En cuanto topamos con algunas de sus ilustraciones dijimos: algún día tenemos que entrevistar a esta ilustradora para Un Periodista en el Bolsillo. La plastilina es una de sus armas, y la herramienta que hace diferentes sus trabajos (además de otras muchas cosas). Hablamos de Irma Gruenholz.
“Modelar con plastilina es algo que he hecho desde que tengo uso de razón, me pasaba horas y horas modelando, escribía cuentos y luego hacía los personajes en plastilina –nos cuenta Irma-. Cuando tuve que decidir qué estudiar, me decanté por el diseño gráfico y cuando terminé trabajé en una agencia de publicidad. Pero no terminaba de sentirme a gusto y decidí dejarlo para dedicarme de lleno a la ilustración, si no lo probaba entonces no lo haría nunca… eso fue hace 15 años”.
“Me parece complicado definir mis ilustraciones… supongo que el hecho de trabajar con volumen determina de alguna manera mi trabajo. Me gusta la simplicidad, tanto en la composición como en las formas y en los colores. Siempre busco la forma más sencilla de transmitir el mensaje, con los menos elementos posibles”.
“La técnica que utilizo para hacer mis ilustraciones podría denominarse técnica mixta en volumen. El principal material con el que trabajo es la plastilina, pero dependiendo del proyecto la combino con otros materiales como arcilla, madera, metal, tejidos… me gusta explorar las posibilidades de cada trabajo y buscar soluciones diferentes con cualquier tipo de elemento o textura”.
¿Cómo es el proceso de elaboración de una de tus ilustraciones con plastilina? “Primero leo detenidamente el briefing si es publicidad o el texto si se trata de un libro o artículo, y subrayo lo que considero más importante, en una segunda lectura voy apuntando las primeras ideas. Luego busco documentación sobre el tema. Una vez recopilada toda la información comienzo a desarrollar los conceptos y voy dando forma a la idea principal. Hago un boceto, muy esquemático en el que sitúo los diferentes elementos, concreto los materiales y la paleta de colores con la que voy a trabajar. No hago bocetos detallados, prefiero trabajar directamente en volumen en cuanto tengo la idea clara. Una vez hecha la maqueta, saco una foto y si es necesario la trabajo en Photoshop para eliminar sujeciones, resaltar sombras, luces, tonos”.
¿Cuánto tiempo puedes tardar en realizar una de estas ilustraciones? “El tiempo de realización depende de la complejidad de la maqueta. Una ilustración sencilla, sin fondo, me puede llevar hacerla dos o tres días; mientras que una ilustración más compleja, me puede llevar un mes de trabajo”.
“He trabajado para agencias de publicidad, revistas, editoriales… Me gusta trabajar en todos los sectores, aunque quizás el sector que más me atrae es el editorial. En el álbum ilustrado puedes desarrollar un trabajo más creativo y personal”.
“El último libro que he ilustrado se titula “Il Ballerino del Silenzio“, escrito por Ivo Rosati y publicado en italiano por Zoolibri. Ha sido todo un reto, ya que toda la historia transcurre en la noche y la iluminación ha sido clave a la hora de plantear las ilustraciones. He disfrutado mucho haciendo este proyecto y me ha dado muchas satisfacciones, la última, hace unas semanas recibió uno de los premios especiales en el Concurso Internacional de Ilustración Nami Island, en Corea del Sur”.
¿Cómo fue el proyecto de trabajar en las ilustraciones para Cuatro, la cadena de televisión? ¿Qué presentador te costó más trabajo ilustrar? “Que me llamaran de Cuatro fue una gratísima sorpresa, me gustaba mucho la imagen que habían creado y fue todo un placer trabajar con ellos. Mi colaboración en las cortinillas de Cuatro consistió en el modelado de las cabezas de los presentadores de la cadena, una vez modeladas, se escanearon en tres dimensiones para construir los modelos en el ordenador y poder hacer la animación de los personajes. Fue un trabajo muy diferente a lo que suelo hacer y me permitió ver, por primera vez, a mis personajes en movimiento”.
“Lo complicado fue dar con el punto de interpretación de los personajes. Iñaki Martikorena, el director de arte de Cuatro quería que los muñecos fueran muy naif, que no fueran realistas pero que se reconocieran fácilmente. Una vez identificados los rasgos representativos de cada personaje fue fácil aunque algunos rostros con proporciones más armónicas fueron más complicados”.
“Ahora estoy trabajando en unas ilustraciones para una campaña publicitaria que saldrá en otoño… y hasta ahí puedo contar…”
