Álbum Ilustrado
Rosa Álamo nos introduce en la vida de artistas y sus animales
En ‘Animales y artistas’ la pintora y escritora Rosa Álamo recorre la vida de una veintena de artistas cuya obra estuvo marcada por sus relaciones extraordinarias con el mundo animal, y nos ofrece un paseo por los entrañables vínculos que surgieron entre ellos. Aquí encontraremos a artistas como Picasso, Frida Kahlo, Georgia O’Keeffe, Andy Warhol, David Hockney o Leonora Carrington, todos ellos referentes del mundo del arte, quienes ligaron su vida y obra a la de sus mascotas. Pero también a otros creadores, nombres propios de la pintura, la ilustración o la fotografía, que aunque resulten menos conocidos para el gran público, son de vital importancia para la historia del arte. En las páginas de este álbum ilustrado editado por Avenauta descubriremos todas estas vidas fascinantes, las de los artistas y las de sus amados animales.
¿Cómo nace este proyecto? Rosa Álamo: “Pues este proyecto nace de mi interés por la Historia del Arte, carrera que incluso llegué a empezar y que abandoné muy rápido porque en seguida me di cuenta de que debía hacer Bellas Artes. Sin embargo, es una materia que siempre he cultivado y alimentado, también desde mi aula como docente de artes plásticas desde hace más de quince años. Igualmente surge de mi pasión por el mundo animal, que siempre ha sido muy acusada en mi trabajo plástico. En este libro encontré la manera de unir dos temas que me fascinan”.
“Y el origen tiene lugar hace dos años, cuando se me ocurrió ilustrar a Leonora Carrington con uno de los gatos siameses que le acompañaron en sus últimos años de vida, a continuación, decidí también hacer lo propio con Edward Gorey delante de la que fue su casa, rodeado de algunos de sus gatos, y lo mismo con el gran Louis Wain acompañado de su maravilloso gato Peter. Ahí me di cuenta de que tenía un tema interesante, y empecé a pensar en más artistas: ilustradores, pintores, fotógrafos, que habían establecido a lo largo de sus vidas vínculos importantes con los animales con los que convivieron”.
“Tenía tres ilustraciones terminadas y un proyecto en mi libreta, pero la vida y otros proyectos se colaron por medio -continúa Rosa Álamo-. Pero en enero de 2024, al mandar mi portfolio a las editoriales con las que quería trabajar incluí esas tres ilustraciones con un título provisional, “Animales y artistas” y Bárbara y Guillermo, de la editorial Avenauta, me escribieron para felicitarme por mi porfolio y pedirme que les ampliase información sobre este proyecto. Ese fue el nacimiento de “Animales y artistas. Historias de amistad entre creadores y fieras”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Encontrarán las vidas de veintidós artistas, además de la vida de una gran mecenas como fue Peggy Guggenheim y una entomóloga de nombre Maria Sibylla Merian. Es decir, 24 vidas vinculadas al arte y cuyo nexo es la relación tan especial que tuvieron con el mundo animal y que en el caso de los artistas llegó a “salpicar” sus propias obras y a convertirse por lo tanto en parte de nuestra historia del arte”.
“Quizá uno de los casos más célebres y reconocibles sea Frida Kahlo, que se autorretrató con sus monos o loros y retrato incluso a sus perros Xoloitzcuintle, pero mi misión con este libro ha sido reflejar muchas más vidas, algunas de artistas muy poco conocidos para el gran público tales como Romare Bearden, Dahlov Ipcar, Remedios Varo o Henriette Ronner-Knip que también fueron extraordinarios artistas y tuvieron un vínculo maravilloso con los animales”.
¿Cómo ha sido el trabajo de investigación y documentación para este proyecto? “Hace algunos años había tenido que dar charlas sobre movimientos artísticos y sobre las vidas de varios artistas y algunos de ellos habían sido Frida Kahlo, Andy Warhol, Magritte, Leonora Carrignton o Remedios Varo, artistas que yo tenía muy claro que quería que estuviesen en el libro. También en mis clases intento que mis alumnos vean pintura o ilustración y hablar de los autores en profundidad, relacionándolo con los contenidos que imparto”, nos cuenta Rosa Álamo.
“Así que yo ya tenía muchos libros en mi biblioteca de los que partir, y lo que hice fue buscar la documentación que me faltaba, sobre todo sobre aquellos artistas de los que podía tener algo más de desconocimiento. También me volví a dar una vuelta por los museos de Madrid, para de alguna manera redescubrir a quien me podía estar dejando en el tintero, y de ese recorrido gané para el libro a Rosa Bonheur, cuya obra podemos visitar en el Museo del Prado, y a Romare Bearden, a quien podemos ver en el Museo Thyssen-Bornemisza. Pasé tiempo haciendo un primer borrador del texto, que hubo que reducir un poco porque era muy extensa”.
“Mi objetivo en todo momento es que el resultado de este trabajo fuera un libro entretenido, didáctico e incluso divertido sobre los artistas y sus animales y que no resultase nada aburrido a los lectores”.
