Álbum Ilustrado
Dani Torrent y ‘Un dia, dues setmanes, tres mesos….’
‘Un dia, dues setmanes, tres mesos…’ es una colección de imágenes, dibujos y pinturas de Dani Torrent que rinde homenaje a los momentos más preciados y huidizos de nuestra vida íntima. Esta cuidadosa selección de obras que ha realizado los últimos cuatro años es un testigo de las excepcionales aptitudes que muestra para captar momentos serenos y a menudo ignorados del afecto y el intercambio queer. Su obra establece una nueva prioridad en la representación de estas parejas a las cuales se los reconoce una relación más compleja y sutil que la que se los ha otorgado hasta ahora, al respetar y hacer visible la capacidad que tienen para la ternura, la afinidad y la empatía. Con estas palabras presenta este proyecto la editorial Calligraf, y con su autor, Dani Torrent, hablamos en las siguientes líneas sobre este libro.
En nuestra última entrevista creo recordar que ya hablamos de alguno de los trabajos que se incluyen en esta nueva publicación. Entonces ya me dijiste que andabas trabajando en unas ilustraciones en torno a la intimidad… ¿Cómo nace la idea de este libro? “Este libro no nace como un proyecto con vistas a ser publicado desde su inicio, sino que es un recopilatorio de imágenes creadas en los últimos cuatro años sobre el tema de la intimidad. Fue durante la pandemia cuando, después de trabajar durante años en proyectos editoriales, sobre todo en álbumes infantiles y juveniles, tuve tiempo de recuperar el placer casi olvidado de dibujar sin objetivo. Sólo por el placer de dibujar. Y resultó que durante el confinamiento estaba solo en casa, y lo que añoraba en esa situación eran los momentos de intimidad. Y casi sin proponérmelo empecé a dibujar parejas, sobre todo masculinas, aunque no exclusivamente, abrazándose, queriéndose, jugando, cuidándose, durmiendo… Me interesaba especialmente la coreografía de dos cuerpos moviéndose o imbricándose como una unidad”, asegura Dani Torrent.
En principio han sido imágenes que has ido creando y que hemos podido ir disfrutando en tus redes sociales. ¿Qué vamos a encontrar en el libro? ¿Cómo has organizado todo este trabajo? “Este libro explora esos momentos cotidianos, poco épicos tal vez, y que a veces pasan desapercibidios, que hacen que las relaciones merezcan la pena: instantes de conexión, de empatía. Me gustaría pensar que las imágenes de este libro forman una iconografía luminosa y acogedora, un referente aspiracional del que durante muchas veces las parejas homoafectivas se han visto privadas”.
“Los trabajos van desde esbozos a formatos grandes sobre lienzo, y se crearon de manera desorganizada según me sintiera en cada momento -continúa Dani Torrent-. Este volumen de imágenes, que en cuatro años llegaron a ser más de mil, tuvieron que ser seleccionadas y ordenadas. Así el libro está ordenado en cuatro capítulos como una progresión temporal: Un día, Dos semanas, Tres meses y quatro años… En el primero se muestran relaciones de amistad cercana, en el segundo capítulo entra el flirteo, en el tercero su muestran imágenes de pasión y en el cuarto la cotidianidad de una relación de pareja consolidada. Y cada capítulo termina con representaciones de parejas durmiendo. Para mí fue interesante ver cómo la manera en que tienen de dormir juntas define bastante bien el tipo de relación que tienen cuando están despiertas”.
¿Cómo ha sido un poco todo ese trabajo de, diría, observación, vivencia, o también documentación para estos trabajos? “Empecé a trabajar este tema desde la distancia, desde el recuerdo, en un momento concreto en el que el contacto con otras personas estaba vetado. Y desde esa posición empecé a buscar esos espacios donde dos hombres se permiten ese contacto, ya sean parejas, amantes o amigos: en los deportes, en los juegos, en el amor, en los cuidados… Esas situaciones y relaciones en las que los hombres, sean homosexuales o no, se permiten mostrarse frágiles y abiertos”, afirma Dani Torrent.
