Pepino, el del oído fino, nunca puede dormir tranquilo. Se muda al campo buscando silencio para descansar, pero el ruidoso viento no deja de soplar. -Será escandaloso, ¡no me deja pegar ojo!-. Su vecina, una divertida abuelita, le ofrece la solución, pero… ¡qué desastre! ¡Qué follón! ¿Crees que lo logrará? Abre el libro y lo averiguarás. Así nos presenta la editorial Flamboyant ‘Una habitación muy ruidosa’, un libro de Alicia Acosta y Lucía Serrano, del que hablamos un poquito más con ésta última.
¿Cómo nace este proyecto? Lucía Serrano: “Alicia le envió el texto a la editorial Flamboyant, y las chicas de Flamboyant contactaron conmigo para ilustrarlo. Era la primera vez que ilustraba a Alicia y la primera vez que trabajaba con Flamoyant, y las dos cosas me hicieron una ilusión tremenda”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Una habitación muy ruidosa” es un libro para ser leído en voz alta. Con dos personajes de los que te enamoras a medida que vas pasando las páginas. El texto genera una situación cada vez más dantesca por acumulación de elementos. Y te hace reír y disfrutar a cada paso”.
¿Qué te pareció la historia de Alicia la primera vez que la leíste? 『Me reí muchísimo con la primera lectura. Y con la segunda, con la tercera, y todas las que vinieron mientras lo ilustraba -confiesa Lucía Serrano-. ¿Sabes estos textos que según los estás leyendo ya tienes ganas de contárselos a toda la gente que te rodea para compartir el buen rato? Pues “Una habitación muy ruidosa” es así”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Creo que el señor Pepino tiene personalidad propia. Disfruté muchísimo trabajando su expresiones de desesperación. Muchas veces me río mientras dibujo y este ha sido el caso. Es que mira que lo pasa mal el pobre hombre. Para la vecina intenté salirme de los estereotipos. Es una mujer que no para quieta, que va avanzando en su proyecto paralelamente a lo que dice el texto. No está ahí puesta sólo para dar la réplica al protagonista, ella tiene su propia historia. Y disfruté muchísimo inventándomela -asegura Lucía Serrano-. No sé si hay algo nuevo o diferente, siempre me enfrento a los textos desde la misma situación de disfrute, y conciencia de la importancia de lo que se transmite con las imágenes”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Con photoshop. Me encanta dibujar con acuarela, y gracias a los pinceles de photoshop puedo jugar con las veladoras de color como se hace con este material. No es exactamente lo mismo, pero se disfruta”.
Háblanos un poco del proceso de realización de este libro. “Lo primero de todo es leer el libro. Si puede ser en voz alta, porque al leerlo en voz alta nos damos más cuenta de la intención de la narración. Luego comienza la búsqueda de personajes, yo no suelo abocetar miles de personajes porque durante la lectura muchas veces ya se van perfilando en la cabeza. Si en tu cabeza te has reído imaginándolos de una manera, cuesta desechar esa idea. Luego viene el story, dibujar el libro en viñetas pequeñas para hacerte una idea de cómo funciona en conjunto. Este paso es muy importante, ya que las imágenes hacen su labor de narrar la historia si son parte de una secuencia, y no tanto si sólo funcionan individualmente. Y por último, las ilustraciones finales. La verdad es que lo que más me apasiona de mi trabajo son los primeros pasos. Es cuando más sorpresas vas encontrando”.
¿Qué importancia tiene el humor en tu trabajo? “Muchísima -asegura Lucía Serrano-. Y en mi vida también. Me encanta jugar, y el humor permite jugar todo el rato. Por eso cuando leí el texto de Alicia me pareció un regalazo. Qué bien se le da llevarte a la carcajada. Me encantó”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “También con Flamboyant estamos trabajando en una serie de libros llamada “La tribu de Kai”, esta vez con Raquel Díaz Reguera a los mandos de los textos. Es divertidísima también y estamos disfrutando como enanas. Qué gozada trabajar con autoras como Alicia Acosta y Raquel Díaz Reguera. Dibujar disfrutando el texto es una experiencia maravillosa 🙂