Álbum Ilustrado
Idoia Iribertegui nos traslada a una ‘Tarde dominguera en un pueblo grande’
‘Tarde dominguera en un pueblo grande’ es un álbum ilustrado que captura un texto original de Federico García Lorca, donde el autor plasma con sensibilidad poética la vida de un pueblo español en una tarde de domingo. Entre descripciones llenas de matices, sonidos y personajes cotidianos, Lorca retrata las tradiciones y emociones de una España profunda, íntima y universal. Las ilustraciones de Idoia Iribertegui acompañan esta obra de los inicios del autor, acercando al lector al universo visual y lírico de uno de los escritores más importantes del siglo XX. Con ella charlamos un poquito más sobre este libro editado por Triqueta Editora.
¿Dónde está el origen de este proyecto? “En casa de mis padres había una antología de la obra de Lorca. La abrí por primera vez a los 16 años para leer Mariana Pineda y después toda su obra en teatro. Este libro me ha ido acompañando en diversos momentos de la vida. Volví a reencontrarlo hace seis años en un traslado de mis padres y lo retomé. Fue entonces cuando leí «Impresiones y paisajes», primer libro de Federico García Lorca y el único que escribió en prosa. Me gustaron mucho los pequeños relatos, más bien estampas de distintos pueblos y ciudades de España. Entre ellos este, «Tarde Dominguera en un pueblo grande”. Llamó mi atención por su sonoridad, ritmo y frescura. Lo vi en imágenes y me puse a ilustrar lo que venía a mi mente, solo por placer. Hice tres ilustraciones y años después hablando con Víctor Mascato, editor de Triqueta me dijo que le encantaban las ilustraciones. Me propuso seguir con ellas y publicar el libro. Y me puse en serio a ello”.
¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Un texto y unas imágenes donde se narra precisamente eso, una tarde de domingo en un pueblo andaluz de la España de los años 20. Es un paseo visual por las calles y por la tarde que va decayendo hasta convertirse en crepúsculo. En las ilustraciones he intentado plasmar la riqueza del lenguaje de Lorca, los olores y sonidos que emanan de él. Hay mucho color, hay mucha vibración, muchos detalles”, asegura Idoia Iribertegui.
¿Qué te pareció el texto la primera vez que lo leíste? “Me pareció verlo como si estuviera allí. Hay una cierta melancolía alegre, si es que eso existe, un recuerdo de otras tardes vividas en otros pueblos. Es un lugar común, un tiempo de calma. Un relato costumbrista lleno de encanto, alegre y sensorial”.
¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “El trabajo previo ha sido realmente monumental. Primero me leí dos biografías de Lorca y todo aquello que cayó en mis manos que me pudiera ayudar a meterme en su cabeza lo máximo posible -nos cuenta Idoia Iribertegui-. También recopilé más de 350 imágenes de documentación gráfica, vestidos, edificios, detalles, posturas y gestos, bueyes, ovejas, músicos, imágenes de las España de entonces… Tengo también muchos bocetos en diferentes cuadernos, pruebas de composición, estudios de personajes, diferentes aproximaciones técnicas…”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Mis dos trabajos anteriores fueron historias góticas, victorianas, donde el ambiente tétrico era fundamental, pedían la densidad gráfica del grafito y la tinta china y más blanco y negro que color. «Tarde Dominguera en un pueblo grande» es una explosión de color y movimiento”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Lorca dibujaba con lápices de color pequeñas composiciones, así que yo hice lo mismo. He trabajado con lápices de color y pastel”, asegura Idoia Iribertegui.
Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Al tener tres imágenes ya hechas previamente pensé que el trabajo iba a ser menos. Pero me encontré con que al retomar el texto necesitaba muchas, muchísimas imágenes más. Y muchísima más documentación y pruebas. Al final han sido 18 páginas en A3 y lo que iba a hacerse en cuatro meses se convirtió en un año. Ha sido un trabajo muy laborioso pero realmente placentero”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora mismo estoy trabajando en un libro sobre la vida de George Boole, el padre de la lógica matemática que saldrá a finales de este año. Vuelvo a Inglaterra y al siglo XIX, pero esta vez con un texto de carácter divulgativo y una vida fascinante por relatar”.