Elena Odriozola y “Frankenstein”: “Al principio quería hacer un teatro pequeñito, que incluso pudiera ser plegable… y se convirtió en un mastodonte”

Elena Odriozola y “Frankenstein”: “Al principio quería hacer un teatro pequeñito, que incluso pudiera ser plegable… y se convirtió en un mastodonte”

En el verano de 1816, Lord Byron invita al poeta Percy Bysshe Shelley y a su joven esposa, Mary, a su casa de Suiza. Los días son lluviosos y el anfitrión propone que cada uno escriba un relato de fantasmas. Así surgirá Frankenstein o el moderno Prometeo, publicada en 1818 y considerada la primera novela del género de ciencia ficción. Atrapado en los hielos del Ártico, Victor Frankenstein es rescatado por el capitán Walton. Dedicará sus últimos días a narrarle la trágica historia de sus experimentos en búsqueda del poder de dotar de vida a la materia inerte y cómo el ser que creó se rebelaría contra él.

Así nos presenta Nórdica Libros esta edición de “Frankenstein”, en la que, y seguimos citando la página web de la editorial, “destaca especialmente el trabajo gráfico de Elena Odriozola, quien ha hecho una personal lectura del texto clásico. Su teatrillo de papel es un escenario que abre las puertas a nuevas posibilidades de narración visual”.

Pues a Elena recurrimos para conocer algunos detalles más sobre este espectacular trabajo. ¿El origen de este proyecto? “Diego Moreno me lo propuso y acepté encantada al instante”, nos cuenta Elena Odriozola.

¿Cómo se afronta un libro sobre un clásico tan conocido? “En mi caso suele ser “a ver qué hago con esto”. Bueno, eso se puede aplicar a cualquier texto, pero que sea algo tan conocido hace que sea un reto, y me gustan esos retos”.

¿Por qué optaste por ese formato? “En un primer momento empece pintando una imagen, pero la idea que tenía en la cabeza era una representación, y no acababa de verlo en pintado sobre papel. Eso y que un amigo me animara diciéndome “eso es un teatrito de papel” hizo el resto”.

¿Es la primera vez que trabajas un libro así? “Si con así te refieres a un teatrito de papel, sí. Pero ya tenía un antecedente, Tropecista, hecho con capas de papel blanco y que también hubo que fotografiar. También de la misma forma para “Educación y biblioteca”, fue la primera ilustración hecha de esta forma”.

¿Cómo ha sido el proceso de elaboración? “Al principio quería hacer un teatro pequeñito, que incluso pudiera ser plegable… y se convirtió en un mastodonte. El problema fue que no quería reducir mucho el personaje para no perder la expresión. Así que todo se hizo alrededor del personaje”.

“El teatro tiene dos bocas; por un lado se ve el interior de la casa y por el otro el exterior. Una vez terminado hubo que fotografiarlo. Yo iba contando la historia poniendo a cada personaje en su sitio y Perdinande Sancho lo fue fotografiando”.

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