Miguel Ángel Pérez Arteaga y “Lagarto Bosu”: “He tratado de hacer un cuento que se alejara de los cánones que lo invaden todo. No he buscado la ilustración preciosista en la que todo está perfectamente colocado, de colores planos y personajes amables”

Miguel Ángel Pérez Arteaga y “Lagarto Bosu”: “He tratado de hacer un cuento que se alejara de los cánones que lo invaden todo. No he buscado la ilustración preciosista en la que todo está perfectamente colocado, de colores planos y personajes amables”

El creador quiere evitar que el hombre, su criatura, llegue a morir. Para ello envía al lagarto Bosu con una medicina que debe dar a los humanos. Pero Bosu encuentra cosas por el camino que le hacen tener ideas propias…

La historia que cuenta “Lagarto Bosu y las plantas que no mueren nunca”, editado por Mil Razones, parte de un cuento africano de tradición oral del reino Bariba, en el norte de Benín, recopilado por Rafael Marco. Miguel Ángel Pérez Arteaga está detrás de este libro, de sus ilustraciones, y con él hemos hablado sobre su creación. Esto es lo que nos ha contado…

“Yo soy diseñador gráfico, tengo un estudio en Zaragoza que se llama Batidora de Ideas (batidoradeideasblog.blogspot.com), somos dos socios, Teresa de la Cal y yo. La ilustración la compagino con el diseño. Todos los proyectos son personales, de manera que es mía la idea, el texto y las ilustraciones, a veces también las fotografías y la maquetación final”.

“Este caso es un poco atípico. Nace de un encargo expositivo a Batidora de Ideas. La obra social de una entidad financiera nos encarga realizar una exposición sobre unos proyectos humanitarios en África. En el proceso de conceptualización del proyecto descubrimos que uno de nuestros interlocutores es un misionero llamado Rafael Marco, que trabaja en Benin, y que edita libros para autofinanciar a su congregación, recopilando cuentos de tradición oral. Y que aprende los dialectos de las regiones que visita para poder recoger estas historias”.

“En el estudio decidimos no hacer una exposición al uso, hablando de la pobreza en África, sino que basamos toda la gráfica en lo que podemos aprender de estas tradiciones ancestrales. Decidimos ilustrar alguno de los cuantos y pintar con ellos las paredes de las salas de la exposición”.

Imagen cuaderno de Miguel Ángel

“Durante unas semanas realizo diferentes bocetos en cuadernos y dibujos más formales sobre papel, buscando posibles vías gráficas de trabajo para ilustrar los cuentos. Llega la crisis, la exposición se aplaza varias veces y al final se aparca definitivamente. Cuando pasa un tiempo sigo trabajando en diferentes ideas hasta que decido ilustrar para publicar uno de los cuentos”.

Imagen cuaderno de Miguel Ángel

“Como la idea de exposición puede retomarse en algún momento, decido dejar el texto original y unas posibles ilustraciones más “literales” para esa posibilidad, y creo un universo lo más alejado posible para mi proyecto personal. En primer lugar reescribo el cuento, lo simplifico, lo alargo, lo hago más poético en algunos aspectos. Lo adapto al lenguaje infantil y a nuestra mentalidad”.

Imagen cuaderno de Miguel Ángel

“Los cuentos tradicionales africanos, y más si son recopilados directamente de la fuente, poseen un lenguaje un poco arcaico, poseen una estructura demasiado rígida y pecan de exceso de “moralina”. Además a mi me apetecía escribir, mis anteriores proyectos eran muy sencillos, con textos muy minimalistas, y quería tratar de afrontar retos más ambiciosos. Partir de un cuento tradicional era una buena prueba para empezar. Y de la que estoy muy contento”.

“En cuanto a las imágenes he tratado de hacer algo muy pictórico, de trazo muy suelto, partiendo de improvisaciones. Con trazos y colores que es el África que yo imagino, un mundo de máscaras, de plantas gigantescas, de hombres mínimos ante la naturaleza”.

“He tratado de hacer un cuento que se alejara de los cánones que lo invaden todo. No he buscado la ilustración preciosista en la que todo está perfectamente colocado, de colores planos y personajes amables. Aunque creo que alguna de mis imágenes, que juegan con la fealdad, con lo imperfecto, con los errores, con el caos controlado, logran, y no se muy bien como, algunas escenas de una belleza como hipnótica, de la que soy el primer asombrado”.

“He utilizado estampaciones, barnices, acuarelas, acrílicos y pinturas de palo. Materiales muy básicos. Y sin ningún tratamiento informático salvo para el montaje final de superposición de algunas imágenes”.

¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo? “Me gusta jugar con registros diferentes. Ir de las ilustraciones más adultas a dibujos para niños muy pequeños. Ahora tengo varios proyectos que no terminan de encajar con lo que las editoriales buscan. “Solito”, un cuento sin palabras, con muchos personajes que interactúan y que podría ser un cuento o una aplicación para tablet. “Cuando cierro los ojos”, un cuento-poema sobre la imaginación de los niños; “Cuadriculados” un juego para descubrir las formas y los colores para los más pequeños; “New York. Up_down” un diario gráfíco, fotografías y un cuaderno de viaje sobre Nueva York”.

“New York. Up_down”