¿Qué personaje te ha llamado más la atención tras este trabajo? “Pues he de decir que todos los artistas incluidos en el libro me parecen muy inspiradores, y de hecho trabajar en él fue muy placentero por eso mismo. No sentí en ningún momento que me pudiese el cansancio, porque terminaba un artista y empezaba otro distinto, y todos tenían algo muy especial para mí. Me resulta muy difícil hablar de alguno que me haya llamado más la atención por eso mismo que te comento, pero supongo que hay algunas anécdotas muy entrañables como la relación que tuvo Matisse con sus tres gatos: Minouche, La Puce y el pequeño Coussi, los cuales le acompañaron mientras él estaba postrado en una cama aquejado de un cáncer de estómago. Matisse mandó colocar la cama en el centro de su estudio y, al ver tan reducida su movilidad, comenzó a usar collage. Así que es muy fácil imaginar lo importante que debió ser para este artista en ese momento la compañía de estos tres gatos, en esa cama, mientras él recortaba y creaba sus composiciones con papeles de colores”.
“Y también puedo mencionar a Rosa Bonheur, de la que comentaba antes que su obra se puede ver en el Museo del Prado -continúa Rosa Álamo-. Que es una artista que aprendió a leer usando un alfabeto animal y que desde muy pequeña se sintió ligada al mundo animal, algo que con el tiempo la convertirá en representante del género animalístico en la pintura. El león era sin duda su animal favorito, al que consideraba el más inteligente, y es muy curioso saber que cuando pudo comprarse un castillo, no una casa, sino un castillo para vivir decidió que adoptaría leones. Estos venían de circos y ella les daba una vida mejor y al llegar a sus terrenos los recorrían libremente, llegando incluso a veces a meterse dentro del castillo”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Pues quizá la estética y la técnica. He ido buscando, como buscamos todos los ilustradores, mi propio camino y un estilo que me defina como autora, y quizá en los últimos tiempos, y después de mucho trabajo, me este acercando un poco a ello. Y en cuanto a la técnica en este libro he trabajado con óleo sobre papel, también buscando diferenciarme. A primera vista, por cómo trabajo el óleo no parece esta técnica, pero es que yo vengo de la pintura y es un procedimiento que he usado mucho así que tenía mucha experiencia en su manejo. Hay también, acompañando los textos, pequeños dibujos de animales que los he hecho con línea de lapicero digital”.
“Otros dos libros anteriores los abordé en digital por completo, y ahí la línea del lápiz digital tenía mucha importancia, por ejemplo, en “Las hermanas Bunner” de Edith Wharton, publicado por Lecturia el año pasado. Otros proyectos de ilustración los he hecho con acuarela y gouache, otro inédito lo he hecho con gouache y pastel y mis tres últimos proyectos de álbum ilustrado los he abordado con óleo sobre papel, porque me parecía que por estética, conexión con el texto y estilo, encajaba muy bien”, asegura Rosa Álamo.
Háblanos un poco del proceso de realización de este libro. “Pues ha sido un proceso muy bonito. Para empezar, ha sido mi primer libro informativo como autora integral, porque había hecho un álbum cercano a un libro informativo justo antes, el de “Mercé Rodoreda. El jardín de los jardines” maravillosamente escrito por Flor Braier y publicado por Vegueta editorial, pero ahí solo ilustré. En este libro he podido aprender, gracias a mis editores Bárbara y Guillermo, todo el proceso de una manera muy profunda. Teníamos las tres ilustraciones iniciales y mini bocetos de muchos artistas que yo quería que apareciesen en el libro, investigué, le fui dando forma al texto, pasé los bocetos a limpio para detallarlos y aprobarlos y después ya pasarlos a limpio en el papel definitivo y trabajar el color con óleo, y durante todo ese proceso ha habido muchas reuniones con mis editores, muchas llamadas y mails, y un seguimiento muy bonito de todo mi trabajo para que este creciese. Todas sus aportaciones han sido valiosísimas y ellos además han sabido respetar las mías y hacer, incluso, que mejorasen”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Sí, ahora mismo estoy trabajando en mi primera novela gráfica que explora el sentir adolescente en el que la vida es el ahora, no existe el futuro porque eres incapaz de verlo y tampoco existe el pasado porque simboliza al niño del que estás deseando deshacerte. Está ambientada en los años noventa y es un proyecto personal aún sin editorial, y la verdad es que trabajo mucho así porque tengo muchas ideas que voy desarrollando y que luego presento a editoriales”.
“Este 2025 saldrá con Thule “Mi madre me contó que mi abuela”, un álbum ilustrado del que también soy autora integral, y surgió de esta manera: escribirlo, ilustrarlo, presentarlo a “The Unpublished Picturebook Showcase”, tener la suerte de ser seleccionada y después que una editorial como Thule quisiera publicarlo. Y en mi bloc de notas hay otro storyboard ya desarrollado para otro álbum ilustrado que tengo escrito y que se titula “La casa” y con el que estoy soñando meterme”.