Lorenzo Montatore y “¿Dónde está mi cabeza?”: “Ha sido la primera vez que he trabajado sin bocetos previos. Tenía una vaga idea de qué quería dibujar en cada página y me lancé al ruedo directamente”

Lorenzo Montatore y “¿Dónde está mi cabeza?”: “Ha sido la primera vez que he trabajado sin bocetos previos. Tenía una vaga idea de qué quería dibujar en cada página y me lancé al ruedo directamente”

Lorenzo Montatore está detrás de las geniales ilustraciones que dan vida de nuevo a esta historia de Benito Pérez Galdós. Hablamos de “¿Dónde está mi cabeza?”, una apuesta editorial que nos regala El verano del cohete. Lorenzo nos cuenta en las siguientes líneas un poco más sobre este proyecto que creemos que no deja indiferente a nadie.

¿Cómo surgió este proyecto? “Esto te lo pueden contar mejor los cohetes, pues la idea fue suya, ¡benditos sean! Había ganas de colaborar juntos y creo que no pudieron elegir un texto mejor.

¿Conocías la obra de Pérez Galdós? ¿Y este texto en concreto? “No había leído «¿Dónde está mi cabeza?» hasta que me llegó el proyecto, pero amo a Galdós, me enganché a él cuando leí por primera vez «Misericordia», que es uno de mis libros favoritos. Con Galdós he aprendido mucho, los dichos de antaño y toda la palabrería castiza que tanto me obsesiona. ¡A quien no le guste Galdós es un cascaciruelas!”

¿Qué te pareció la primera vez que lo leíste? “Pues lo primero que pensé es: esto es Galdós on acid. ¡Maravilloso!”

¿Qué supuso trabajar un texto de un nombre propio como este? “Para mi ha sido muy divertido, me encontré muy cómodo con el texto desde el primer momento. Con más libertad de la que hubiese tenido trabajando mano a mano con un autor vivo, o sobre un texto mío, al que no hubiera hecho más que encontrarle fallos una y otra vez”.

Foto: Diego Pérez.

Sobre las ilustraciones, ¿hay algo nuevo o distinto respecto a otros trabajos? “Distinto no, porque estoy acostumbrado a limitarme la paleta de colores para trabajar, es un truco que me ayuda mucho a enfocar las ilustraciones. Nuevo sí, porque ha sido la primera vez que he trabajado sin bocetos previos, sin lápiz, tenía una vaga idea de qué quería dibujar en cada página y me lancé al ruedo directamente, cosa que no suelo hacer nunca, mi proceso de trabajo siempre había sido muy lento, reflexivo y basado en la repetición”.

¿Con qué técnica están hechas? ¿Es con la que trabajas habitualmente? “Están hechas en digital. Últimamente casi todo lo hago así, porque agiliza mucho el trabajo. Aunque echo de menos el lápiz y la tinta, y estoy intentando retomarlo para un nuevo proyecto, pero es agotador para mi trabajar “a mano” porque como decía antes, mi proceso es muy lento y repetitivo”.

Foto: Diego Pérez.

¿Qué nos puedes contar del formato del libro? “Desde el principio supe que tendría este formato con grapa pero muy cuidado, como de fanzine noble, me pareció muy apropiado y estoy muy contento con el resultado, aunque ya me he cansado de formatos raros y finitos, ¡quiero algo rancio! ¡quiero ver mi nombre ya en un lomo gordo en las estanterías, pardiez!”

¿Y sobre iniciativas como la de “El Verano del Cohete”? “El Verano del Cohete son un grupo de valientes y yo les aplaudo. Solo con iniciativas así se pueden editar cosas como «¿Dónde está mi cabeza?» o «Miss Marjorie», donde en cada detalle se ve el amor que le tienen a los libros”.

Foto: Diego Pérez.