Concluyó el segundo día de las Jornadas de Mudanza Ilustratour 2012. Por el escenario del Laboratorio de las Artes de Valladolid pasaron Javier Sáez Castán, Benjamin Chaud y los creadores de “Hamelín”, entre otros, y nos dejaron, como en el día anterior, muchas buenas impresiones.
En esta ocasión Sáez Castán inauguró el día con una charla a la que en un principio llamó “cómo guardar el mundo en un bolsillo”, algo que cambió sobre la marcha.
Nos quedamos con varias de sus frases: “Un libro es un jardín que se guarda en un bolsillo” es una de ellas, y la otra es con la que Javier concluyó su intervención. Mientras hacía pompas de jabón en el escenario, dijo: “pequeños mundos que duran muy poco pero que encierran algo mágico. Eso son para mí los libros”.
El relevo lo tomó Mark Mills, que dio a conocer a la ganadora del Primer Premio Plum Pudding, que se fue para la ilustradora Tamara Anegón.
Benjamin Chaud fue “entrevistado” en el escenario por Arianna Squilloni, y nos dijo que puede dibujar lo que quiere, “y no lo que espera la gente. Es difícil ser tan libre”. Y nos quedamos con esta otra frase: “Yo soy más como un director de teatro, me encargo de la escenografía, hago el casting de personajes, dirijo a los actores, las luces… La página es como una escena”.
David Yerga nos habló del proyecto que desarrolla Dada Company con las aplicaciones para tabletas y nos enseñó las dos productos que ya tienen en el mercado y en los que están trabajando ahora. Yerga nos habló de “una editorial donde los productos aprovechan todas las posibilidades del soporte”.
“A pesar de todo lo que se dice, la tecnología aplicada al libro nos abre enormes posibilidades”. Así lo aseguró Luis Collado, director de Google Books. Otra de sus reflexiones fue que “si hay posibilidades para que la gente lea, los niños lean, éste deberá seguir siendo nuestro objetivo”.
Y el repaso lo cerramos con “Hamelín. Un viaje diferente”, un precioso álbum ilustrado, editado por Ediciones La Fragatina, escrito por Margarita del Mazo e ilustrado por Ángela Cabrera, aunque en este caso deberíamos haberlo dicho al revés, porque en “Hamelín” primero fueron las ilustraciones, y luego el texto. Por cierto que, según Ángela, “encontrar escritor es más difícil que encontrar novio”.