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Puño: «La creatividad es una cosa que es más libre cuantas más cadenas le pongas encima»
Algún buen compañero dirá entre fantásticos, gigantescos hombres: “imaginad, jóvenes koalas, la mañana negra, ñoña o petulante, que rozará suavemente tus uñas, vislumbrará wolframios xilografiados y zozobrará”. Con estas palabras nos sumergimos en ALFabeto, de David Peña, Puño.
El ilustrador madrileño nos desgrana este libro y nos enseña sus bocetos. Una plácida acampada con final trágico, una fuga y la posterior captura, luchas futuristas, el desastre ecológico, la especulación urbanística y la protesta medioambiental, la vida y la muerte… las letras del abecedario inspiran una atípica sucesión de 27 imágenes encadenadas por el ingenio o el azar que edita Kalandraka. Ahora conocemos en las palabras de Puño cómo fue el proceso creativo y la construcción de este libro. Visualmente lo hacemos a través de sus bocetos.
¿Quién es el protagonista de este cuento? ¿El abeto, el paisaje, la historia, el paso del tiempo, el hombre y su influencia en la naturaleza, …?
“¡Claro que es para niños! No creo en nada que sea propiamente para niños. Pienso mucho en quién va a entender cada idea que plasmo en mis dibujos. Hay cosas que son sólo para adultos y otras que son para todo el mundo. Goscinny sabía esto muy bien, por ejemplo: puedes leer un álbum de Astérix cuando tienes diez años y disfrutarlo muchísimo, y puedes volver a leerlo con treinta y descubrir chistes, premisas y juegos de palabras que se te pasaron por alto cuando eras niño. También puedes leerlo siendo catedrático de latín o de historia y entender chistes privados sólo aptos para unos pocos. Eso es para mí el paradigma de saber dedicar una obra a un público objetivo determinado».
Sobre las ilustraciones, nos cuenta que para este libro escogió “un estilo algo rígido e hierático, con perspectiva plana y yuxtaposición, como si fuera un mosaico bizantino o un bajorrelieve egipcio. Dibujé con mancha de color y ausencia de línea, lo que supone un reto para equilibrar cromáticamente y no cometer tropelías entre colores adyacentes. Además, todas las páginas muestran el mismo plano, siempre está encuadrado lo mismo, por lo que los cambios a los que asistimos se producen en el tiempo y no en el espacio, salvo una breve imagen en la portadilla, a modo de prólogo, en la que la ‘cámara’ se desplaza ligeramente hacia la izquierda. Todo esto supone un montón de normas que yo decidí añadir a la ya rígida estructura de pautas que me proponía Kalandraka. Y es que la creatividad es una cosa que es más libre cuantas más cadenas le pongas encima.”
“Suelo experimentar diferentes técnicas y herramientas a lo largo del año, pero para cada libro uso una técnica concebida para ese libro en concreto, pues encuentro muy importante que haya una coherencia entre lo que se cuenta y la técnica que se usa para contarlo. Por supuesto, ninguna técnica es aislada, tiene que ver con las cosas que he venido haciendo anteriormente e influirá en las siguientes”.
Unas palabras, las de Puño, que hacen que la lectura de “ALFabeto” sea aún mucho más interesante. El ilustrador madrileño está ahora inmerso “en un montón de proyectos, como siempre. Además de mis múltiples frentes educativos en la Universidad Complutense, el IED y el Matadero de Madrid, estoy ultimando el guión de una novela gráfica y preparando un libro escrito e ilustrado por mí, ya que me propuse sacar un libro mío al año como autor e ilustrador independientemente de los libros que ilustre para otros autores, aunque es una meta difícil debido a las vicisitudes del mercado editorial, que se encuentra atrapado en una burbuja tremenda. Será para los más pequeños y lo publicará en 2013 la editorial SM, en su Serie Blanca de la colección Barco de Vapor.”