Al detenernos a observar la naturaleza somos testigos de sucesos prodigiosos, detalles sorprendentes e incluso de comportamientos terroríficos. Pero, más allá del asombro, la aventura reside en tratar de entender el cómo y el porqué de estas complejas maravillas. La naturaleza presenta aspectos prodigiosos, acontecimientos sorprendentes y comportamientos terroríficos. Plantas, insectos y otros animales actúan de una manera que a nosotros nos parece increíble para vivir y perpetuar su especie. Leyendo este libro descubrirás historias de jirafas y escorpiones, de flores que huelen a cadáver, hormigas que defienden árboles y peces que bailan como dos enamorados. Con estas palabras la editorial A buen paso nos abre las páginas de ‘Seres asombrosos‘, un álbum ilustrado diferente, con textos de José Ramón Alonso, que cuenta con las maravillosas ilustraciones de Riki Blanco. Con él hemos charlado un poco más sobre este trabajo.
¿Cómo nació este libro? Riki Blanco: “En Julio del 2014 Arianna me propone el texto. Al tratarse de un texto divulgativo estuvimos dialogando cual podría ser mi aportación. Arianna me comentó que se imaginaba algo como lo que he estado haciendo últimamente en prensa. Remarcó mucho la palabra “ternura” por eso le dije que sí, que aceptaba, y poque me parece el encargo más difícil que he tenido que hacer nunca. Tardé un año para hacer los bocetos. Y luego otro año más para hacer los originales. No fue fácil ni rápido, pero hemos quedado muy contentos del resultado”.
¿Cómo ha sido el trabajo con José Ramón? “He de decir que no he interactuado con él en ningún momento del proceso. Fue al acabar cuando nos pusimos en contacto y nos felicitamos mutuamente”.
¿Qué historia es la que más te ha sorprendido? “La del gran hormiguero. Supercolonias formadas por millones de hormigueros que abarcan extensiones inhumanas -nos cuenta Riki Blanco-“.
¿Cuál es tu favorita? “Creo que la del avispón japonés. Me parece que lo tiene todo: narrativa, acción, exotismo, valores… es redonda”.
¿Cómo ha sido enfrentarse al reto de ilustrar un libro como este? “Ha sido difícil, primero porque se trata de un libro no ficción. Pero a la vez queríamos subrayar el carácter increíble y mágico del texto. Ese límite, entre la documentación y la poesía ha resultado muy delicado. Por otro lado, a la hora de pensar en la narrativa de las escenas, ha sido difícil salirse de la mirada antropocéntrica. Resolver las situaciones no desde los códigos humanos, sino desde la naturaleza de cada especie. Había que generar empatía sin hacer trampa, es decir, sin llevarlos a nuestro terreno. Y mayormente mi trabajo se ha caracterizado siempre por esa personalización, por lo cual romper con eso no ha sido fácil -asegura Riki Blanco-“.
¿Es más fácil ilustrar algo que no conoces o algo que es muy conocido y tiene ya muchas representaciones gráficas? “Creo que para ilustrar algo debes conocerlo antes. Aunque no exista, debes empaparte de ello mentalmente, para después sólo tener que pasar a papel el universo que has creado en tu cabeza.
Representar algo que se ha visto hasta la saciedad es difícil ya que debes encontrar la forma de hacerlo diferente. Siempre pienso en los árboles que han sido talados para yo poder disponer de un papel para dibujar. Si no voy a decir nada nuevo, prefiero que el árbol siga existiendo. Deberíamos bendecir los papeles en blanco antes de mancharlos”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? “Creo que esa línea de la que hablábamos entre lo didáctico y la ensoñación. He intentado que tengan corazón, cerebro y humor. Y luego está la ternura de la que hablaba Arianna. Creo que es un libro tierno -nos dice Riki Blanco-. Y también ha supuesto una reconexión con la parte plástica. He tratado de concebirlas de una forma libre, sin amaneramientos y sin escatimar en recursos plásticos y gráficos”.
¿Qué hay de diferente respecto a otros trabajos? “No salen humanos. Solo hay un guiño al cuadro de ‘El grito’ de Munch en la panza de una orca. Pero no computa”.
¿Con qué técnica o técnicas trabajaste? “Todo es una mezcla entre analógico y digital. Primero pintaba saliéndome de los márgenes y luego acotaba y retocaba por ordenador. Hay originales que se han transformado mucho y otros que apenas. Me lo he pasado bien aunando las ventajas de cada técnica -concluye Riki Blanco-“.
También podéis leer en el blog la entrevista con Riki Blanco sobre ‘El deshielo‘.