Rodrigo García y Raúl Jiménez sobre ‘Sin manos’: “Había un dialogo permanente entre el texto y la ilustración, hasta que la idea quedaba plasmada de la forma que más nos convencía a ambos”

Rodrigo García y Raúl Jiménez sobre ‘Sin manos’: “Había un dialogo permanente entre el texto y la ilustración, hasta que la idea quedaba plasmada de la forma que más nos convencía a ambos”

Sin manos‘ es un entramado de microhistorias que giran alrededor de la familia. Es un libro sobre niños astronauta, padres imaginarios y superhéroes con ciática. ‘Sin manos’ parece un libro, pero es en realidad un pasadizo que te lleva de vuelta a la infancia. El primer amor, los primeros miedos, la complicidad y los celos entre hermanos.

Sus personajes son algo locos e imprevisibles, pero muy divertidos y fascinantes, y todas las historias están contadas con la inocencia y el desparpajo que solo tienen hoy los niños y los viejos. Revive en estas páginas la espontaneidad, la fiebre, las luces y las sombras de la niñez. Es así como nos describe Bang Ediciones este trabajo de Rodrigo García y Raúl Jiménez. Con ellos dos charlamos en las siguientes líneas para conocer un poco más sobre lo que encontramos en sus páginas.

¿Cómo nació este proyecto? Rodrigo: “Sin planearlo en absoluto, de la forma más improvisada. Ambos nos conocemos desde muy pequeños. Raúl ha escrito siempre microrrelatos, y yo me he dedicado a la ilustración, así que fue muy sencillo y natural el que se nos ocurriera sumar fuerzas y tratar de armar un proyecto común”.

¿Qué contáis en Sin Manos? Raúl: “Sin Manos es un libro muy loco. Leerlo es como hojear un álbum familiar disparatado. Tiene mucho de entrañable, con momentos que rozan lo naïf, pero también algunos pasajes más oscuros, pues no queríamos ofrecer una imagen edulcorada de la infancia y la familia. El libro explora con mucho humor la ingenuidad y la capacidad de asombro de los niños, el choque generacional que se produce en todas las casas, y, sobre todo, la compleja relación de celos, cariño y rivalidad que se da a menudo entre los hermanos varones. De todas formas, animo a todo el mundo a visitar nuestra página. En ella hay algunos fragmentos del libro para que la gente pueda hacerse una idea más precisa”.

cuna

Leemos que son pequeñas historias sobre familia….¿qué hay de autobiográfico? Si lo hay… Raúl: “Poca cosa, en realidad. Algún guiño aquí y allá. Es cierto, por ejemplo, que construimos una nave usando tubos de papel higiénico y que estábamos fascinados con el museo de miniaturas que hay en Guadalest. Sin embargo, no queríamos convertir el libro en un recital de anécdotas, sino compartir nuestro sentido del humor y nuestro imaginario”.

¿Qué hace Raúl y qué hace Rodrigo? Rodrigo: “En Sin Manos, Raúl se ha encargado de los textos y yo de las ilustraciones. Nos interesa mucho el diálogo que se establece en los libros ilustrados entre la palabra y la imagen. Los trabajos de este tipo que más nos gustan mantienen un delicado equilibrio entre estas dos formas de expresión, completando el significando y abriendo la posibilidad a varias lecturas. Ese fue siempre nuestro objetivo”.

¿Cómo lo hacéis sin manos? Raúl: (Risas) “Lo del título se lo debemos a Lucía Lang. Buscábamos un título sugerente, que evocara alguna absurda aventura infantil. Le habíamos dado muchas vueltas, pero nada nos acababa de convencer. Al final, ella sugirió este título, y a los dos nos pareció el mejor. Se puede pedalear sin agarrarse al manillar, si procuras mantener el equilibrio. Ahora, si eres lo suficientemente audaz, puedes también leer sin manos”.

profe

Habladnos un poco sobre las ilustraciones. ¿Qué tienen de característico? Rodrigo: “Con las ilustraciones intentamos conseguir que el universo que transmiten las historias se plasme también a nivel gráfico. Queríamos mantener el ambiente ligeramente naif, a la vez que oscuro en algunos momentos, cercano al surrealismo, y que la suma del texto y la imagen nos ayudara a transmitir mejor lo que queríamos contar”.

¿Con qué técnica están hechas? Rodrigo: “El comienzo es casi siempre un boceto general a lápiz, pasado a un programa de ilustración vectorial, y finalmente enriquecido en photoshop”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración de este libro? Raúl: “Caótico, pero muy divertido también. Al ser tan amigos, era muy fácil perdernos en cualquier otra cosa, o abandonar el trabajo para ir a tomar unas cañas. Por otro lado, la comunicación era muy sencilla, y no había que andarse con paños calientes a la hora de dar una opinión sobre el trabajo del compañero. Esta mezcla de camaradería y sinceridad creo que está muy presente en el libro, o eso nos gusta pensar. A menudo, Rodrigo empezaba a trabajar a partir de algún texto mío, pero sucedía también que una vez finalizada la ilustración, yo entendía que el texto debía retocarse para ensamblarse mejor con la imagen. Podía luego pasar que Rodrigo también modificara el dibujo. De manera que había un dialogo permanente entre el texto y la ilustración, hasta que la idea quedaba plasmada de la forma que más nos convencía a ambos”.

principe

¿Estáis trabajando en algo nuevo? ¿Qué podéis contar? Rodrigo: “Bueno, hay muchas cosas que nos apetece hacer. Yo estoy trabajando, junto a Noel Lang, en la segunda parte de Donwtown, y Raúl está preparando un libro infantil de poesías ilustradas junto a Begoña Ricarte. Pero además queremos seguir haciendo cosas juntos, y ya tenemos en marcha, junto a Lucía Lang, el embrión de un cómic para adultos que nos tiene a los tres muy ilusionados”.