Álbum Ilustrado

Francesca Dell’Orto y su trabajo con el barón de Munchausen

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¿Alguna vez te han contado una historia que no podías creer, una de esas de todo punto imposible? En este libro no hay solo una, sino muchas historias completa, total y absolutamente inverosímiles. ¿De verdad creerías a alguien que asegura haber volado a la Luna? ¿Tomarías en serio a quien afirma ser capaz de cabalgar águilas gigantes de una punta a otra del mundo? El barón de Munchausen tiene mucho cuento, pero a veces se le escapa alguna verdad. Con estas palabras la editorial Diego Pun Ediciones nos presenta ‘Las increíbles y exageradas aventuras del barón de Munchausen’, de Maddalena Oriani y Francesca dell’Orto. Con ésta última charlamos un poquito más sobre este libro.

¿Dónde está el origen de este proyecto? “Me gusta mucho trabajar con los clásicos y buscaba una historia con una imaginería visual fantástica que pudiera estimular mi creatividad. Leyendo varias novelas, me enamoré del universo del Barón Munchausen: el mundo absurdo, surrealista, exagerado e increíble al que daban vida sus palabras. Le pregunté a una amiga, Maddalena, si le gustaría reescribir el texto en formato de libro ilustrado, resaltando estas características que me habían impactado. Cuando empecé a hacer los primeros dibujos, me di cuenta de que un personaje infantil (en lugar del anciano protagonista del clásico), habría resaltado aún más los aspectos fantásticos que me interesaba expresar con mis ilustraciones -nos cuenta Francesca Dell’Orto-. Un cuento absurdo que sale de la boca de un adulto suele parecer una simple mentira, ¿quién más que un niño puede utilizar su creatividad e imaginación para jugar entre la realidad y la fantasía y crear su propio mundo? Ya no es una mentira, sino toda la fuerza rebelde y poderosa de la palabra, que reescribe y sobrescribe lo ordinario, convirtiéndolo en extraordinario. La capacidad creativa del niño y la posibilidad de dar vida a nuevos universos son temas que, como ilustradora y creadora, me son muy queridos”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “El lector emprende con el protagonista un viaje cada vez más absurdo, un crescendo de fantasía e imaginación. Por mar, tierra, cielo y, finalmente, espacio: un movimiento parabólico más allá de los límites de la realidad, siguiendo los relatos del pequeño barón y sus grandes aventuras, contadas a un improbable y estrafalario grupo de amigos invitados a festejar todos juntos en un cráter lunar”.

¿Cómo ha sido el trabajo previo al libro? Me refiero a esa fase de investigación, de pruebas, no sé si de dibujos en algún cuaderno… “Para mí, el trabajo preparatorio de un libro es ante todo investigación conceptual e identificación de los temas que quiero expresar, más que creación de bocetos y esbozos -asegura Francesca Dell’Orto-. Luego hay un pasaje de investigación personal e iconográfica que consiste en escuchar cómo resuenan en mí esos temas y buscar un universo visual que los exprese, recurriendo a referencias personales, artísticas, culturales y naturales. Por último, paso al trabajo digital: dibujo elementos por separado, los compongo como un collage, los muevo como si trabajara en un pequeño teatro, busco colores que expresen el momento de la historia (dramático, onírico, violento, tranquilo, etc.), es como construir un mundo paso a paso, esbozar sus elementos, atribuir un significado a los objetos, colores y decorados y jugar con ellos. No tengo bocetos, sino archivos digitales en constante evolución, en los que los elementos van cambiando de color, de tamaño, se añaden o se quitan, se borran, se vuelven a pintar…”.

No es el primer clásico al que te enfrentas. ¿Qué tienen de especial? ¿Y de difícil? “Cada clásico es diferente y, a su manera, especial. Contienen un abanico tan amplio de temas que pueden enriquecer y desafiar a un ilustrador y su imaginación durante años, manteniendo intacto su poder evocador. El reto para mí es siempre reinterpretar los clásicos de una manera personal, encontrar los aspectos que más me llaman la atención, hacerlos míos, revivir la historia a través de mí y darle una nueva forma -afirma Francesca Dell’Orto-. Aquí fue fundamental para mí reconocerme en el protagonista, en su ser creador y creativo. Las aventuras están contadas como si ocurrieran de verdad pero, en realidad, es la historia de un niño que se aburre, solo, en su habitación y que empieza a imaginar un mundo diferente: un mundo propio, donde se va con amigos, vive aventuras, descubre maravillas, crece y elige su propio camino. Un mundo vivo y colorido, hecho de luces y sombras, donde cada viaje abre nuevas tierras, nuevos encuentros y la confianza de que la página siguiente será aún más extraordinaria que la anterior”.

