Francis Porcel y “El Folies Bergère”: “Es la primera vez que dibujaba así. Buscando más la emoción, la impresión que el detalle definido. El resultado es un dibujo tosco, suelto…”

Francis Porcel y “El Folies Bergère”: “Es la primera vez que dibujaba así. Buscando más la emoción, la impresión que el detalle definido. El resultado es un dibujo tosco, suelto…”

La editorial Dargaud está detrás de “Les Folies Bergère”, un trabajo con guión de Zidrou y dibujos de Francis Porcel. Ahora Norma Editorial lo edita en España, y nosotros hemos querido que Francis nos hablara de este trabajo, ambientado en las trincheras en la Primera Guerra Mundial.

“Terminado el trabajo en la serie “Reality Show”, con guiones de J.D. Morvan, la editorial me propone un cambio de táctica. En su negocio editorial, la ciencia ficción no tenía ya el tirón de otros tiempos y a mi la historia me gusta mucho. Llevaba ya unos años dándole vueltas a un tebeo ambientado en la primera guerra mundial, tema que apasionaba igualmente al guionista Morvan. Hicimos una páginas de una historia que finalmente dibujaría otro, pues el guión no terminaba de gustarme. Hablo de la serie “le coeur des batailles”.

“Al mismo tiempo, mi amigo Jordi Lafebre estaba trabajando con un guionista belga, muy consolidado en el mercado infantil que buscaba el reconocimiento también del público adulto, Zidrou. Resulta que se convierte en la nueva estrella de la bande dessine y resulta que le apetece hacer un guión que hable de las trincheras. Yo con este hombre crezco un montón. Me fuerza a madurar mi dibujo y a prestar mucha atención a los planos, la narrativa”.

“Me decía por ejemplo: – no hagas cosas raras con la cámara. El horizonte a la altura de los ojos, el plano fijo, etc. ( yo asumí pues una narrativa clásica sin grotescos contrapicados ni modernos escorzos. Yo me imaginaba filmando todas las escenas con una cámara de principios de siglo. Con la cámara a su altura, sin grúas, ni efectos espectaculares. El espectáculo debía ser crudo, sin adornos. Los efectos siempre me los guardaba para momentos puntuales)”.

¿Cómo ha sido el proceso de elaboración? “Pues un poco anárquico y desorganizado, como la guerra de trincheras. Después de hacer el story, empecé a dibujar las páginas como por trozos. Dibujaba cada viñeta en papeles separados, sin duda por la falta de confianza y después lo montaba todo en el ordenador y es allí donde aparecía por fin la página. Este sistema me ha hecho odiar a los ordenadores más que a los ajos en un arroz, pues debía trabajar con resoluciones de 1200 ppp y mi computadora sudaba chispas”.

“Muchas veces me gustaba tanto el boceto del story que directamente lo ampliaba con el ordenata y lo calcaba definiendo un poco más el dibujo. Otras veces la viñeta se convertía en un collage de trozos con una cara dibujada en un folio, un tanque dibujado en otro papel, un árbol borrado con tipex…”

¿Qué tal el trabajo con Zidrou? “No sabría explicar cómo, pero con pocos encuentros sentí el espíritu del tebeo y ambos conectamos. Él entendió mi forma de dibujar y escribió para mi. Es un hombre listo y se adapta a sus dibujantes. Yo entendí lo que significaba su guión y dibujé para él. Mails, llamadas, fines de semana en su piscina de su casa de Ronda… Muy bien”.

¿Qué dirías que tienen de característico los dibujos de este proyecto? ¿Están en la línea de otros trabajos o hay algo nuevo? “Realismo. Los dibujos son sinceros. No buscan ser bonitos, sino verdad, como dice el pintor Monet en una de las viñetas. Es la primera vez que dibujaba así. Buscando más la emoción, la impresión que el detalle definido. El resultado es un dibujo tosco, suelto, duro, antiguo, sucio, cruel… es un tebeo sobre la guerra, sobre la miseria. Tenia que dar “mal rollo”.

¿Con qué técnica están hechos? ¿Es la que utilizas habitualmente a la hora de dibujar? “Tengo unos lápices rojos de esos que usan los animadores, que manchan muy poco y se quitan fácil en los canales del photoshop. Unos rotuladores pincel, para hacer las manchas negras y el pincel seco, rotuladores calibrados con la punta machacada para las líneas, y un ordenador de los tiempos de Lorca de color negro para hacer el color”.

¿Qué proceso sigues desde la página en blanco hasta que ésta está totalmente finalizada? “Cada vez más, intento tener cerrado el story board. Es la parte más importante y un fallo narrativo es peor que una mano mal dibujada. En folios, me dibujo cada viñeta buscando la composición más que el detalle. Posteriormente los calco en un papel grueso y entinto con lo que tenga a mano. Es la tinta la que cierra el dibujo y da el carácter definitivo al dibujo”.

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Pues continúo con Zidrou en el guión, y de la primera guerra mundial nos vamos a los finales de la edad media. Una historia muy bonita, llena de melancolía e ironía”.