¿Qué hay de Dani en este libro, en estas personas? Porque me sale más personas que personajes. “El libro no está basado en mis vivencias, no es un diario íntimo. Pero sí que reflejan mis emociones o mi manera de entender las relaciones y la intimidad. Son obras de carácter bastante emocional y sensible, que necesariamente necesitan de una conexión de mi parte. Al no tener un objetivo ni un programa, cada obra es un reflejo del momento concreto en que fueron creadas. Y no me refiero sólo al tema, también al estilo. Hay obras de trazo más nervioso con deformaciones más dislocadas, más expresionistas, que denotan una urgencia mayor que en trabajos más reposados”.
¿Qué dirías que tienen de característico estas ilustraciones y en qué se diferencian de las de otros trabajos? “Creo que de mis trabajos anteriores (venía de acabar ‘Viajes en trenes de primera clase’) a esta serie ha habido un gran cambio en varios aspectos. He pasado de atmósferas melancólicas y evocadoras, a escenas dominadas por los ambientes y con una gran importancia de los vacíos, a un dibujo mucho más enérgico y vibrante, en imágenes muy llenas dónde la figura humana lo ocupa todo -nos cuenta Dani Torrent-. Las deformaciones expresionistas, que de algún modo siempre han estado presentes en mi trabajo, adquieren aquí un rol fundamental a la hora de transmitir la inmediatez que requerían. Pero tal vez la mayor diferencia con trabajos anteriores es el uso del color, un uso desacomplejado en el que busco que combinaciones que a priori no deberían de funcionar se resuelvan en una armonía, en una emoción nueva. Mi intención es no ir sobre seguro, no dejar de sorprenderme cada vez que hago una imagen nueva. Eso implica que no siempre se resuelve igual de satisfactoriamente, pero también te lleva a evolucionar”.
¿Con qué técnicas están hechas estas ilustraciones? “Las hay que son dibujos directos a grafito, a primera vista, me gusta que se vean las correcciones, el trazo, las dudas… Otras más elaboradas sobre papel, blanco o con algún tono, están realizadas a lápiz de color, y a menudo combinadas con acuarelas y/o témperas. También hay varios acrílicos sobre lienzo”.
Me gustaría que me contaras un poco más del proceso de elaboración, no ya del libro, sino de estas ilustraciones, cómo han ido surgiendo… “El estilo de las ilustraciones se ha ido creando poco a poco. Empezaros siendo esbozos rápidos, a lápiz o con lápices de color, donde lo que más me interesaba era la línea, las posibilidades del trazo, y casi inmediatamente empecé a trabajar con la deformación expresiva de la forma. Después empecé a centrarme en el color, intentando descomponer las tonalidades de la piel en algo así como un mosaico. Empecé a contraponer este trabajo analítico de las carnaciones con grandes manchas de color plano, en los fondos o en las ropas, que ordenaban un poco las imágenes. Ahí es dónde empecé a introducir las témperas, y a dotar a las imágenes de una cualidad pictórica. Después introduje la acuarela para trabajar con una pincelada suelta. Y paralelamente empecé a trabajar sobre tela con acrílicos”, asegura Dani Torrent.
“En cuanto a la creación de las imágenes, el proceso es un poco en inverso al de la realización de mis ilustraciones narrativas. Cuando creas una ilustración para un texto partes de una página en blanco y vas construyendo poco a poco una imagen: creas un espacio, una composición, unas figuras, una paleta de colores. En cambio, en esta serie, partía normalmente de referentes y el trabajo era de deconstrucción, de la unidad, de la forma, de los cuerpos hasta llegar a otra cosa totalmente diferente”.
¿En qué trabajas ahora? ¿Algún proyecto nuevo a la vista? “En mente tengo pasar este mundo de la intimidad masculina a algo narrativo. Tengo la estructura y el tipo de libro sería como el de ‘Viajes en trenes de primera clase’, un híbrido entre novela, cómic y álbum ilustrado. Aunque mi idea se me está complejizando y puede que me lleve bastante tiempo en realizarlo”.
“Mis proyectos a corto plazo son seguir con el trabajo que estoy realizando, con varias exposiciones a la vista, y encargos agendados que van desde el diseño de personajes para una película animada, a retratos, o la carátula de un disco póstumo de Michael Callen”.