Lola Roig: “Me gusta sumergirme en un mundo onírico en el que las emociones estén muy presentes”

Lola Roig: “Me gusta sumergirme en un mundo onírico en el que las emociones estén muy presentes”

“Las mujeres de mi familia heredamos desde hace dos siglos una costumbre bien peculiar. Conservamos los olores, sabores, sonidos y paisajes que más nos gustan y más nos llaman la atención a lo largo de nuestras vidas”.

Con este planteamiento arranca “Llenteyes verdes na parede” (Lentejas verdes en la pared), un viaje a través de los sentidos, por los sabores, los colores, los sonidos y los olores que nos acompañan desde que nacemos, pero también es un homenaje al acto de escribir, porque a partir de esas experiencias sensitivas se construyen infinidad de historias. Editado por Pintar-Pintar en asturiano, y escrito por Aída Falcón, cuenta con las ilustraciones de Lola Roig, con quien hemos hablado de esta historia.

“En marzo, Ester Sánchez de la editorial Pintar-Pintar se puso en contacto conmigo para proponerme si quería colaborar en la ilustración de un álbum infantil. Cuando leí la historia, enseguida me atrapó, porque habla de emociones, de recuerdos y además involucra todos los sentidos. Una historia de mujeres que se transmiten sus secretos y conocimientos de generación en generación. La historia se siente a flor de piel”.

“Me gusta sumergirme en un mundo onírico en el que las emociones estén muy presentes. En mis ilustraciones intento que todo ello quede reflejado, me gusta acercarme a la poesía. Trabajo mucho los personajes, a menudo recae sobre ellos toda la carga expresiva de la imagen, por ello, los fondos suelen ser despejados, con algún detalle que nos ayude a situarnos. Disfruto con las texturas para crear atmósferas y añadir el sentido del tacto, incluso para recrear una sensación de sonido. En este sentido puedo decir que sí, las ilustraciones de este libro son como el resto de mis ilustraciones. Cuando trabajo para público adulto por ejemplo, la intención es la misma, lo que cambia es el tema a ilustrar”.

“Siempre dibujo a mano. Utilizo el lápiz para transmitir la fuerza del trazo, del gesto. Las primeras texturas las creo con el lápiz y la goma; la uso mucho para dibujar sobre la mancha. Después utilizo el ordenador para dar color y conseguir texturas más elaboradas. A veces utilizo anilinas, acrílicos, ceras, colores, collage… pero los acabados siempre son digitales”.

La historia esta en asturiano, ¿Trabajaste con la traducción o con el original? ¿Cambia mucho de una a otra? “Trabajé con la versión asturiana, para sentir su ritmo. Cada lengua tiene su cadencia y su sonido particular. La traducción me sirvió para aclarar dudas sobre algunas palabras, pero en general se entendía bastante bien.

Recientemente Lola Roig ha acabado de ilustrar un libro infantil para la editorial Barcanova que verá la luz a final de año. También está preparando una exposición y nuevos talleres, “y alguna cosa más en proceso de gestación”, afirma.

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