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? ¿Qué hay de nuevo o diferente con respecto a otros trabajos? “Mis libros, aunque mantienen un lenguaje figurativo común, son cada uno un poco diferente del otro, para reflejar el universo específico de cada cuento que ilustro. Quería que el mundo del Barón tuviera algo de colorido e infantil, pero que al mismo tiempo tuviera el sabor de un cuento antiguo, con bellos grabados, bestias extrañas y páginas amarillentas, que contaran las grandes historias del mundo o catalogaran la naturaleza y los animales. Hay animales fantásticamente dibujados (con proporciones, colores y texturas poco realistas), criaturas híbridas, elementos bizarros y absurdos… Quería que parecieran salidos de la imaginación de un niño, que tuvieran la lógica del juego y la sorpresa. Estos elementos se mezclan con otros que recuerdan grabados antiguos, collage, el mundo natural, etc., creando una mezcla lúdica y divertida”, continúa Francesca Dell’Orto.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajo sobre todo digitalmente, con Photoshop, utilizando una tableta gráfica y pintando directamente en la pantalla. Sin embargo, preparo algunos fondos, texturas, manchas y pinceladas a mano, utilizando diferentes técnicas (acrílico, acuarela, pastel, grafito, óleo, etc.), que luego escaneo y utilizo dentro de los archivos digitales”.

Cuéntanos un poco más sobre el trabajo de elaboración de este libro. “Estoy muy contenta con este libro: empezó como un proyecto personal, sin pensar inicialmente en una editorial, un formato, un número de páginas, un plazo… Me sentí muy libre y muy creativa -confiesa Francesca Dell’Orto-. Cuando tuve claro en qué historia quería trabajar, involucré a Maddalena, que aportó la forma, la estructura y la poética a la historia. Aprecié mucho el crescendo de fantasía e imaginación con el que desarrolló la línea narrativa, y el pretexto del banquete como momento de encuentro y narración de estas aventuras. Compartir, contar historias es algo primordial, una piedra angular de la civilización humana y es fascinante que aquí todo esto se manifieste como un banquete en la luna: simbólico, ligero y lleno de asombro”.

“La historia como objeto insertada por el texto de Maddalena da vida a una metanarrativa: esto me dio la oportunidad de desarrollar algunas imágenes que son importantes para mí a nivel narrativo, expresivo y simbólico. El cráter lunar en el que tiene lugar esta celebración no es más que un agujero en la página, un pasaje hacia otro mundo y al mismo tiempo una metáfora de lo que nos impulsa a cada uno de nosotros a ser el creador de nuestra propia realidad. Todo nace de la ausencia, del deseo, de la necesidad de ir más allá: un niño está solo, en una habitación, sin amigos, sin padres. Se aburre y desea encuentros, vida, conocimiento, amistades, una familia, ser protagonista en el mundo… Así comienza un viaje. También estoy especialmente satisfecha con el resultado del libro como objeto: el cuidado puesto por el editor, la calidad de la impresión, la elección del papel y la coincidencia de colores realzaron mis dibujos, me siento muy afortunada”.

¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Ahora estoy trabajando en varios proyectos, entre ellos dos libros de juegos que saldrán a la venta en Italia en otoño. Son para niños pequeños, inspirados en Caperucita Roja y Los tres cerditos. Quería experimentar con algo totalmente nuevo, más cercano al diseño que a la ilustración en sentido estricto. Son dos pequeños objetos en forma de casa que combinan la idea de libro con la de teatro, juego y puzzle. Contienen los dos cuentos clásicos, pero también son una herramienta para el juego libre, en el sentido de juego en el que el niño decide sus propias reglas, y el juego abierto, que puede utilizarse de diferentes maneras. La idea que me empujó a esta nueva aventura fue crear un objeto que rompiera los límites de la página del libro y llevara los elementos y personajes de la historia a la realidad concreta y cotidiana, a través de elementos manipulables por el niño, que se convierte en director y protagonista de estas historias, o en inventor de otras nuevas (incluso mezclando las piezas de ambos libros de juegos). Estoy ilustrando algunos libros más, pero son proyectos en ciernes, ¡mantendré el secreto por un tiempo más!”

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