“Una noche, en mitad de un sueño, Ramón Gómez de la Serna lanzó todas sus greguerías al aire y exclamó: «Que las ordenen otros». Este ejercicio de prestidigitación, digno de un autor que perfumó nuestro idioma con la nueva fragancia de las vanguardias, es el que Isabel Castaño y Raúl Vacas nos ofrecen en esta antología, donde las greguerías no solo están agrupadas por categorías temáticas sino tejidas entre sí para formar ficciones breves. Las ilustraciones de Pablo Amargo, siempre llenas de ingenio, inteligencia y poesía, completan un libro hecho para ver, oír, oler, tocar y gustar”.
Con estas palabras nos presenta la editorial Edelvives la publicación “Flor de todo lo que queda”. Nosotros hemos querido acercarnos a las ilustraciones de la mano de su autor, el ilustrador Pablo Amargo.
“La editorial pensó que mi manera de trabajar podía funcionar muy bien en esta colección que ellos cuidan mucho. Me gustó el proyecto, las condiciones de trabajo me parecieron bien y pensé que podía disfrutar con el proceso.
¿Qué nos vamos a encontrar en este libro? “Greguerías escritas por Gómez de la Serna, ordenadas alfabéticamente y otras dibujadas por mí y desordenadas alfabéticamente”.
¿Qué tiene de especial, de fácil o difícil, ilustrar una selección de greguerías de Gómez de la Serna? Sin duda no es una historia o un cuento “habitual”, por decirlo de alguna manera. “Me encuentro muy cómodo con los textos no narrativos. La manera de ilustrar una greguería consiste en inventar una nueva”.
¿Cómo son las ilustraciones? “Intentar contar una imagen es tan extraño como oler un sonido”.
¿Están en la misma línea del resto de tus trabajos? “Sí, me obsesiona la coherencia”.
¿Con qué técnica están hechas? “Con la técnica de la lentitud”.
¿Es la que utilizas habitualmente? “La verdad es que no conozco otra manera”.
¿Cómo fue el trabajo de elaboración de este proyecto? “Dibujo una idea y pruebo a ver si es de este libro”.
¿En qué estás trabajando ahora? “Estoy en un álbum bastante complicado”.
