Podalirius es un doctor diminuto. Su consulta médica está en lo alto de un endrino. Allí recibe a multitud de pacientes: arañas, hormigas, escarabajos, mariposas, grillos… Ha sido un buen doctor, pero últimamente se encuentra cansado, y además ha ocurrido algo extraordinario que le ha llevado a hacerse muchas preguntas sobre su existencia. Por todo ello, ha decidido renunciar a la medicina.
Siempre preocupado por su legado, ha ido elaborando un compendio con todos sus casos médicos. Ahora ha llegado el momento de donarlo al bosque. ¿Llegará a buenas manos? Así nos presenta la editorial Pastel de Luna este álbum ilustrado, ‘Compendio médico del Dr. Podalirius‘, un trabajo de Hittouch. Con él hemos charlado un poco más sobre lo que esconden sus páginas.
¿Cómo nace este proyecto? “Nace de la búsqueda de iniciar un libro realmente propio. David, editor de Pastel de Luna, revisó conmigo varios textos para empezar un nuevo proyecto de libro juntos y aunque surgieron buenas ideas, ninguno nos llegó a convencer plenamente. Un buen día se nos encendió la luciérnaga y buscamos poner en común nuestra formación académica: él estudió y ejerció de veterinario y yo soy licenciado en biología. Desde ahí empezaron a divagar y entrelazarse las ideas sobre un doctor que cuida de los pequeños animales del bosque, pequeños, muy muy pequeños”.
¿Qué nos vamos a encontrar en las páginas de este álbum ilustrado? “Principalmente bichos. Estos seres habitualmente denostados, que son tan curiosos y si los miras desde cerca realmente asustan. Siendo el grupo animal con diferencia más numeroso del planeta, necesitan ser un poco más conocidos y queridos. Este es el principal afán de nuestro protagonista, el doctor Podalirus: cuidar y conocer a todos los pequeños seres de su micromundo. Dentro de este libro encontraremos algunas páginas de otro libro que nos cuenta la historia de su vida y de todos los seres fascinantes con los que se ha cruzado”.
¿En qué te inspiraste para crear este personaje? “Aunque el protagonista tuvo como todos antes de existir varios nombres, Podalirus surgió de los primeros, derivado de la segunda parte del nombre científico de la mariposa Iphiclides podalirius. De forma totalmente fortuita, he de reconocer, descubrimos que en la cultura grecorromana Podalirio era hijo de Asclepio, dios de la medicina y que junto a su hermano Macaon ( personaje que da nombre a otra mariposa) ejercieron el oficio de la medicina. El nombre de nuestro pequeño doctor no podía ser otro. Aunque quería que el personaje estuviera basado en este insecto, no buscaba que pareciera ninguna especie en particular, así que finalmente la mariposa sólo sirvió para inspirar su traje y algunas de sus costumbres. El resto es una versión humanizada de un insecto en general”.
“Aunque nos gustaba la sonoridad de Podalirus, en el último momento decidimos mantener el nombre de origen: Podalirius, por miedo a que la gente que conociera o buscara el nombre pensara que se trataba de un error. Pronto podremos ver qué tal funciona su nombre en otro idioma, pero esto es otra pregunta y ha de ser respondida en otro momento”.
¿Cómo ha sido el proceso de elaboración de este libro? ¿Cuánto hay de investigación en él? “Complicado pero muy divertido. Como he dicho anteriormente yo estudié biología, y en la fase final, incluso en mi proyecto fin de carrera, estudié todo tipo de “insectos y demás seres diminutos”, así que muchas anécdotas ya rondaban mi cabeza. Por supuesto y aún así hubo mucha parte de investigación y revisión de libros de la estantería. Me encantó volver a los viejos apuntes rellenos de dibujos por todas partes”.
“La idea principal era sumergirnos en su pequeño mundo y hacer nuestros los que podrían ser sus problemas cotidianos y contarlos de una forma divertida. De esta manera primero surgían los casos de forma independiente (algunos fueron descartados: un insecto intoxicado por el alcohol de la sangre de su víctima; una familia de mantis que echaban de menos a su padre y guardaban su retrato sin cabeza, etc..)”.
“Después de jugar con algunas ideas divertidas, el trabajo realmente complicado fue organizar una historia que nos sirviera de esqueleto y en cierta medida tuviera algo de aventura. Conociendo y dando forma al doctor fue cuando nos surgieron muchas preguntas que gracias a una historia tendrían que ser resueltas”.
¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este proyecto? “Qué interesante es hablar sobre las ilustraciones de otros autores y qué extraño sobre las de uno mismo. Perdona, te contesto: en los apuntes del doctor buscaba un estilo fresco pero que tuviera un acabado anatómico, como los de un libro de medicina o los bocetos que un doctor minucioso que ilustra sus descubrimientos. Decidí que los “bichos” iban a tener un aspecto realista, aunque me hubiese encantado darles una visión más “cartoonizada”, me gustaba que se presentaran tal y como son. En cuanto a las ilustraciones narrativas quería algo más mágico y expresivo, aunque tenía que guardar cierto aspecto realista para que tuviera concordancia. Tuve algunas dudas sobre la paleta de color e intenté minimizar y centrarme alrededor de dos gamas que ayudasen a acompañar el tono de la historia”.
¿Qué hay de diferente respecto a otros trabajos? “Este es realmente personal al 100×100, siempre he tenido suerte y me han dejado mucha libertad creativa, pero es diferente ilustrar textos de otros autores a uno propio. Con David, la relación ha sido genial y nos hemos entendido perfectamente. Cuando más derivo un proyecto a algo personal tengo la sensación de que suele convertirse en algo extraño, las visiones diferentes de aquello que está a mi lado es algo que me atrae como una polilla a la luz”.
¿Con qué técnica trabajaste? “Las ilustraciones que corresponden a las escenas de la historia están hechas con pintura acrílica y los apuntes del doctor con acuarelas, ambas sobre papel. Los bocetos y la preparación del storyboard suele ser muy meticulosa en todos mis proyectos. Los bocetos y pruebas de color las hago en digital, algunas personas me dicen que hago el libro dos veces. Pero me gusta tener el concepto trabajado y muy claro para poder disfrutar y abordar el original, que se desarrolla muy rápido y fluido”.
De todos los casos que se reflejan en el libro… ¿cual crees que despierta más interés? “Cuando se lo introduzco a alguien, suelo destacar el de las hormigas que ejercen de pastoras protegiendo a sus pulgones (vacas) de las feroces mariquitas (lobos), para después disfrutar y exprimir su melaza (leche). Realidad mágica”.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “En los ratos libres suelo andar saltando de proyecto en proyecto personal. Mientras contesto estas preguntas estoy maquetando algunas ilustraciones para autoeditar un calendario. Además tengo ganas de explorar otros rincones de la ilustración, ronda mi inquieto imaginario un juego de mesa ilustrado. Y para acabar destacar mi próximo proyecto con Pastel de Luna, un libro juego colaborativo que tiene muy muy buena pinta. Tengo el honor de compartir el hueco con muchos y grandes ilustradores que versionarán mis propios personajes para crear un libro mágico. ¡Todo un lujo! Pero este es otro libro y ha de ser contado en otro momento”.