‘Mujeres’ es un poema ilustrado que cuenta la historia de una mujer desde la infancia hasta la vejez: una mujer que somos todas y que, como todas, se enfrenta a cada etapa de la vida con sus contradicciones, anhelos, desilusiones y esperanzas. Una delicada reflexión sobre qué significa ser mujer hoy, qué se espera de «ellas» y qué esperamos lograr «nosotras». Un libro que pone en alza la fortaleza femenina y reflexiona sobre las estructuras sociales que aún nos aprietan. Así nos presenta Lunwerg Editores este libro de Paulina Silva. Con la autora e ilustradora chilena hemos charlado un poquito más sobre este proyecto.

Paulina Silva

¿Cómo nace este proyecto? Paulina Silva: “Este proyecto nace hace aproximadamente seis años, en esa época vivía en Chile y estaba intensamente estudiando una carrera de educación y neuropsicología, había estudiado Bellas Artes anteriormente y por cosas de la vida empecé a fascinarme por la mente humana y muy decididamente por la psicología femenina; probablemente por el hecho de que nada estaba realmente escrito, y porque sigue siendo un área bastante nebulosa, llena de misterios y por qué no decir, mitos”. 

“Al mismo tiempo, la relación cercana con mi abuela, Pilar, me llevó a encontrar una fuerte necesidad de hacer conexiones o generar puentes que unieran la experiencia femenina de generaciones completamente diferentes. Con este tema trabajé bastante y escribí un montón, pero no fue hasta 2018 que empecé a pensar en esto como un libro, con sus páginas y sus ilustraciones. Creo que fue por la necesidad de ordenar el caos, de entenderlo y de compartirlo”.

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? ¿Qué nos cuentas? “Creo que el libro tiene dos lecturas bastante marcadas, la primera y la más inmediata es la historia de una mujer que encuentra el principio en los primeros recuerdos y el final en el olvido, aparentemente la estructura es lineal y está basada en la manera más tradicional de entender los estudios del pensamiento -nos cuenta Paulina Silva-. Esta estructura y clasificación del crecimiento es puramente masculina, lo femenino que hay en nosotros (hombres y mujeres) no clasifica, no separa, sino que conecta. De ahí nace la segunda lectura y es precisamente la que a mí me genera mayor interés y por la cual creo que vale la pena abrir el libro, mirar y leer. Creo que la parte femenina que hay en todos los seres humanos puede conectarse con algo pequeño y hacerlo grande, y así llegar a entendimientos que no son fácilmente clasificables, que vienen de la experiencia”. 

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este libro? “Creo que es importante, al menos para mí, el hecho de que las ilustraciones son pinturas “lentas”, tanto el proceso de encontrar referentes como el de la elaboración de imágenes. Las ilustraciones en este libro son a ratos bastante realistas y se tornan de repente en imágenes que no pueden pertenecer a otro mundo más que el imaginario, un poco como funciona la memoria, que rellena y significa situaciones que en principio no tienen ningún significado”. 

¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajé las primeras imágenes del libro en acuarela y lápices, las imágenes en blanco y negro son dibujos hechos con boli”. 

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Quise hacer este trabajo en relación con otras mujeres, con el trabajo de otras mujeres, mirando a otras mujeres, escuchándolas, tomando notas -afirma Paulina Silva-. Como dije antes, el proceso de elaboración del libro tiene una primera parte bastante extensa y desordenada, pero cuando empiezo a transformar lo aprendido en libro, lo hago pensando en mi abuela, quien empieza a tener síntomas de Alzheimer y su relación con la lectura empieza a romperse, no así con los libros; los sigue mirando y dando vuelta a las páginas, aunque estén al revés. La paleta de color la elegí pensando en ella, los elementos que la acompañan los elegí pensando en ella, las frases cortas, las flores, el agua”.

¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “Más que aprender, he visto y he sentido que somos parte de una cosa mucho más grande y que la respuesta a todas las cosas difíciles y extrañas por las que pasamos están precisamente en la experiencia de otras mujeres. Lo que me hace más feliz es haber estado atenta durante estos años a lo que han escrito, dibujado, fotografiado y hablado otras mujeres. Me pone tremendamente contenta el hecho de que están saliendo a la luz obras que estaban empolvadas y se le está dando foco a temáticas que permiten a mujeres y hombres, comprendernos”. 

¿En qué estás trabajando ahora? “Hoy estoy pudiendo llevar a cabo un proyecto que había estado esperando hace tiempo. Estamos tan en los cimientos que no quiero hablar de ello, pero tiene relación con lo que he hecho hasta entonces, con las mujeres, con el arte y por primera vez, con Sudamérica”.