José Luis Munuera: “Walter es una excusa para armar una concatenación de gags: un personaje sin historia”

José Luis Munuera: “Walter es una excusa para armar una concatenación de gags: un personaje sin historia”

La editorial Dibbuks ha editado este año en España “Walter el lobo”, de José Luis Munuera. Una lectura que, sin duda, nos ha hecho reír, y mucho. Ha conseguido que los que pasaban a nuestro lado cuando lo teníamos en la mano, vieran una sonrisa dibujada en nuestro rostro. Nos lo hemos pasado muy bien, y quisimos que su autor, nos hablara de esta historia.

“Surge de la necesidad de hacer un tebeo ‘puro’, sin coartada intelectual alguna, sin excusas dramáticas, alejado de la actual tendencia a contar historias con pegada mediática (por tratar algún sujeto reseñable), y recuperando el carácter lúdico, hedonista, del tebeo; sólo por el puro placer de hacer un tebeo, en la esperanza de contagiar al lector el placer de los tebeos”.

“Walter es una excusa para armar una concatenación de gags: un personaje sin historia, condenado a superar los avatares a los que las historias le conducen. Un tipo de la calle, tranquilo, honesto y callado (mudo, de hecho), pero muy peludo”.

“Estas historias se construyeron a sí mismas, en una suerte de ‘jam session’. Es decir, se improvisaron sobre la marcha, sin un plan previo. Cada mañana me levantaba y hacía una página, sin saber qué iba a pasar en ella ni qué pasaría después y cuando la acababa, hubiese tardado tres o doce horas, lo dejaba hasta el día siguiente. Para mí, fue una suerte de vacaciones…”

¿Por qué dice que es “el tebeo más tonto del mundo”? “Hay mucho de pose en esa frase, porque de hecho es dificilísimo como ejercicio técnico y creativo realizar uno de estos tebeos. Sin embargo, en ningún caso esperaba que esa dificultad se tradujera al lector. Era muy importante que el lector tuviera una sensación de naturalidad, de que esto se hace fácil, porque no quería hacer el menor elogio de mí mismo (que es algo frecuente hoy por hoy), sino, simplemente, divertirme y divertir al prójimo. Hace falta, creo yo, ser un poco tonto para tomar ese tipo de decisiones…”

“Gráficamente, Walter es un tebeo suelto, dinámico, muy expresivo, ligero y, espero, fresco. Es diferente a ‘El Juego de la luna’ o ‘Fraternity’, porque estos dos son melodramas, y no se puede transmitir una historia diferente con el mismo grafismo.

“Están hechos con lápiz, papel y tinta, y después coloreados en ordenador. Personalmente, es la técnica que prefiero, aunque para relatos más atmosféricos utilizo también una base de acuarela”, nos cuenta José Luis, sobre la técnica con la que están realizados los dibujos de Walter.

“En España sólo se ha publicado una pequeña parte de mi producción como historietista, que produzco para el mercado francobelga. Así, podéis encontrar dos de los seis álbumes existentes en Francia de la serie infantil ‘Nävis’ y los antes referidos ‘El Juego de la luna’ y ‘Fraternity’, tebeos más adultos, realizados con otra técnica y otro talante”.

Walter se había editado en Francia, y ahora llega a España. ¿Qué diferencia hay entre el mercado del cómic en el país vecino y España? ¿Cómo ves el panorama editorial en España en este sector? “La diferencia básica es que el tebeo en Francia es una verdadera industria y forma parte del entramado cultural y la oferta de ocio con naturalidad, mientras que aquí sigue siendo un fenómeno muy minoritario y reducido a un grupo de lectores, muy fieles, muy interesante, pero muy escaso. De resultas, es difícil orquestar una vida profesional (o por decirlo en puridad: cobrar por el trabajo que uno hace), dedicándose exclusivamente al pequeño mercado español (aunque me consta, y es de regocijo, que algún autor lo consigue). El mercado español es rico, variado, muy creativo y tan feliz para los lectores, que pueden encontrar traducciones de lo mejor publicado en todo el mundo y una producción patria, pese a todo, sorprendentemente potente, como dramático para los autores”.

¿Y diferencias entre el público francés y español? “El público francés es en general más heterogéneo: no se trata de un público especializado, de un ‘lector de tebeos’, sino de un lector, punto, que puede tanto leer tebeos ocasionalmente como cualquier otra cosa. Es un público generalista y amplio. Por otro lado, el lector español es un lector muy exigente, muy formado y con criterios fuertes, muy difícil de satisfacer y por eso mismo, muy interesante”.

“En este momento estoy realizando junto al guionista Jean Dufaux una pequeña serie de 4 álbumes en la que contamos un cuento medieval, fantástico y oscuro, dirigido a un lector adulto.

¿En qué proyecto relacionado con el cómic te gustaría embarcarte? “La verdad es que en este momento, me gustaría no estar embarcado en tanto proyecto relacionado con el cómic y tener un poco de tiempo de ocio, que manda cojones, oiga, hacerse profesional liberal para ser esclavo profesional!!”

¿Qué cómics te gustaban cuando eras niño y cuáles te gustan ahora? “Los mismos: los buenos. Un tebeo que cuente una historia que me interese (por cualquier razón, hasta la más tonta) y que la cuente bien, con la ayuda de una puesta en escena gráfica que no sea mera ilustración, sino una interpretación plástica del relato”.

¿Cuál crees que es imprescindible, el que debería estar en la estantería de todo aquel que se considere lector de cómics? “Creo que cualquier lector de cómics que no quiera parecer demasiado listo, debería tener en su estantería 3 ejemplares de Walter el lobo!”