Creemos que los puertos son los grandes desconocidos de las ciudades; pasan desapercibidos delante de monumentos, plazas famosas o elegantes calles. Pero nosotros nos hemos enamorado de ellos y creemos que son igual de increíbles que algunos museos importantes. Son gigantes llenos de movimiento e historias fantásticas. Son los hoteles de los barcos, y por lo tanto, fuentes vivas de mil aventuras y leyendas. Con estas palabras nos presenta la editorial Mosquito Books el álbum ilustrado ‘Puertos‘, un proyecto de Víctor Medina. Con él hemos charlado un poquito más sobre este libro.
En este libro te invitamos a dar la vuelta al mundo saltando de puerto en puerto, desde los más pequeños y recónditos a los más activos y gigantes. Puertos de mar y puertos fluviales, puertos salvajes y puertos urbanos, puertos deportivos y puertos de mercancías…
¿Cómo nace este proyecto? Víctor Medina: “Todo comenzó cuando contacté con la editorial (Mosquito Books Barcelona) y me propusieron hacer un libro inspirado en la temática de los puertos. Casualmente llevaba bastante tiempo pensando en hacer un proyecto relacionado con el mar y que tuviera ciudades diferentes, así que no me lo pensé dos veces y me puse a trabajar en ello. Lo cogí con muchas ganas porque siempre he sido un apasionado del mundo marítimo, me parece que tiene un aura misteriosa y que encierra muchos secretos que nunca serán desvelados”.
¿Qué se encontrará el lector en sus páginas? “Hay un total de 16 puertos diferentes y son muy visuales, están llenos de pequeños detalles que descubrir, curiosidades extrañas y anécdotas cargadas de humor -nos cuenta Víctor Medina-. Esto lo hice pensando en estimular la imaginación de los más pequeños, en incentivarles a conocer diferentes culturas y países. En los adultos, por otro lado, este libro me parece un buen compañero para disfrutar en los momentos de calma, mientras te tomas un chocolate caliente o reflexionas al lado del fuego sobre tu próximo viaje”.
¿Qué dirías que has aprendido tras llevar a cabo este proyecto? “Es un proyecto que he desarrollado durante un periodo de tiempo bastante largo, así que sobre todo he aprendido a ser constante y a no esperar a que aparezca la inspiración, si no ir a por ella. También ha supuesto un reto enorme para mí, porque todos los puertos tenían que ser únicos y diferenciarse unos de otros, que cada uno aportase su granito de arena a la temática”, asegura Víctor Medina.
Háblanos un poco de las ilustraciones para este trabajo. ¿Qué dirías que tienen de característico? “Geometría, color y años 50. Aunque es un libro principalmente dirigido al público infantil, también quería que cualquier persona pudiera disfrutar de él, que fuera un libro que pudiera coleccionarse. Por eso utilicé una estética antigua para toda su realización, creo que añade un factor nostálgico con el que los lectores más adultos pueden sentirse identificados”.
Echando un vistazo al dossier, los detalles como decías sí que parecen abundantes. “Al ser un libro de formato grande ese fue uno de mis principales objetivos, llenarlo de detalles y situaciones por todas partes. Esto me daba mucho juego a la hora de ilustrarlo -continúa Víctor Medina-, y hace que el lector pueda escudriñar las páginas en busca de rincones que haya pasado por alto en anteriores lecturas”.
¿Con qué técnicas trabajaste? “Primero dibujaba un boceto pequeño de cada puerto en mi libreta, para hacerme a la idea de cómo sería la composición y de dónde irían los elementos principales. Después lo escaneaba, y ya en el ordenador en algunos casos volvía a hacer un boceto más detallado por encima. Más tarde realizaba una prueba de color que me ayudaba a separar las formas y a equilibrar todo, y finalmente me ponía con la ilustración completa -afirma Víctor Medina-. Todas las ilustraciones están diseñadas mediante formas vectoriales a las que he añadido color, sombras y texturas más tarde, lo cual ha sido un proceso tedioso pero gratificante. Al final hice un recuento y he utilizado más de 5400 capas y 2000 grupos para crear el proyecto, algo que me hace pensar que igual soy un poco maníaco”.
Y sobre el color en este trabajo, ¿qué nos cuentas? “En un principio se me ocurrió establecer una paleta de colores específica para todo el proyecto, pero al final lo pensé mejor y no quise limitarme en este aspecto, opté por escoger una paleta diferente en cada doble página. Hubo una vez que me comentaron que utilizaba mucho el color rojo en el libro y me he dado cuenta de que es totalmente cierto, inconscientemente lo utilizo muy a menudo en mi trabajo”.
¿En qué te has inspirado? ¿Algunos puertos reales? ¿Tienes alguno favorito? “Como nunca he visitado la mayoría de los lugares que aparecen, lo que hacía antes de dibujar era investigar sobre ellos quedándome con las características que me parecían más llamativas. Esto, unido a utilizar diferentes gamas cromáticas y composiciones, es lo que me ha ayudado a darle variedad al libro y a plasmar la esencia de cada localización en la que me inspiraba -afirma Víctor Medina-. Algunos puertos son más reales que otros, pero en general no he intentado copiar la realidad, sino más bien inspirarme en ella, hacer mi propia interpretación. Me cuesta bastante decidirme entre unos puertos y otros, pero mi favorito de todos es el puerto de Nueva York. Es el primero que aparece en el libro y el primero que hice, y por eso le tengo un cariño especial respecto al resto”.
¿Cómo se presenta este año? ¿Algún proyecto nuevo a la vista? “De momento estoy muy contento con cómo ha empezado, este año ‘Puertos’ se editará en inglés y alemán y estoy muy ilusionado con mis próximos proyectos. Ahora mismo estoy trabajando en crear las ilustraciones para un libro de 5º de primaria y en diseñar y maquetar un juego de cartas”.