Encuentros
Menú final de las Jornadas de Ilustratour: Daniel Monedero, Manuel Monroy e Isidro Ferrer
Previamente, Daniel Monedero nos habló de las nuevas tecnologías, de contenidos y formatos, y demostró ser también un gran comunicador. Un gran ilustrador es lo que es Manuel Monroy, que entre los dos anteriores nos desveló muchos detalles de su obra y de su trabajo diario.
El primero en abrir la jornada del lunes fue Daniel Monedero, guionista y escritor, colaborador con el ilustrador Óscar T. Pérez en diversas publicaciones, entre ellas las que podemos disfrutar en un blog, el Canibalibro, un nombre lleno de connotaciones, y no negativas precisamente. Daniel nos contó que “la pantalla no es una página, es una ventana. Es un lienzo infinito”. Por tanto, “no hay que intentar trasladar al papel lo que hay en la pantalla”.
Y llenó el escenario Isidro Ferrer, que con su primer anécdota, de transporte ferroviario, desembocó en una frase lapidaria: “Un libro es como un bocadillo de jamón. Un exceso de amor puede echarlo a perder. Un bocata tiene que tener dos lonchas de jamón. A veces, sin pones más, igual que en un libro, lo puedes estropear”. Casi nada. Isidro Ferrer hizo ante el auditorio un repaso al uso que hace de sus cuadernos. “Primero me lo paso bien, después empiezo a concretar”, asegura Ferrer. De ese repaso nos quedamos, de momento, con que le gusta la cerveza, mucho, y que las cosas que recoge, las pega en sus cuadernos y pinta sobre ellas. “Numeraciones, etiquetas, tickets de espera,…”.