, Vogue, Naciones Unidas, Unicef, además de para un sinfín de editoriales, asturianas, nacionales de renombre y, sobre todo extranjeras… Y tanto los ilustradores e ilustradoras más reconocidos como los que están empezando tienen un nivel impresionante. Hoy en día el teletrabajo marca la pauta, pero no es ni mucho menos la única situación que hay”.

Y sobre la exposición, ¿qué nos vamos a encontrar en ella? “La exposición se compone de 50 trabajos de ilustración, obras de las 50 primeras personas socias, sirviendo como muestra de la ilustración contemporánea asturiana. A través de ella, queremos enseñar la gran variedad de técnicas, estilos, colores, temáticas y clientes posibles. Cada artista escogió el trabajo que quería mostrar, pero se decidió que todas las obras compartieran el mismo formato para dar unidad a la exposición”.

¿Con qué técnicas que se reflejan en la misma y quiénes son las personas que exponen? “Las técnicas que más se repiten son la acuarela y el dibujo o pintura digital. Aunque también podemos ver técnicas de pastel o collage”.

Los Autores y autoras de la exposición son: Isabel Muñoz, Eva Rami, Enrique Fernández (autor de la imagen de portada de esta entrada en el blog), Ana Reguera, David A. Palicio, Cris Mencía, Marco Recuero, Nuria Álvarez, Montse Vega, Cinthya Álvarez , Angélica Rius, Nora García, Verónica Grech, Brezo Rubín, María Guija, Rubén Megido Cuinchi, Vendela Vrensk, Inés Martínez, Eva López, Guillermo Redondo, Luisa García, Rosa Martín, Quino Marín, Nanu González, Raquel Lagartos, Pablo Ballesteros, Óscar Vázquez, Julia Castaño, Bruno M. Tabares, Anxelu González, Angélica Chamorro, Goyo Rodríguez, Celia Pandiella, Clara Pergon, Diana Sobrado, Beatriz Llavona, Javier Rodríguez, Kiyary Do, Marina Saavedra, Alba Blanco Lobo, Ivor Arce Ormazabal, Sara Pérez, Paula Marco, Andrea Franceschi, Andrea Sotorrío, Vanessa Riesgo, Manuela Estevan , Ana Qu y Carolina Mattos.
Tenéis más información en la web de APIAST.
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