“Yo duermo con un oso de peluche y mil monstruos cerca de mi almohada. Antes les tenía miedo, ahora no me hacen nada”. Un libro para ahuyentar los monstruos que nos asustan de pequeños… y de grandes. Así nos presenta la editorial Pintar-Pintar el cuento “Yo duermo con un oso”, escrito por Antonio Acebal, e ilustrado por Borja Sauras. Como siempre hacemos, hemos tocado a la puerta de la persona que nos regala estas preciosas ilustraciones.
“Ya había ilustrado dos libros con la editorial Pintar Pintar -nos cuenta Borja-: “¿De qué estará hecha la luna?” con texto de Miguel Rojo y “Menú de Versos” de Esther García. Me llamaron y me dijeron que tenían un texto de Antonio Acebal al que le podían venir bien mis dibujos. Lo leí y me apeteció un montón. Era una poesía muy sencilla para niños con monstruos, robots, bichos…. que me encantó”.
¿Qué nos vamos a encontrar en este cuento? “Una ayuda para tratar con los niños el tema del miedo antes de dormir, con una poesía sencilla, entrañable y simpática; para que sepan que los monstruitos que ven por las noches no son tan temibles. Es un libro fácil de leer y fácil de mirar”.
¿Cómo son las ilustraciones en este cuento? ¿Son similares a las de otros trabajos? “Son dibujos con mucho color, con formas simples, toscas y muy ingenuas. Los tres libros que dibujé me parecen distintos entre sí, aunque hay quien dice que tienen un estilo común. El primero se desarrollaba de noche, en tonos más oscuros, con línea gruesa, intentando simular témpera; y en el segundo es todo más blanco, con línea fina temblona e imitando acuarela. En este último todo tiene colores más vivos, los monstruos son enormes respecto al niño, cada fondo es de un color diferente, las formas son muy simples… Cada libro me pedía una cosa distinta”.
“En “Yo duermo con un oso” el niño está hecho a bolígrafo limpiado y retocado digitalmente. En el segundo libro, “Menú de Versos”, usé plumilla y tinta para la línea de todos los dibujos. Y “¿De qué estará hecha la luna?” está hecho entero digital”.
“En general, dibujo y coloreo todo por ordenador, pero intentanto simular un acabado analógico, usando trazos y formas irregulares, desaturando un poco los colores, metiendo alguna textura o usando distintos pinceles. Poder corregir sin tener que repetir el dibujo entero me da más seguridad, me anima a probar cosas nuevas y veo el resultado más inmediatamente. No queda igual que con un lápiz, unos acrílicos o unas acuarelas pero puedes aproximarte dándole amor al asunto. Y los bocetos siempre a lápiz, bolígrafo, tinta,…”
¿Cómo fue el trabajo de elaboración de este proyecto? “En este y en todos los proyectos al principio siempre tengo ilusión y miedo. Para mí es importante decir que el primer día me fui a la playa por la tarde, me tiré en la arena y me puse a abocetar al pirata y al robot. Se estaba muy a gusto”.
“El resto de días, en casa hacía bocetos sueltos buscando el personaje del niño y los demás monstruos; haciendo pruebas a lápiz, bolígrafo y rotulador de punta fina salían niños muy distintos. Elegí el que tenía “más appeal”, que dicen ahora. Luego imaginé las manera de ilustrar cada frase, de darle un aspecto interesante, visualmente llamativo…”
“Después me hice una maqueta del libro en pequeño (de unos 10 cm-15 cm), a lápiz también, para hacerme una idea de cómo quedaría el libro en conjunto. Y cuando ya tuve claro todo esto me puse al ordenador, pasando a limpio y probando colores. Si me cansaba de una ilustración empezaba otra, la dejaba a la mitad, las miraba juntas, volvía a la anterior para acabarla más,… soy un poco desordenado y me gusta saltar de un lado a otro, porque si estoy mucho rato con la misma cosa me aburro. A veces soy un poco impaciente”.
¿Qué opinas de la situación del mercado o de la industria de la literatura infantil y juvenil? “No sé demasiado de este mercado. Mi principal trabajo se da sobre todo en el mundo de la animación. En cualquier caso, mi impresión suele ser optimista. Creo que el trabajo del ilustrador tiene muchas aplicaciones y se difunde a través de medios muy distintos. Yo le veo futuro. ¡El mundo nos necesita!”
“En la película Big, Tom Hanks presentaba a sus jefes una nueva idea de cómic interactivo, que no les acababa de convencer. Veinte años más tarde la industria se adapta a las plataformas digitales aprovechando las ventajas que le dan, creando nuevas formas de narrar más interactivas, donde los lenguajes de la ilustración, la animación, el cómic se entrelazan. No está todo creado”.
“Y me tiro a la piscina y digo que en un tiempo el papel será como el vinilo, para los coleccionistas y los nostálgicos”.
“Ahora mismo estoy desarrollando un proyecto personal junto con mi amigo realizador, Dani Kei. Es un corto de animación 3D. Y a la vez me van saliendo algunos encargos esporádicos de ilustración, diseño de personajes, algo de 3D para publicidad, charlas … Mi último trabajo ha sido de animación de cámara y animación 3D para Qtel (lo que sería el equivalente a Telefónica de Qatar). Lo hice con el estudio Ink Apache, con el que estuve trabajando durante 7 años y con los que aprendí gran parte de lo que sé de animación y desarrollo de proyectos audiovisuales (¡un abrazo a todos mis compañeros!).”
“Y en mi cabeza hay muchos proyectos: algún libro para niños ilustrado y escrito por mí, alguna serie de animación, cortos, largos,… Pero claro, todo a la vez no se puede”.